– A Coruña:
proviene probablemente de Cluniam, topónimo idéntico al de la capital de los arevacos, hoy Coruña del Conde, en Burgos. Para algunos el origen último de este topónimo sería la palabra latina coloniam, que es la que designa a una población de nueva creación o a una propiedad rural.
– A Estrada: las calzadas romanas eran vías stratas porque estaban construidas por la superposición de distintas capas (arena, grava, losas de piedra.
..). De aquí provienen este topónimo y, por ejemplo, la palabra inglesa street y la alemana Strasse (“calle”).
– Acibeiro: es el lugar donde hay o hubo acebos, que en galego se llaman acivros y en latín ilex aquifolium; si añadimos el sufijo -arium obtenemos este topónimo.
– Armenteira: era Armentariam, relacionado con armentum “rebaño de ganado mayor”.
– Astorga: de Asturicam Augustam, Asturicam por el pueblo prerromano de los ástures y Augustam por el emperador Octaviano Augusto.
– Bembibre: el un sitio donde se puede vivir bien, bene vivere, aunque otra teoría remonta este topónimo a un origen prerromano: Paemeiobris al parecer sería una fortaleza entre dos ríos.
– Bierzo: de [castrum] Bergidum, que en celta y otras lenguas emparentadas proviene de beregh-, “montaña”, y de -dum, “espacio cercado”.
– Bonaval: es un buen valle, bonam vallem. La etimología popular hacen provenir este nombre de las últimas palabras de un herrero llamado Xan Tuorum, que encabezó una revuelta e invocó a la Virgen con las palabras “ven y váleme” para que esta no permitiera que fuese ajusticiado: la Virgen lo hizo morir en el acto.
– Braga: era Bracaram (porque allí había celtas de la tribu de los Bracai y más tarde Bracaram Augustam, tras su derrota ante Augusto en las guerras cántabras. Este emperador la designó capital del conventum iuridicum Bracarensem.
– Caldas/Caldelas: de [Aquas] Caldas, “aguas calientes”, o sea “termas”; Plinio y Ptolomeo las nombran en sus escritos.
– Cartagena: era Carthago Nova, la Nueva Carthago de los fenicios, herederos de los cartagineses, cuya capital era Cartago .
– Castrelo: es Castrellum el diminutivo de castrum, que es “castro, ciudad alta y fortificada”.
– Cebreiro: este topónimo fiene de equos feros, o sea “caballos salvajes”, más el sufivo en -arium; un monte de caballos salvajes sería en latín montem equiferarium, que evoluciónó a montem Ezebrarium y de ahí a nuestro topónimo
– Celanova: sería una cellam (“granero” o incluso “monasterio”) novam (“nuevo”).
– Chantada: de Plantatam, “plantada, vivero”.
– Cimadevila: “encima de la villa”.
– Compostela: es de muy discutida etimología; unos hablan de Campus Stellae porque una estrella indicó a Teodomiro el lugar de enterramiento de Santiago; otros dicen que guardaría relación con compositum tellus, o sea “tierra hermosa”; para otros tendría relación con compositum en su sentido de “enterrado”, por ser el lugar de enterramiento del apóstol; para otros, finalmente, se trata de un topónimo celta compuesto de comboros “escombros” y de steel “hierro”, por ser un escorial de unas minas de hierro.
– Córdoba: (que debería haber evolucionado hasta llamarse Cuerva) proviene del nombre Corduba, formado sobre elementos ibéricos: kor, “piedra” y uba, “río“.
– Couto: un cautum era un lugar cerrado por prevención.
– Donostia: viene de Dono Bastia, por estar dedicado este lugar a San Sebastián.
– Feáns: viene del latín Fenales, que deriva de fenu, que es el heno, o sea la hierba seca cortada para alimentar el ganado.
– Filgueira: Filicariam guarda relación con el filicem, o sea el helecho.
– Fisterra: proviene de Finís Terrae, o sea, “fin de la tierra”.
– Fondevila: fontem es “fuente” y villam era “morada rural”.
– Fonsagrada: de Fontem Sacratam, o sea “fuente consagrada”.
– Fontefría: Fontem Frigidam, “Fuente fría”.
– Fontoira: Fontem Auream, una fuente donde el agua era de enorme calidad y la comparaban con el oro.
– Foz: de Faucem, que quería decir garganta, boca, aquí con el sentido de desembocadura de río.
– Frades: procede de Fratres, “hermanos”, frailes, por existir allí un convento.
– Lavacolla: de lava colea!, o sea, “lava los testículos”; estaría relacionado con la tradición de los peregrinos de lavarse en esa localidad y su río del mismo nombre, estando ya cerca de Compostela.
– León: era donde tenía la sede la Decimam legionem, la décima legión romana
– Louredo: de Lauratium, o sea, lugar donde hay laurum, que en castellano se llama laurel y en gallego loureiro.
– Lugo: un lucum era un bosque sagrado, aunque para algunos este nombre hace referencia al Dios céltico Lugus o a la tribu de los Lougei.
