Teatro de los años 40 y 50
El impacto de la guerra civil sobre el género teatral fue inmenso. A la muerte y al exilio de los autores había que añadir el aumento de las presiones comerciales. En los años 50, al igual que en otros géneros, se escribe un teatro realista y comprendido, pero la censura impidió en muchas ocasiones su representación.
Teatro en los años 40
El teatro de este periodo está condicionado por la sociedad burguesa del momento y dirigido a su ideología. Desde el punto de vista de las representaciones teatrales:
- Teatro cómico heredero del sainete, lleno de situaciones cómicas y chistes lingüísticos.
- Teatro histórico-político: invitaba a olvidar la realidad inmediata y cantar glorias y héroes del pasado.
En la creación dramática:
- El drama portugués: continuación de la comedia benaventina con autores como Joaquín Calvo-Sotelo. Ya sean comedias de evasión o dramas ideológicos, defienden valores conservadores.
- El teatro de humor es lo más interesante del periodo. Enrique Jardiel Poncela, trata de crear una comedia de lo inverosímil, caracterizada por la ruptura con las formas tradicionales del humor. Sus obras chocaron con una crítica y un público cerrados a la comprensión de su originalidad y de su inventiva. Por ello, el autor se vio obligado a reducir sus experimentos. Miguel Mihura escribió en 1932 ‘Tres sombreros de copa’, pero la obra permaneció sin ser representada hasta veinte años más tarde. Mihura ya había renunciado a una línea teatral que lo alejaba del éxito y se había decantado por comedias más convencionales como ‘El caso de la señora estupenda’.
El teatro realista de protestas y denuncia
La década de los 50 se abre con 3 importantes estrenos: ‘Historia de una escalera’ de Antonio Buero Vallejo; ‘Tres sombreros de copa’ de Miguel Mihura y ‘Escuadra hacia la muerte’ de Alfonso Sastre. Buero y Sastre, junto con Lauro Olmo, son los nombres claves de esta generación realista.
- Sus temas abordan problemas de obreros poniendo de relieve las desigualdades sociales y la falta de humanidad. Muchas piezas nunca llegaron al escenario, por lo que puede hablarse de un teatro soterrado.
- Estéticamente predomina el realismo: la escena imita espacios cotidianos con rasgos costumbristas y el lenguaje se esfuerza por reproducir el habla correspondiente a las distintas clases sociales. Alfonso Sastre emplea formas verbales y temas diversos dentro de su constante compromiso. Por su parte, Lauro Olmo en ‘La camisa’, crea un drama proletario con elementos tomados del sainete de Arniches.
La obra teatral de Antonio Buero Vallejo
El dramaturgo de mayor interés durante el periodo franquista es Antonio Buero Vallejo. Su producción, desde ‘Historia de una escalera’, está marcada por el compromiso ante los temas humanos más universales.
- Su género preferido es la tragedia. Con ella pretende la catarsis del espectador. El teatro de Buero es problemático para el espectador, ya que le muestra los problemas pero no les ofrece soluciones.
- El diálogo ocupa un papel importante. El lenguaje de los protagonistas se caracteriza por su densidad, hondura y precisión.
- Los aspectos espectaculares del teatro también adquieren importancia. El espacio escénico suele estar descrito con minuciosidad, porque los objetos, su disposición y el ambiente adquieren una significación concreta. Entre sus obras destacan los dramas históricos, que sirven como modelo de hechos o conductas actuales. También son frecuentes los dramas de personajes con taras, cuyas limitaciones físicas simbolizan las limitaciones humanas para enfrentarse con la realidad.
Teatro de los años 60 hasta la actualidad
En la década de los 60 surge un movimiento de renovación caracterizado por un acercamiento a las corrientes renovadoras que durante el siglo se estaban desarrollando en el mundo como el teatro épico, el teatro underground, el teatro del absurdo, etc.
Nuevas formas de expresión dramática
Los nuevos aires de los 60 traen un alejamiento del teatro comercial y la búsqueda de nuevas formas y técnicas. Surgen los grupos de teatro independiente, colectivos cuya actividad renovadora se desarrolla al margen de los circuitos culturales establecidos, a pesar de los obstáculos políticos y económicos que encuentran.
- Creación colectiva de la obra, en la que todo el grupo aporta ideas para la creación y en la que la improvisación desempeña un papel importante.
- La escasa valoración del texto, que permite potenciar los aspectos más espectaculares del teatro, inspirados en el cabaret, etc.
- Los enfoques críticos que no se limitan a los políticos y a lo social.
- Ruptura de las convenciones escénicas de espacio y tiempo.
Los autores individuales de este periodo se enfrentaron con más obstáculos aún que los representantes del realismo social, ya que continuaron siendo fuertemente críticos y sus novedades estéticas no fueron aceptadas por un público y una crítica muy conservadores. De ahí que podamos hablar de un teatro soterrado o subterráneo. Francisco Nieva etiqueta a su creación como teatro furioso. El simbolismo, los elementos oníricos y la raíz dadaísta caracterizan obras como ‘La carroza de plomo candente’.
- Fernando Arrabal: consiguió fama internacional con una producción escrita en su exilio francés. Su teatro pánico provocador y rebelde recoge elementos de las vanguardias y del teatro del absurdo.
Teatro desde 1975
Tras el fin de la dictadura se producen dos tendencias en el teatro español: la primera consistió en montar obras de autores consagrados; la segunda se proponía recobrar los textos silenciados del pasado inmediato. Como creación se regresa a un tipo de teatro más convencional y accesible al público. Entre los autores más destacados se encuentran:
- Antonio Gala, quien al tema el simbolismo con dramas realistas o recreaciones históricas. Sus protagonistas son especialmente mujeres y sus temas tratan sobre conflictos individuales.
- Jose Luis Alonso Santos: cultiva una comedia que refleja aspectos de la sociedad actual en ‘La estanquera de Vallecas’.
- El actor Fernando Fernán Gómez también dentro del realismo alcanzó su resonante triunfo con ‘Las bicicletas son para el verano’.
- Jose Luis Sanchis Sinisterra, es un autor que combina el teatro tradicional y las formas contemporáneas, en obras que reflexionan sobre la naturaleza del propio teatro.
El panorama de estos últimos años es variado y cambiante. Predomina el teatro comercial e institucional, pero también surgen autores y grupos que realizan sus nuevas propuestas escénicas.