T. 1. LA NOVELA DESDE PRINCIPIOS DEL SIGLO XX HASTA 1939
Durante los primeros años del siglo XX, se produce una reacción contra el Realismo y el Naturalismo. En este contexto de renovación intelectual, la crisis política de España, el agotamiento del realismo y naturalismo y por último el influjo de pensadores extranjeros como Nietzsche.
Surge un grupo de autores conocidos como la Generación del 98: Unamuno, Azorín, Baroja, Maeztu, Antonio Machado y Valle-Inclán.
Manifiestan su protesta contra las costumbres decadentes de la sociedad española y pretenden crear un nuevo espíritu y una España mejor.
El tema de España se trata de diferente manera. Sin embargo, todos buscan una imagen de España diferente a la reflejada en los tópicos y en las tradiciones. En el paisaje proyectan su propio espíritu y tratan de captar el alma de Castilla y de sus gentes. Les interesa la Historia del hombre anónimo, la que sucede en la vida cotidiana. En la literatura, retoman autores medievales como Berceo.
El tema existencial abarca:
la preocupación por el sentido de la vida
el papel de la religión en la sociedad y en la vida individual
las dudas sobre la existencia del más allá
los conflictos psicológicos y morales del ser humano.
T. 1. LA NOVELA DESDE PRINCIPIOS DEL SIGLO XX HASTA 1939: (Parte 2)
Su técnica estilística se caracteriza por:
el retorno a la claridad y la sencillez
la presencia de un estilo personal
el interés en expresar las emociones con un léxico preciso e impregnado de valoraciones subjetivas
preferencia por la oración breve, el párrafo corto y la expresión natural.
Miguel de Unamuno es el escritor más peculiar del 98 por su carácter crítico e independiente. Su inquietud y su angustia se muestran en todos los temas que aborda. Libros marcados por un fuerte contenido filosófico, indagan en las complejidades espirituales y psicológicas de sus protagonistas. Toda su obra se basa en la preocupación por España. Destaca su novela Niebla (1914).
Azorín es el escritor del detalle. La sencillez, la brevedad de las frases y el orden caracterizan su técnica descriptiva. La preocupación por el tiempo es su tema principal. Sus obras se acercan más al ensayo que a la novela. Destaca su obra Doña Inés (1925).
Pío Baroja. El tema principal es la protesta contra la sociedad. Escribe “novelas de pensamiento”, en las que expresa un escepticismo absoluto. Destacan La busca (1904), El árbol de la ciencia (1911) y “novelas de acción”, en las que la aventura constituye el argumento central, como Zalacaín el aventurero (1909).
T. 1. LA NOVELA DESDE PRINCIPIOS DEL SIGLO XX HASTA 1939: (Parte 3)
Estilo: predominan los párrafos cortos, la sintaxis sencilla y el léxico claro.
Valle-Inclán es uno de los escritores más originales. Su primera gran obra en prosa son las cuatro Sonatas (1902-1905): Sonata de otoño, Sonata de estío, Sonata de primavera y Sonata de invierno. Sus temas principales son el amor y la muerte.
DEL NOVECENTISMO (O GENERACIÓN DEL 14) A LAS VANGUARDIAS
Los Novecentistas comparten con la Generación del 98 la inquietud por el problema de España, aunque adoptan una postura más equilibrada e intelectual.
Las características generales de este grupo son:
La sólida formación intelectual de sus miembros y su vocación universalista.
Visión equilibrada y racional de los problemas del país.
Compromiso con la sociedad.
Concepción elitista del arte.
Concepción de la novela como género libre.
Predominio del ensayo sobre otros géneros.
Destacan:
Ramón Pérez de Ayala, Gabriel Miró y Ramón Gómez
En el ensayo destacan:
José Ortega y Gasset y Gregorio Marañón
T. 2. LA NOVELA DESDE 1939 HASTA LOS AÑOS 70
La Guerra Civil supuso una ruptura con la literatura anterior y fue un hecho determinante en la vida cultural posterior.
Una de las consecuencias fue el exilio de escritores. Por otra parte, los narradores que se quedan sufren una fuerte censura.