Maceda: está relacionada con un tipo de manzana, la malam mattianam, que precisamente da origen a nombre que nosotros le damos a esa fruta.
– Mérida: de Emérita Augusta, porque fue una colonia que fundó en Hispania Octaviano Augusto para soldados emeriti, o sea licenciados; es curioso que la evolución natural de este topónimo debería haber sido Mierda.
– Milladoiro: un humiliatorium es un lugar donde los peregrinos se arrodillaban al ver, por fin, la ciudad de Compostela, la meta de su viaje.
– Mondoñedo: era Mindunietum, con significado muy discutido.
– Monforte: era un montem fortem.
– Oleiros: es donde hay (había) olleros, fabricantes de ollas, ollas.
– Ortigueira: de Urticariam, lugar donde hay ortigas.
– Orxal: era un sitio donde había cebada, que en latín se dice hordeum.
– Oseira: de Ursariam por haber osos por allí.
– Ourantes: es un topónimo prerromano, Awrantis, “que moja”, referido, claro está, al río que por allí pasa (que, por cierto es el Barbantiño).
– Ourense: para algunos Auriensem guardaría relación con la existencia de oro en la zona; para otros este topónimo estaría relacionado con Awrantis, como en el caso de Ourantes.
– Outeiro: de Altarium, palabra relacionada con altum y que designa un lugar elevado, un otero.
– Padrón: parece tener que ver con que un tal Paterno tuviese allí una finca ([villam]Paterni), pero en portugués un padrâo, del latín petreum, es un marco o monumento de piedra, así que esta etimología es dudosa.
– Pedrafita: de Petram Fictam, “piedra clavada”, refiriéndose a algún menhir, miliario o mojón en la zona.
– Peñalba: de Pinnam Albam, donde albam podría guardar relación con la palabra latina que significa “blanca” o con la raíz indoeuropea alb/alp que significa “monte” o “altura”.
– Pereira: es un lugar donde había piros, perales, aunque también podría provenir de Petrariam, que sería un lugar pedregoso.
– Poio: de Pódium, “lugar elevado”; es la misma palabra que la castellana poyo. Puig en catalán es la misma palabra.
– Pombal: de Palumbalem, “palomar”; paloma en latín es palumbam.
– Ponferrada: de Pontem Ferratam, “puente de hierro”.
– Ponteceso: era Pontem Caesum, o sea, puentecortado; lo raro es que tenga género masculino, cuando la mayoría de localidades que incluyen la palabra pontem en su nombre provienen de un femenino.
– Pontevedra: Pontem Veteram, “puente viejo”.
– Portomarín: de Portum Marini, paso fluvial a cargo de un tal Marino.
– Ribadavia: orilla (ripam) del río Aviá; Aviá, por su parte, proviene de una palabra prerromana que significa “río, humedad, lluvia”.
– Ribeira: Ripariam, “orilla del mar o de un río”.
– Salamanca: Helmantica o Salmantica era una ciudad fundada por los vacceos que estuvo dominada por los vetones y luego por los cartagineses en época de Aníbal (siglo III), hasta la victoria de los romanos sobre estos. Helman era un Dios germano.
– Santiago: aquí hay una ecclesiam Sancti Iacobi.
– Sanxenxo: de Sanctum Ginesium, que también da la forma gallega San Xes, que en castellano es San Ginés.
– Seixo: Saxum es “piedra”, por lo que se llaman Seixo lugares enclavados en zonas pedregosas o con alguna gran piedra destacada.
– Sobrado: proviene de Superatum, que es un lugar que sobresale, como por ejemplo un determinado edificio; también puede ser el último piso de un edificio, como pasa en gallego, donde o sobrado es el desván.
– Tarragona: los Escipiones, durante las guerras púnicas, llamaron Tarraco Nova a la ciudad a la que los cartagineses llamaron Aterako (“la del puerto”).
– Touro: proviene de Taurum, “toro”.
– Triacastela: es un lugar donde hubo tres castros, Triá Castella.
– Veiga: proviene de la raíz ibérica o vasca baika, que es el terreno que rodea a un río (de hecho ibai en vasco es “río”).
– Vigo: de Vicum, aldea.
– Vilaboa: Villam Bonam, una buena villa o casa de campo.
– Vilachá: es una Villam Planam, una villa llana.
-Vilagarcía: era la explotación agropecuaria de un tal García.
– Vilalba: de Villam Albam, “villa blanca”; con todo se ha de tener en cuenta que hay una raíz indoeuropea alb que significa “lugar elevado”, y esa sería otra posibilidad.
– Vilameá: es una finca o lugar situado a media altura en la falda de un monte, Villam Medianam.
– Vilachá: Villam Planam, o sea llana.
– Xestoso: Genistosum es un sitio donde hay genistam, nombre que en latín reciben varias papilionáceas (retamas), como la gallega xesta.
– Xunqueira: Iuncariam es un sitio donde hay juncos, iuncos.
– Zaragoza: de Caesaraugustam, en honor de César Augusto