Introducción: El Desastre de 1898 supone la pérdida de sus últimas colonias (Puerto Rico, Cuba y Filipinas) y el comienzo de una crisis económica y social que marca los sucesos del siglo XX. Los intelectuales pretenden renovar tanto la situación del país como las tendencias artísticas. Los modernistas, rebeldes y preocupados por la estética, se orientaron a la frivolidad, el exotismo, el erotismo y la musicalidad, mientras que el grupo del 98 se ocupó del problema de España y de los conflictos existenciales.
Características del Modernismo:
Su preocupación por la estética lleva a estos autores a cuidarla tanto en los temas como en el estilo, siempre combinando una actitud bohemia -porque no se ajustan a las convenciones sociales- y aristocrática por su búsqueda de la belleza y el refinamiento.
- Exotismo
- Cosmopolitismo
- Elegancia
- Mitología
- Arte
- Música
- Espiritismo
- Erotismo
- Misterio
- Predominio de lo sensorial
El estilo está lleno de musicalidad y refinamiento, con un léxico brillante, raro y sugerente, repleto de metáforas e imágenes y no dudan en emplear nuevos metros y estrofas de procedencia francesa o en desuso.
Principales escritores modernistas:
Rubén Darío, nicaragüense, que introduce el movimiento en España, evoluciona del parnasianismo (Azul…) al simbolismo (Prosas profanas) para cada vez usar más el contenido existencial y al desengaño vital (Cantos de vida y esperanza); Manuel Machado (Alma) combina elementos modernistas y románticos con otros populares y andaluces y Juan Ramón Jiménez partirá de una etapa modernista (Arias tristes) en la que manifiesta su obsesión por el paso del tiempo y por la llegada de la muerte.
Características de la generación del 98:
Unidos por el Desastre del 98, emplean un lenguaje sencillo y sobrio para transmitir su preocupación por España y por el sentido de la vida, de ahí que todos los autores utilicen en algún momento el género del ensayo. La novela está estructurada en torno a un único personaje en cuya mentalidad se centra el proceso de cambio, y sustituyen los incidentes por el diálogo. La poesía expresa una visión profunda de la realidad antes que producir placer estético.
Principales autores de la generación del 98:
En la novela destacan Azorín, Baroja y Unamuno; en el teatro, Valle-Inclán y en la poesía, Machado.
Azorín:
Sustituye la trama argumental por la descripción minuciosa, da mucha importancia a los sentimientos y a las inquietudes espirituales de los personajes y utiliza frases muy breves y precisas (Antonio Azorín), además de centrarse en buscar los valores de España (Castilla).
Pío Baroja:
Sus novelas suelen presentar un final abierto y están centradas en la narración, con alguna descripción ligera. Los personajes pasivos y pesimistas reflejan la mentalidad del autor y presentan como elemento común su inadaptación al mundo (El árbol de la ciencia). Consideraba la novela como un género capaz de contener la reflexión filosófica, la descripción psicológica, las anécdotas y las aventuras.
Unamuno:
Escribe nivolas, a las que llama así para burlarse de quienes lo acusan de quebrantar las normas de la novela. Trata los temas de la angustia por la muerte y el problema de España y plantea la respuesta al existencialismo desde la razón, el sentimiento y la voluntad (San Manuel Bueno, mártir y Niebla). Concede prioridad a los conflictos internos de sus personajes frente a otros aspectos de la narración como el ambiente, la acción e incluso la verosimilitud.
Valle-Inclán:
Dramaturgo que comienza escribiendo prosa modernista (Sonatas); presenta el mundo rural gallego en sus Comedias bárbaras) y crea los esperpentos, en los que lo grotesco, lo patético y lo admirable se funden para retratar de manera deformada la sociedad de la época (Luces de bohemia). Presenta personajes que se mueven por motivaciones primarias y elementales, animalizados y cosificados por el autor, tanto en sus gestos como en su lenguaje e incluso en su aspecto físico. Detrás del uso del humor se esconde una sátira brutal y la preocupación por la España de la época.
Machado:
Es un poeta dominado por la melancolía. Su primera etapa es modernista (Soledades), la segunda combina el intimismo con su preocupación por España (Campos de Castilla) y en la tercera opta por un tono filosófico. Su poesía refleja lo que el poeta llamó universales del sentimiento, que son las grandes emociones que afectan al alma en su contacto con el mundo: el tiempo, la muerte y Dios.
Conclusión: El Modernismo reivindica la elegancia y la belleza para alcanzar un reino de fantasía. El grupo del 98 trata dos temas que siguen siendo vigentes: la esencia de España y el sentido de la vida.