Análisis del Cantar de Mio Cid y la Literatura Medieval Española

El Cantar de Mio Cid

Cid: Exalta la figura del Cid, infanzón o noble de menor linaje, de quien se valora su lealtad y esfuerzo en contraposición a los ricos hombres representados por sus yernos, los Infantes de Carrión, que aparecen degradados. El héroe se presenta como un valeroso caballero, cuidadoso de su mesnada y como buen esposo y padre, súbdito ejemplar y fervoso cristiano. En cambio, los infantes son portadores de atributos de cobardía, codicia, vileza y traición.

Se cree que la obra puede hacer referencia a la oposición que mantuvo la nobleza de linaje al ascenso social de los caballeros villanos y de cuantía en una época de gran movilidad social en Castilla. El protagonista adquiere riquezas y prestigio social, aspira a tener los mismos derechos que la nobleza de sangre y lo consigue. El protagonista se presenta con el rasgo de la mesura: es prudente, equilibrado, sagaz y astuto. Es capaz de mostrar desagrado o la cólera. No es un personaje plano.

Poema

  • Métrica irregular: medida entre 10-20 sílabas, se divide por una cesura en 2 hemistiquios de desigual número de sílabas. Se agrupan en series o tiradas: la más corta 3 versos y la más larga 190.
  • Rima asonante.

En el relato se produce elipsis y prolepsis: se anuncian hechos que luego serán contados. Narrador omnisciente. Respeta el orden cronológico. Significativo el uso del discurso dramático con el que se reproducen las palabras de los personajes. Debido a su transmisión oral se emplean fórmulas que son grupos de palabras que aparecen regularmente y constituían un recurso mnemotécnico para el juglar. Funcionan como fórmulas connotativas o fáticas, epítetos épicos referidos al héroe. Abundan frases binarias, pleonasmos, notas de humor que aminoran la tensión dramática.

Cantar del Destierro

Partida de Vivar – La victoria sobre el conde de Barcelona.

Bodas

Comienzo campaña levantina – Bodas de sus hijas con los Infantes de Carrión.

Afrenta de Corpes

Escena de León – Desenlace: triunfo del héroe a nivel de historia (recuperación de honra y honor). Al final el Cid asciende de jerarquía social.

Literatura Medieval: Clerecía (s. XIII)

Obras anónimas (s. XIII)

  • Alexandre
  • Apolonio
  • Poema de Fernán González
  • Pareados de versos cortos: Ay Jerusalén
  • Poemas de debate: Disputa del alma y cuerpo

Gonzalo de Berceo

Primer poeta castellano en abandonar el anonimato. Sus textos respondían a un plan de la Iglesia: el IV Concilio de Letrán (1215) determinó la necesidad de cambio en la educación de clérigos y laicos, sobre todo bajo clero. Se dirigen poemas a monjes, quienes transmitían la enseñanza de la doctrina cristiana por medio de la predicación en lengua vernácula.

Obras hagiográficas

  • Vida de Santa Oria

Marianas

  • Doctrinal
  • Sacrificio de la misa
  • Milagros de Nuestra Señora (s. XII-XIII): Estaba de moda el culto a la Virgen: frecuentes peregrinaciones a santuarios marianos. Esto dejó cierta impronta en la iconografía y literatura de la época.
    • Introducción: Protagonista: locus amoenus como recreación del paraíso. Romero simboliza el hombre caído que anda en busca de la gracia perdida.
    • Milagros: 25 narraciones que ejemplifican la acción misericordiosa de María y su poder intercesor ante Cristo. Funcionan como demostración de la doctrina expuesta en la introducción. La Virgen aparece caracterizada en términos humanos: maternal, autoritaria, fuerte y severa. Cada relato premia, castiga o socorre a sus devotos en peligro. Los personajes terrenales son individuos vinculados a la Iglesia.

El Libro de Buen Amor

Autobiografías estructuradas en aventuras amorosas fallidas generalmente y suele mediar un tercero. Episodios amorosos: destaca don Melón y doña Endrina por su extensión. Interviene una mediadora: trotaconventos. Otros episodios: personajes son una monja, una mora, serranas (mujeres grotescas, desagradables). El autor parodia con ellas el género de la pastorela. El yo protagonista, que encubre a varios personajes, brinda unidad a las experiencias amorosas. Se introducen en ellas digresiones didácticas o moralizantes para convencer a sus interlocutores. Se intercalan piezas líricas de métrica variada y dos composiciones alegóricas: el debate del protagonista con don Amor y la batalla de don Carnal y doña Cuaresma. La mayor parte está escrita en cuaderna vía, aunque algunos versos tienen 16 sílabas. En prosa aparece un prólogo.

Sentido

En el prólogo de prosa se exponen los propósitos del autor: enseñar y recoger sus composiciones poéticas. Se justifica el didactismo de las aventuras amorosas y la introducción de un cancionero enmarcado en la narración. El autor manifiesta que su intención es inducir al buen amor, el profesado a Dios. Los casos amorosos que se propone contar son aquellos que se debe evitar. El didactismo aparece asociado en muchos pasajes al humor por medio de la parodia, la ironía y la burla, aunque no faltan fragmentos en tono serio. La obra se caracteriza por la ambigüedad, sustentada en el pensamiento de San Agustín, quien creía que no debía imponerse un punto de vista al alumno, sino ofrecerle dos posibilidades y que él optara. Se considera que tiene un carácter didáctico o de alegría vital.

Estilo

lenguaje popular se manifiesta en el uso de refranero llamadas de atencion al oyente y ejemplo de ufemismos sexuales destacan interrogaciones retoricas las anaforas ls bimembraciones las antitesis ls comparaciones metaforas hiperboles juegos de palabras.