Sócrates
Sócrates, quien vivió en el siglo V a.C. en Atenas, enfrentó un contexto histórico marcado por la Guerra del Peloponeso y el posterior ascenso de Esparta al poder. Después de la restauración de la democracia en Atenas, Sócrates fue acusado de corrupción de menores y de introducir dioses falsos, lo cual llevó a su juicio y posterior condena a muerte en el año 399 a.C.
Planteamiento filosófico
El planteamiento filosófico de Sócrates se resume en su famosa afirmación:
“Solo sé que no sé nada”. Criticó la influencia de los Sofistas, quienes rompieron la conexión entre los ciudadanos y el Estado al negar la sacralidad de las leyes. Sócrates consideraba que creer en la ley era esencial para evitar la anarquía y abogaba por restablecer el compromiso de los ciudadanos con el Estado. También criticó los discursos sofistas, ya que sembraban dudas en lugar de buscar la verdad.
El método socrático se basaba en la idea de que el conocimiento ya reside dentro de cada individuo y debe ser “dado a luz” a través del diálogo. Utilizaba la mayéutica socrática, un diálogo desprejuiciado que reconocía la propia ignorancia como punto de partida. Mediante preguntas inductivas, Sócrates buscaba llegar a una teoría general y a la verdad.
El intelectualismo moral socrático sostenía que solo se puede ser virtuoso si se tiene conocimiento. Creía que nada derivado del conocimiento puede generar mal o prejuicio, y una vez adquirido el conocimiento, no se puede renunciar a él. Para Sócrates, la moral y la virtud estaban estrechamente relacionadas, ya que una persona que conocía el concepto de justicia sería justa, independientemente de su voluntad personal.
René Descartes (1596-1650) fue un filósofo, matemático y científico francés del siglo XVII. Nació en La Haye, Francia, y es considerado uno de los pensadores más influyentes en la historia de la filosofía occidental.
Biografía: Descartes estudió en la escuela jesuita La Flèche, donde recibió una educación sólida en matemáticas, ciencias y filosofía. Después de completar sus estudios, se unió al ejército y posteriormente realizó una serie de viajes por Europa. Durante sus viajes, tuvo la oportunidad de conocer a varios científicos y filósofos prominentes de la época. Finalmente, se estableció en los Países Bajos, donde pasó gran parte de su vida.
Teoría del conocimiento: La teoría del conocimiento de Descartes se basa en el método de la duda metódica. Buscando alcanzar un conocimiento seguro y fundamentado, Descartes sometió a duda todas las creencias y conocimientos adquiridos hasta ese momento. A través de la duda, buscaba identificar verdades indudables. Llegó a la conclusión de que la única verdad indudable era su propia existencia como ser pensante, expresada en la famosa frase “pienso, luego existo” (cogito ergo sum). A partir de esta certeza, intentó reconstruir el conocimiento partiendo de fundamentos sólidos.
Crítica a la idea de causalidad: Descartes cuestionó la noción tradicional de causalidad que se basaba en la idea de que una causa específica produce un efecto necesario. Argumentó que la causalidad no podía ser demostrada de manera concluyente, ya que nuestras percepciones y juicios pueden estar sujetos a engaños. En cambio, Descartes propuso una concepción causal mecánica en la cual los cuerpos se comportan de acuerdo con leyes matemáticas y pueden interactuar de manera predecible.
Crítica a la idea de yo: Descartes también cuestionó la idea tradicional del “yo” como una entidad sustancial y permanente. Argumentó que nuestras experiencias y pensamientos cambian constantemente, lo que hace difícil sostener la existencia de un “yo” inmutable. En su lugar, Descartes afirmó que la identidad personal se basa en la continuidad de la conciencia y la memoria.
Crítica a la idea de sustancia: En cuanto a la idea de sustancia, Descartes propuso una teoría dualista que distinguía entre la res cogitans (el alma o la mente) y la res extensa (la materia o el cuerpo). Sin embargo, algunos críticos argumentaron que esta distinción planteaba problemas filosóficos y desafíos para explicar la interacción entre mente y cuerpo.
Crítica a la idea de Dios: Aunque Descartes fue un creyente en la existencia de Dios, su filosofía incluyó una crítica a la idea tradicional de Dios como garante de la verdad y la certeza. Descartes buscó establecer verdades y conocimientos fundamentados en la razón y en la evidencia clara y distinta, sin depender exclusivamente de la fe religiosa.
Crítica a la idea de existencia: Descartes llevó a cabo una duda radical que buscaba cuestionar incluso la existencia del mundo externo. A través del argumento del “genio maligno” o “demonio engañador”, planteó la posibilidad de que nuestras percepciones y experiencias fueran ilusorias y que el mundo externo fuera una construcción de nuestras mentes. Sin embargo, concluyó que, incluso si fuera engañado, existiría como ser pensante.
