Variedades según la situación comunicativa
Estas están determinadas no solo por las circunstancias socioculturales de los hablantes, también la situación en que se producen los actos de comunicación y la intención de los interlocutores condicionan las variaciones en su realización. Dependiendo del lugar donde se establezca la comunicación, de quién sea el receptor, del contenido de los mensajes y de cuál sea la intención del emisor, se pueden emplear diferentes formas de expresión que reciben el nombre de variedades diafásicas. Cada acto de comunicación está condicionado por unos factores que determinan el registro que deben emplear los hablantes. Algunos de estos factores son:
1. La relación entre los interlocutores
Influyen fundamentalmente el papel que asumen el receptor y el emisor, el sexo y la edad de los que intervienen o la profesión, su personalidad y los intereses de cada uno.
2. La intención comunicativa
En un acto de comunicación se puede informar, convencer, dar consejos, entretener…
3. El contexto
El contexto social, el marco actual, el canal y el contenido del mensaje determinan el modo en que se realiza el acto comunicativo.
Los registros lingüísticos
Reciben este nombre las variedades que el hablante selecciona con el fin de adaptarse a cada situación comunicativa. Cuanto mayor sea la competencia comunicativa del hablante, mayores posibilidades tendrá de modificar el registro y adecuarlo a la situación en que se encuentre. Sin embargo, una persona poco instruida es incapaz de modificar el registro comunicativo. Según la situación comunicativa existen dos tipos de registros:
1. El registro formal
Se manifiesta en un empleo cuidado de la lengua (conferencia, entrevista de trabajo), se caracteriza por el uso de la lengua ajustado a las normas.
2. El registro informal
Se caracteriza por el uso menos formal, familiar de la lengua (diálogo entre dos personas de la misma familia, entre amigos, o en conversaciones telefónicas). En una conversación puede cambiarse el registro en determinados momentos.
Diferencias entre registro formal y registro informal
- El registro formal suele caracterizarse por una elaboración previa, frente a la espontaneidad de los actos de habla informales.
- El registro formal se basa principalmente en modelos enunciativos, a diferencia de la variedad de recursos expresivos del registro informal.
- Las formas de tratamiento en el registro formal marcan la distancia entre los interlocutores mediante la cortesía (usted, don José…) en el registro informal se busca la expresión de la afinidad y del afecto por medio de hipocorísticos o expresiones emotivas (tú, Pepe, mi vida, qué tal).
- La organización lógica de los mensajes emitidos en el registro formal contrasta con la organización subjetiva en el registro informal.
Hablas locales
Existen también diferencias lingüísticas entre poblaciones a las que denominamos hablas locales. Estas hablas locales carecen de los dialectos, por ejemplo, el habla de Madrid posee rasgos léxicos y fonéticos diferentes del habla de Castilla y León.
La lengua coloquial
Es la variedad empleada para comunicarse con personas con las que existe una relación de cercanía afectiva. Es el registro más utilizado. La expresión lingüística es relajada y espontánea, por lo que es frecuente la incorrección. No obstante, se tiende a respetar la norma. Estas incorrecciones nacen de la situación comunicativa, no del desconocimiento de la norma: registro coloquial no es igual a nivel de expresión vulgar. La lengua coloquial se caracteriza por la espontaneidad debido a que no existe una preparación previa de lo que se va a decir, por la expresividad (puesto que el emisor incluye valoraciones personales en los mensajes). La expresividad también se manifiesta con los gestos. Los rasgos lingüísticos de la lengua coloquial son:
- La pronunciación relajada: modificación y suspensión de sonidos, contracción de palabras (examen, cansado, selectividad…).
- Muletillas: sirven de apoyo para dar continuidad a un mensaje cuando no hay fluidez verbal (¿entiendes?, o sea, ¿sabes?).
- Empleo de apócopes (bici, insti, profe) y palabras con carga afectiva, por medio de sufijos aumentativos, diminutivos y despectivos (cariñín, cielín, tontorrón).
- Abuso de las palabras baúl como haber o tener y el empleo frecuente de frases hechas (no todo el monte es orégano).
- El uso de deícticos que señalan el espacio y el tiempo: aquí estoy bien.
- El uso de exclamaciones e interjecciones que refuerzan la entonación (¡Ay, cómo se entere!).
- La intensificación y la repetición de palabras o frases: (es terriblemente difícil, llevo horas y horas esperando).
- Las referencias al interlocutor por medio de vocativos (¿Qué dices, tío?).
- Tendencia a una sintaxis sencilla, con frases cortas y sin terminar (yo no sabía que…).
- El énfasis expresivo por medio del superlativo, de creaciones léxicas y de cambios de género (son amiguísimos, es un puntazo, eres un gallina).
Variedades geográficas de la lengua
Las lenguas pueden tener diferentes realizaciones según la zona donde se utilicen. Estas variantes se denominan variedades geográficas o diatópicas. Para que una lengua se considere lengua y no dialecto, hay que tener en cuenta que su grado de normalización lingüística, su autonomía respecto a otras variedades, su uso escrito en el ámbito educativo y administrativo, y su utilidad como instrumento de comunicación de una comunidad determinada. Cada lengua tiene, por lo general, sus variedades geográficas, a las que denominamos dialectos, es decir, diferentes realizaciones del idioma que no impiden la comunicación entre los hablantes. España se caracteriza por tener una realidad lingüística muy diversa configurada a través de los siglos, abarca tanto lenguas como dialectos.
El andaluz
Es el dialecto con mayor número de hablantes y aceptación social. El castellano llegó a Andalucía en el siglo XIII, pero no se generalizó en esta zona hasta la conquista del reino de Granada en el siglo XV. Este hecho dio al andaluz algunos de sus rasgos característicos actuales, entre otros, la abundancia del léxico procedente del árabe y la presencia del árabe y de arcaísmos.
Características:
- Seseo
- Ceceo
- Yeísmo
- Relajación de la -ch
- Aspiración de la -h, la -j
- Aspiración de la -s al final de sílaba
- Pérdida de la -s al final de palabra
- Confusión entre -r y -l
- Pérdida de -d
Diglosia
Coexistencia de dos lenguas en la que cada una de ellas cumple una función social. Entre ambas surge un desequilibrio: una de ellas goza de prestigio social, económico y cultural, mientras que la otra queda relegada a un uso familiar.legada a un uso familiar.