1.3 La Constitución de 1931
Los diputados electos formaron las nuevas Cortes republicanas que ratificaron en sus cargos al jefe de gobierno, Niceto Alcalá Zamora, y a los ministros del gobierno provisional. Las Cortes nombraron un proyecto de constitución que fue aprobado en diciembre de 1931. La Constitución de 1931 tenía carácter democrático y progresista. La Constitución agrupaba los siguientes principios:
- El Estado se configuraba de forma integral pero se aceptaba la posibilidad de constituir gobiernos autónomos en algunas regiones.
- El poder legislativo residía en las Cortes, el poder ejecutivo recaía en el gobierno, formado por el Consejo de Ministros y el jefe de gobierno, y el poder judicial se confiaba a unos jueces independientes.
La Constitución incluía una amplia declaración de derechos y libertades, establecía el voto desde los 23 años y concedía el voto a las mujeres. Existían profundas discrepancias entre la izquierda y la derecha, sobre todo en la cuestión religiosa y autonómica. Manuel Azaña sustituyó en la jefatura del gobierno a Niceto Alcalá Zamora y este pasó a ser presidente de la República.
2. LAS REFORMAS DEL BIENIO DE IZQUIERDAS
2.1 La Cuestión Religiosa
Entre diciembre de 1931 y septiembre de 1933, el gobierno presidido por Manuel Azaña impulsó un programa de reformas con el objetivo de modernizar y democratizar la sociedad española. Uno de los primeros objetivos de la República fue limitar la influencia de la iglesia y secularizar la sociedad española; se permitieron el divorcio y el matrimonio civil, y se secularizaron los cementerios. Con la ley de congregaciones se limitó la posesión de bienes a las órdenes religiosas y previó la posibilidad de su disolución en caso de peligro para el Estado. El enfrentamiento más grave se produjo con los jesuitas. El cardenal Segura provocó que el gobierno optase por una medida de fuerza y dictase su expulsión del territorio español.
2.2 La Modernización del Ejército
Manuel Azaña asumió la cartera de defensa e impulsó una reforma que pretendía crear un ejército profesional y democrático. Se promulgó la Ley de Retiro de la Oficialidad, que establecía que todos los oficiales debían prometer su adhesión a la República; se creó la Guardia de Asalto, una fuerza de orden público fiel a la República.
2.3 La Reforma Agraria
Se pretendía poner fin al predominio del latifundismo existente y mejorar las condiciones de vida de los campesinos pobres. Una serie de primeros decretos perseguían proteger a los campesinos sin tierra y a los arrendatarios; pero la verdadera reforma consistía en la elaboración de una ley de reforma agraria. La aplicación de esta ley se encomendó al Instituto de la Reforma Agraria que contaba con un presupuesto anual.
2.4 La Reforma del Estado Centralista
La configuración de un Estado que permitiera a las regiones con sentimientos nacionalistas tener una organización propia y acceder a la autonomía era una cuestión pendiente en la vida política española. En Cataluña, el presidente de Esquerra Republicana de Catalunya había proclamado la República Catalana. La negociación entre el gobierno provisional de la República y los dirigentes políticos catalanes permitió la anulación de esta decisión, a cambio de la formación de un gobierno autonómico provisional (Generalitat) cuya primera tarea sería la elaboración de un Estatuto de Autonomía. En el País Vasco, nacionalistas del PNV y carlistas aprobaron un proyecto de estatuto pero republicanos y socialistas consideraban que ese proyecto era poco democrático. En Galicia, la conciencia nacionalista era menos acusada y el nacionalismo gallego distaba de ser una fuerza hegemónica.
2.5 La Obra Educativa y Cultural
El objetivo primordial era promover una educación liberal y laica. Los dirigentes republicanos estaban convencidos de la necesidad de mejorar el nivel cultural de la población y hacer de la cultura un derecho para la mayoría. Las llamadas Misiones Pedagógicas, formadas por grupos ambulantes de estudiantes, profesores, llevaban a las zonas rurales bibliotecas, coros.
2.6 Las Reformas Laborales
El socialista Francisco Largo Caballero inició, desde el Ministerio de Trabajo, una serie de reformas; se aprobó la Ley de Contratos de Trabajo y la Ley de Jurados Mixtos; se estableció la semana laboral de 40 horas y se estimuló el aumento de los salarios.