Década de los 40. Durante los primeros años de la posguerra se produce un estancamiento del género narrativo. Surgen dos tendencias en la novela realista, que expresan la lucha del individuo con el destino y dan testimonio de una existencia desoladora y conflictiva. Es Camilo José Cela quien inaugura esta corriente con La familia de Pascual Duarte. La segunda corriente es la novela existencialista, representada por la novela Nada (1945), de Carmen Laforet.
Década de los 50. Se inicia el realismo social cuyo propósito era denunciar tanto la inmoralidad de las clases burguesas como las duras condiciones de vida de los trabajadores. Hay que destacar La colmena (1951), de Camilo José Cela y El Jarama (1955) de Rafael Sánchez Ferlosio.
Década de los 60. Se produjo el final del realismo social. Se pierde la censura y se suma la influencia de modelos europeos y norteamericanos de los años 20, como Kafka.
T. 2. LA NOVELA DESDE 1939 HASTA LOS AÑOS 70: (Parte 2)
El cambio se produjo sobre todo a partir de la publicación de Tiempo de silencio (1962), de Luis Martín Santos, que presenta los siguientes rasgos:
Uso del perspectivismo (diversos enfoques de la misma historia).
Se relega a un segundo plano el argumento: la anécdota tiene un papel más importante. Finales abiertos.
En la estructura desaparece el capítulo y aparecen las secuencias (no numeradas).
Las técnicas más usadas son el contrapunto (combinar diversas historias) y el caleidoscopio (mostrar muchos elementos a la vez).
Se rompe la regularidad temporal, con avances y retrocesos temporales (prolepsis y analepsis).
El protagonista está en conflicto con el entorno o consigo mismo.
Se utiliza el monólogo interior, que reproduce en primera persona los pensamientos de un personaje como brotan de su conciencia, desordenados, caóticos.
T. 2. LA NOVELA DESDE 1939 HASTA LOS AÑOS 70: (Parte 3)
Estilística:
Gran riqueza lingüística. Nuevas palabras.
Desaparece la frontera entre prosa y verso así como la puntuación.
Destacan obras como Cinco horas con Mario (1966), de Miguel Delibes y Señas de identidad (1966), de Juan Goytisolo.
Esta renovación desembocó en el experimentalismo, que causó la creación de obras casi ilegibles, como Oficio de tinieblas 5, de Camilo José Cela. Entre los novelistas españoles exiliados destacables se encuentran Ramón J. Sender con Crónica del Alba (1942 a 1946) y Rosa Chacel con Memorias de Leticia Valle (1945).
LA NOVELA DESDE 1975 HASTA NUESTROS DÍAS
La verdad sobre el caso Savolta (1975), de Eduardo Mendoza, marca un nuevo giro en la narrativa española. A pesar de que incorpora elementos formales que permiten entroncarla con la novela experimental, revela una vuelta al realismo, al viejo placer de contar historias, rasgo que se convertirá en la unión de las modalidades de relato en esta etapa. Utiliza el relato autobiográfico y la narración en tercera persona para desarrollar una historia cargada de interés. Otros autores representativos: Vázquez Montalbán, Álvaro Pombo.
A partir de los 80 y 90 surge un gran número de novelistas nuevos: Javier Marías, Rosa Montero, Julio Llamazares. Novelas muy diferentes en estilo, temas y calidad comparten el panorama literario. Características:
La decadencia de los temas sociales y políticos.
La aparición de nuevos temas como el policíaco y los propios de la novela negra, considerados tradicionalmente como impropios de la literatura de calidad.
La desaparición de los grandes personajes, los protagonistas coinciden con el hombre corriente y están desprovistos de ideales de redención social.
El retorno a las formas tradicionales de narrar, acentuado con el paso de los años.
El uso de registros coloquiales donde aparecen términos de jerga y palabras malsonantes.
La aparición de temas escabrosos como el erótico, las drogas, el mundo del hampa…
LA NOVELA DESDE 1975 HASTA NUESTROS DÍAS: (Parte 2)
La novela de las últimas décadas se caracteriza por:
La continuidad en el uso de formas narrativas tradicionales y por la importancia que se le confiere al relato. Son narraciones sencillas en las que el novelista pretende contar historias de carácter realista.
