d) El s. XIII: en el año 1212 los almohades fueron derrotados en la batalla de las Navas de Tolosa por Alfonso VIII de Castilla, con esto Al-Andalus perdió su fuerza y los territorios musulmanes pasaron a manos cristianas con una gran rapidez. Ahora destacan los siguientes reinos:
- 1ª Castilla y León: en el año 1230 el rey Fernando III volvió a unir los 2 reinos de forma definitiva formando la Corona de Castilla. Esto dio una gran fuerza al reino, que conquistó el valle del Guadalquivir tomando Jaén, Córdoba, Sevilla y también Murcia para frenar la expansión de Aragón. A Fernando III le sucede su hijo Alfonso X el Sabio, quien reconquistó Cádiz y Huelva, pero este rey era más importante como intelectual que como rey.
- 2º Portugal: también avanzó hacia el sur hasta completar su actual territorio tomando la región del Algarve.
- 3ª Aragón: destacó el rey Jaime I, quien reconquistó las Baleares y el Reino de Valencia, pero tuvo que frenar su reconquista al toparse con Castilla en Murcia.
e) S. XIV y XV: tras el siglo XIII solo quedó en manos musulmanes el Reino Nazarí de Granada, aunque su conquista fue lenta y dificultosa. Ahora destacan los siguientes reinos:
- 1ª Castilla: destaca el rey Alfonso XI, quien reconquistó la zona del Estrecho de Gibraltar, pero tras su muerte estalló la guerra civil entre sus hijos Pedro I y Enrique II, triunfando Enrique II, y esto frenó la reconquista hasta que en 1492 los Reyes Católicos conquistaron el Reino de Granada, acabando así la Reconquista.
- 2ª Aragón: ya no podía seguir avanzando hacia el sur porque chocaba contra Castilla y comenzó su expansión por el Mediterráneo en Italia y Grecia.
La Repoblación
La repoblación era la ocupación pacífica de tierras ya reconquistadas para asentarse en ellas y trabajarlas. Al principio fue espontánea con nobles que buscaban más tierras, monjes que buscaban lugares para fundar monasterios y campesinos aislados que querían tierras para trabajarlas. Desde el s. X se hizo más oficial y estaba dirigida por los reyes. El sistema habitual era la presura, que era un permiso para tomar tierras con tal de probarlas, trabajarlas y defenderlas de los moros. Por eso, al principio abundaban los pequeños campesinos libres. Las ciudades también se repoblaron y para atraer a la población se les concedían los fueros, que eran un conjunto de leyes y privilegios que se daban a los municipios para liberarlos de los señores feudales. También algunas aldeas pasaron a depender de la ciudad, formándose las llamadas comunidades de Villa y Tierra. La iglesia también creó monasterios en zonas despobladas y se hizo con una gran cantidad de tierras y un gran poder económico. Los principales monasterios fueron Ripoll y Poblet en Cataluña, San Juan de la Peña en Aragón, Leire en Navarra, San Millán de la Cogolla en Sahagún, León. También tuvieron mucha importancia las órdenes militares con monjes guerreros que defendían las tierras conquistadas, como la Orden de los Templarios (Ponferrada) y después la de Santiago, Alcántara, Calatrava y la de Montesa (Aragón). Las zonas más repobladas son la cuenca del Duero, la zona de Barcelona, Mallorca y La Mancha.
La Sociedad: El Sistema Feudal
El feudalismo es el sistema socioeconómico propio de la Edad Media, en el que destaca el acto del vasallaje por el que un hombre libre, el vasallo, contraía unas obligaciones con otro superior a él a través de un juramento de fidelidad. El vasallo se comprometía a prestar ayuda armada y consejo al señor, y a cambio, el señor se comprometía a defender al vasallo y a mantenerlo. Para esto, le concedía un terreno llamado el señorío o feudo. En este feudo, el vasallo no solo tenía la propiedad del terreno, sino que tenía derechos, como el de hacer justicia, reclutar hombres para la guerra, recibir rentas de los campesinos por usar la tierra y los servicios como los molinos, los puentes, los hornos. Además, los campesinos tenían la obligación de trabajar algunos días gratis en las tierras del señor, y los campesinos acabaron unidos a las tierras para impedir que se marcharan a las ciudades.
Economía: La Mesta
La agricultura era de subsistencia, es decir, la consumía la propia familia que la producía y casi no quedaba nada para comerciar. Según avanzaba la reconquista, había más tierras para cultivar, algunas muy fértiles y de regadío como el Ebro, el Guadalquivir y Levante. Hubo años de malas cosechas que producían varias crisis con hambre y epidemias, por eso la mortalidad era alta y la población apenas crecía. En ganadería, destacaba la ganadería ovina para obtener lana para la industria textil. Esta ganadería era transhumante y desde las montañas de León, La Rioja, Soria y Segovia, los rebaños marchaban en invierno a las zonas de pasto de La Mancha, Extremadura y Andalucía. Para esto, había unos caminos llamados cañadas, destacando las Cañadas Leonesas, Segoviana y Conquense. Los rebaños provocaron conflictos con los pastores, y para defenderse crearon el Honrado Concejo de la Mesta, fundado por Alfonso X el Sabio. La Mesta agrupaba a los propietarios del rebaño, que eran nobles y órdenes militares, y tuvieron un gran poder en España hasta el s. XIX.
La España de las 3 Culturas
Durante muchos siglos convivieron en España tres culturas: cristiana, musulmana y judía. Con épocas con mejor o peor relación, llegando al máximo con la Escuela de Traductores de Toledo, fundada por Alfonso X, con intelectuales de las tres religiones. En ella se tradujo al latín y al castellano las obras islámicas y de la antigüedad clásica. También hubo importantes científicos y filósofos musulmanes como Maimónides, y poco a poco los reinos cristianos del norte fueron asumiendo la cultura del Al-Andalus. Europa también, a través del Camino de Santiago, que entraba en la península por Roncesvalles y atravesaba Navarra, La Rioja, Burgos, Palencia, León y Galicia. Esto se llama el Camino Francés. Durante la Edad Media, la cultura estuvo en manos de los eclesiásticos de los monasterios, como los de Sahagún, Silos y Ripoll. Aquí destacaba el trabajo de los cistercienses, otros monjes estudiaron la astronomía, matemáticas, música, etc. Pero la cultura no estaba al alcance del pueblo, que en su inmensa mayoría eran analfabetos. También hubo mucha importancia en el progreso de las lenguas romances como el castellano, el gallego, el catalán y el portugués, aunque el latín seguía siendo la lengua culta. En literatura, se desarrolló la poesía con 3 vertientes: la juglaresca con el Cantar del Mio Cid, los trovadores con poesía de carácter cortesano y la clerical con Gonzalo de Berceo. Posteriormente, destacan otros autores como el Arcipreste de Hita, Don Juan Manuel, Jorge Manrique y el Marqués de Santillana. En lengua catalana, destacó Ramón Llul. Desde el s. XIII se empezaron a desarrollar las universidades en las ciudades, destacando las universidades de Huesca y Lérida en Aragón, la de Palencia en Castilla y la de Salamanca en León. En arte, a lo largo de la Edad Media se desarrollaron varios estilos: entre el S. VIII y X destaca el arte asturiano y el mozárabe, en los S. XI y XII se desarrolla el románico y entre los S. XIII y XV se desarrolla el gótico. Además, se desarrolla el mudéjar con influencia musulmana.