3. Los Problemas de la Coalición Republicano-Socialista
3.1 Una Coyuntura Económica Desfavorable
El cambio de régimen coincidió con la fase más grave de la depresión económica mundial; la crisis mundial paralizó la emigración a América, que constituía una válvula de escape para el paro crónico de regiones como Galicia o Andalucía. La crisis internacional agravó los ya tradicionales problemas internos de la economía española: paro agrícola, reparto desigual de la tierra. A estos problemas crónicos se sumaron los derivados de la política económica del gobierno republicano. El gobierno optó por una política orientada a disminuir el gasto público para reducir el déficit heredado de Primo de Rivera y conseguir el equilibrio presupuestario.
3.2 La Conflictividad Social
La lentitud de las reformas emprendidas provocó el desencanto y la impaciencia de los trabajadores teniendo en cuenta que el paro era muy alto. La voluntad revolucionaria de los partidos y sindicatos de la izquierda agudizó los enfrentamientos. La CNT fomentó la conflictividad laboral y la insurrección campesina con la finalidad de destruir el orden burgués. Las huelgas, las insurrecciones y la ocupación de tierras fueron en progresivo aumento. Estos hechos produjeron un enorme desgaste del gobierno que se vio desacreditado como consecuencia de las duras medidas policiales adoptadas. Los conflictos aumentaron la desconfianza empresarial. La crisis fue aprovechada por todos los sectores contrarios a la República para intentar acabar con la coalición republicana.
3.3 La Reorganización de las Derechas
Las reformas republicanas y la conflictividad social disgustaron a las élites económicas, sociales e ideológicas. El centro-derecha se reestructuró alrededor del Partido Radical de Lerroux. En el año 1932, la derecha monárquica, católica y conservadora consiguió importantes progresos. La CEDA, surgida en 1933, contó con un buen número de afiliados con José María Gil Robles. La Renovación Española, los grupos fascistas de los JONS y Falange realizaron una intensa actividad de agitación contra lo que ellos consideraban el avance del marxismo y el peligro bolchevique. El general Sanjurjo protagonizó un golpe de estado pero fracasó. En 1933 se creó la Unión Militar Española como una organización clandestina de militares derechistas y antirreformistas que tendría una participación en el golpe de estado.
4. El Bienio Conservador
4.1 Las Elecciones de 1933: El Gobierno de Derechas
Las elecciones generales se celebraron el 18 de noviembre. La izquierda se presentó a los comicios desunida y la derecha se presentó unida y organizada. El resultado fue 2 años de gobierno conservador conocido como Bienio Negro.
4.2 La Paralización de las Reformas
El nuevo gobierno, presidido por Alejandro Lerroux, en el campo se frenó la reforma agraria. La cuestión agrícola enfrentó al gobierno central con la Generalitat de Cataluña. La Ley de Contratos de Cultivo permitía a los campesinos arrendatarios acceder a la propiedad de las tierras que trabajaban.
4.3 La Revolución de Octubre de 1934
La izquierda interpretó la entrada de la CEDA como una deriva hacia el fascismo; se produjeron huelgas y manifestaciones en algunas grandes ciudades para defender las reformas sociales. En Asturias, los mineros protagonizaron una revolución social. En Cataluña, la revuelta tuvo un carácter político mayor que en Asturias. La negativa de la CNT hizo fracasar la insurrección. Se declaró el estado de guerra y el ejército ocupó el Palacio de la Generalitat.
La Crisis del Segundo Bienio
Las consecuencias de la revolución de octubre fueron notables. La CEDA aumentó su influencia en el gobierno y se mostró partidaria de aplicar las condenas con rigor. Se suspendió el Estatuto de Autonomía de Cataluña, se devolvieron las propiedades a los jesuitas. Una fuerte crisis de gobierno estalló en 1935. El Partido Radical se vio afectado por una serie de escándalos. Los radicales de Lerroux estaban deslegitimados para gobernar y se produjo un relevo en el poder. Gil Robles intentó que le nombraran presidente del gobierno pero Alcalá Zamora se negó y decidió convocar nuevas elecciones en febrero de 1936.
5. El Triunfo del Frente Popular. Las Elecciones de Febrero de 1936
Los partidos de izquierda se agruparon en el Frente Popular, una coalición basada en un programa que defendía la concesión de una amnistía para los encarcelados por la revolución de octubre de 1934. La CNT no participó en el pacto, es decir, no tenía apoyo al Frente Popular. Los partidos de derecha formaron distintas coaliciones, constituidas por la CEDA, los monárquicos y los tradicionalistas. De acuerdo con lo firmado en el programa del Frente Popular, el nuevo gobierno quedó formado por republicanos mientras que los socialistas y el resto de los partidos de la coalición se comprometieron a prestarles apoyo. Manuel Azaña fue nombrado presidente de la República, con gran oposición de la derecha y buena parte del ejército, y Casares Quiroga, jefe del gobierno.