AÑOS 70
En los años 70 surge la generación del 68 cuyas características más importantes son: su evolución hacia formas tradicionales del relato en las que la anécdota vuelve a cobrar importancia, a pesar de que se inician en la narrativa experimental; la organización de la trama según géneros menores y la desvinculación del compromiso social y político.
Eduardo Mendoza publicó La verdad sobre el caso Savolta, una novela clave en su momento, de gran éxito debido a su argumento claro y personajes delimitados. Se utilizan recursos técnicos como la mezcla de materiales narrativos diversos, el desorden cronológico, variedad de registros lingüísticos. Otros autores son Montalbán, Álvaro Pombo, Luis Mateo Díez y José María Merino.
Las tendencias narrativas de esta generación siguen vigentes en la novela de hoy en día y son reafirmadas por autores de la generación del 80 como Javier Marías, Llamazares, Antonio Muñoz Molina y Almudena Grandes.
ACTUAL
En las dos últimas décadas destaca el formidable auge de la narrativa, género de moda ramificado (poli…)
Abolición a la censura: se produjo una evidente euforia entre escritores y público ante la posibilidad de volver los años de la guerra y el franquismo sin restricciones o contra historias eróticas.
El placer de contar: tras el experimentalismo de la segunda mitad de los 60, a la zaga de Tiempo de silencio, se produjo en los años de transición una recuperación del argumento contado de manera tradicional.
La posmodernidad: la teoría expuesta por Umberto Eco explica que hoy en día es imposible ir más allá de la vanguardia o el modernismo sin repetir soluciones anteriores. Lo posmoderno se identifica con la ironía y amenidad, manifestada en rasgos como: la recuperación de conocidos subgéneros narrativos como novela negra, la reflexión humorística de la creación, la confusión y mezcla de géneros y el importante papel que desempeñan el juego y el azar y la renuncia a utilizar la novela en defensa de una determinada ideología.
Apoyos institucionales: editoriales e instituciones públicas o privadas apoyan a la literatura narrativa, se crean premios de novela en autonomías y capitales de provincia. Los editores también convocan certámenes e intentan descubrir jóvenes talentos.
El cine: elemento favorable en la difusión de la novela, no solo con la aportación de procedimientos narrativos, sino al popularizar la amplísima serie de títulos sobre los que se han llevado a cabo versiones cinematográficas.
La guerra civil y el franquismo: casi siempre desde la óptica de los perdedores, es el tema central de bastantes novelas publicadas en la época de transición, entre ellas la serie Herrumbrosas lanzas de Juan Benet. El régimen recreado desde el punto de vista juvenil en Un día volveré de Juan Marsé. Actuales son Soldados de Salamina de Javier Cercas, El corazón helado de Almudena Grandes o La noche de los tiempos de Muñoz Molina.
Novela Histórica: el éxito que tuvo en España El nombre de la rosa de Umberto Eco y Memorias de Adriano de Marguerite Yourcenar contribuyeron al asentamiento y expansión de la novela histórica en España, como es la novela citada La verdad sobre el caso Savolta de Mendoza. También destacan El hereje de Delibes y en la actualidad autores como Pérez-Reverte…
Novela policiaca: no tenía tradición en España, durante los primeros años de democracia surge un relato de intriga relacionado con el cine negro. Destaca la serie narrativa de Montalbán o El misterio de la cripta embrujada de Mendoza. También Pérez-Reverte obtiene éxito con La tabla de Flandes.
Metanovela: son narraciones que tienen como tema la literatura, la creación literaria e incluso el proceso de escritura de la misma novela que el lector tiene entre sus manos. Destacan aquí Los juegos de la edad tardía de Luis Landero. También destacan obras de Enrique Vila-Matas con Doctor Pasavento.
Novela de la vida cotidiana: aquí se incluyen numerosos títulos cuyo denominador común es la descripción de la existencia cotidiana de individuos corrientes que viven en lugares muy diferentes a España o un país extranjero, como es la ciudad de Oxford en Todas las almas de Muñoz Molina. También se puede incluir aquí las novelas urbanas cultivadas por autores más jóvenes: temas como la búsqueda del trabajo, los amores, drogas… Historias del Kronen de Ángel Mañas.
Novela poética o filosófica: encontramos un estilo muy cuidado que puede ser calificado de prosa poética. Algunas obras se centran en la evocación de ciertos acontecimientos situados en un pasado bastante remoto como la infancia o la primera juventud. Mortal y rosa de Francisco Umbral o Lluvia amarilla de Llamazares.
Novela del desencanto: caracterizada por la reversión de la historia española reciente, para dibujar la cara menos complaciente de la transición política española y la pérdida de las ilusiones por parte de los jóvenes izquierdistas de comienzos de los años 60. Lo que esconde tu nombre de Clara Sánchez.