Ética: En su obra “Meditaciones metafísicas”, Descartes abordó la cuestión de la ética y la moral. Propuso una ética basada en la claridad y la distinción entre lo verdadero y lo falso, y argumentó que la virtud consiste en el uso correcto de la razón para alcanzar la verdad. También defendió la libertad de la voluntad y la responsabilidad moral de los individuos.
En resumen, Descartes fue un filósofo racionalista que revolucionó la filosofía al introducir el método de la duda y buscar fundamentar el conocimiento en la razón y la evidencia clara y distinta. Sus críticas a la causalidad, el yo, la sustancia y la existencia, así como su enfoque en la ética y la moral, siguen siendo temas de debate y estudio en la filosofía contemporánea
Karl Marx (1818-1883) es conocido como el padre del materialismo histórico y el socialismo científico. Su trabajo se basó en varias influencias, incluyendo la filosofía hegeliana, el socialismo francés y la economía política inglesa.
Hegel fue una influencia fundamental en el pensamiento de Marx. Marx adoptó la concepción de Hegel de que la historia sigue leyes y que todo tiene un propósito o sentido. Sin embargo, Marx rechazó la idea de la contingencia y desarrolló su propio enfoque materialista.
La izquierda hegeliana, a la que Marx inicialmente se unió, defendía la intervención humana a través del conocimiento de las leyes. Sin embargo, Marx los criticó por no ir más allá de la crítica académica y la demanda de derechos políticos.
Feuerbach también influyó en Marx con su defensa del materialismo, pero Marx lo criticó por su enfoque mecanicista y puramente teórico.
En cuanto a la economía política, Marx se basó en las ideas de Adam Smith y David Ricardo. Estos economistas ingleses consideraban el papel del trabajo en la actividad industrial. Marx adoptó la teoría del valor trabajo y desarrolló su concepto de plusvalía, argumentando que la explotación de los trabajadores por parte de los empleadores generaba desigualdades sociales.
Marx también criticó a los socialistas utópicos, como Fourier, Cabet, Owen y Saint-Simon, por su enfoque teórico y visionario, que no buscaba transformar la realidad de manera concreta.
El materialismo histórico fue la base del pensamiento de Marx. Según esta teoría, la forma en que se organiza la producción determina las condiciones sociales, políticas y espirituales de una sociedad. Marx afirmó que las relaciones de producción son independientes de la voluntad humana y que la lucha de clases es un motor fundamental en la historia.
En la estructura de la sociedad según el materialismo histórico, la infraestructura es la base económica que incluye las condiciones materiales y las relaciones de producción. La superestructura comprende las formas de conciencia (ideología) y la estructura jurídico-política, que abarca las instituciones y el poder político.
En resumen, Marx fue influenciado por la filosofía hegeliana, el socialismo francés y la economía política inglesa. A partir de estas influencias, desarrolló el materialismo histórico y el socialismo científico, criticando a los utópicos y proponiendo un enfoque basado en la lucha de clases y la transformación social.
Alienación, según Marx, es el estado de autoextrañamiento en el que el individuo no se identifica con su verdadera naturaleza y no logra sentirse realizado. Marx analiza diferentes formas de alienación que ocurren en la sociedad capitalista:
-Alienación económica: Surge de la propiedad privada de los medios de producción y la división del trabajo. Los trabajadores se ven separados de los productos de su trabajo y son explotados por los propietarios. Además, la monotonía y falta de creatividad en el trabajo aliena a los individuos.
-Alienación política: Se refiere a la falta de identificación con las leyes y el sistema político. La desigualdad en la aplicación de las leyes y la protección de los intereses de clase generan desconfianza y alienación en los individuos.
-Alienación filosófica: Marx critica a la filosofía tradicional por ser teórica y no tener una dimensión práctica. La filosofía debe transformar la realidad en lugar de solo interpretarla.
-Alienación religiosa: Marx considera que la religión distrae a las personas de enfrentar los problemas reales al proporcionar consuelo y escapismo. En una sociedad comunista sin sufrimiento, la religión desaparecería.
La propuesta de Marx para superar la alienación y el sistema capitalista es mediante una revolución proletaria y la instauración de una dictadura del proletariado. Esto conduciría a una sociedad comunista sin clases y sin explotación, donde los medios de producción serían colectivizados.
En comparación con Kant, ambos filósofos buscan la justicia y la igualdad en la sociedad, aunque desde perspectivas diferentes. Kant enfatiza el trato de las personas como fines en sí mismas, mientras que Marx se centra en criticar y transformar el sistema capitalista. Ambos plantean la importancia de una sociedad más equitativa y justa.