Según su temática se pueden clasificar en:
Novela histórica: Es uno de los géneros de mayor éxito editorial desde los años 80, en el se engloban obras que pretenden la recuperación de hechos históricos pasados desde distintos puntos de vista. En esa tendencia cabría incluir los relatos sobre la Guerra Civil o la posguerra. El pasado sirve como soporte para una reflexión sobre problemas universales.
Novela de memorias: El jinete polaco de Antonio Muñoz Molina y Memorias de un joven fascista de Francisco Umbral.
Novela lírica o poemática: Aspira a convertirse en un texto creativo, autónomo y a difuminar las fronteras con el género lírico. Manifiesta una marcada tendencia a la concentración máxima. Estas novelas abordan asuntos como el amor, la soledad, la memoria, la propia identidad o la incomunicación. Abundan el elemento onírico y las referencias a mitos y símbolos. Destaca La lluvia amarilla de Julio Llamazares.
LA NOVELA DESDE 1975 HASTA NUESTROS DÍAS: (Parte 3)
Novela de intriga: Adaptación de un producto norteamericano al que los escritores españoles aportan una personalidad propia. Destaca El invierno en Lisboa de Antonio Muñoz Molina.
Novela de pensamiento: cercana al ensayo, se trata de un tipo de narrativa en la que se difuminan las fronteras entre la novela y el ensayo. Un ejemplo de ello es Sefarad (2001), de Antonio Muñoz Molina.
Novela neorrealista o de la generación X: tendencia de los autores más jóvenes; hacer una novela que trata los problemas de la juventud urbana, con una estética muy cercana a la contracultura: Historias del Kronen (1994), de José Ángel Mañas.
T. 9. EL TEATRO DESDE 1940 HASTA NUESTROS DÍAS
El teatro de después de la Guerra Civil se caracteriza por la pobreza a causa de la muerte y exilio de autores, directores y actores y de las presiones comerciales e ideológicas.
En los años 40, el teatro oficial triunfa en los escenarios al saber mezclar elementos tragicómicos con finales felices. Destacan José María Pemán y Joaquín Calvo Sotelo.
El teatro histórico y político invitaba a olvidar la realidad inmediata y cantaba glorias y héroes del pasado.
EL TEATRO DE HUMOR
El teatro de humor, precedente del teatro del absurdo, tiene sus máximos exponentes en: Jardiel Poncela (Eloísa está debajo de un almendro). Trató de crear una comedia inverosímil que rompiera con las formas tradicionales de humor.
En los años 50, en el TEATRO REALISTA están presentes la denuncia social y las preocupaciones existenciales del hombre. Destacan Antonio Buero Vallejo y José Martín Recuerda. Buero Vallejo se inicia en el teatro con Historia de una escalera.
T. 9. EL TEATRO DESDE 1940 HASTA NUESTROS DÍAS
En los años 60, hay un movimiento de renovación centrada en la búsqueda de nuevas formas. Se produce una fuerte reacción contra el realismo mediante un TEATRO EXPERIMENTAL en el que aparecerán alardes formales. Se rompe con las convenciones escénicas de espacio y tiempo. La improvisación desempeña un papel importante. Destacan Francisco Nieva (La carroza de plomo candente, La señora tártara) y Fernando Arrabal (Pic-Nic, El triciclo). Pero son los grupos de teatro independiente los que adquieren más auge: Los Goliardos (Madrid).
Tras la muerte de Franco (1975), el teatro sufre una tremenda crisis. Se montan obras de autores consagrados o se recobran los textos silenciados del pasado inmediato. Pero entonces, que se podía hacer un teatro en libertad, sin censura, el público no asimila los cambios, abandona los teatros y rechaza los montajes vanguardistas que se hacen de Lorca, Valle, Alberti… El teatro debe encontrar un nuevo público y los autores deben aplicar nuevas fórmulas dramáticas.
Como reacción se regresa a un tipo de teatro más convencional, basado ante todo en el diálogo, en la línea del teatro de los años 50. Destacan Antonio Gala (Anillos para una dama), José Luis Alonso de Santos (Bajarse al moro, La estanquera de Vallecas).
En la actualidad podemos destacar entre los dramaturgos más representados a Juan Mayorga: El chico de la última fila, Cartas de amor a Stalin. También podemos destacar la presencia en la escena española de dramaturgas, como Laila Ripoll (Los niños perdidos).