El pretexto fue la voladura y hundimiento de un barco norteamericano, el Maine, en el puerto de La Habana. Mckinley culpó a Es de ello. Acusaron de la voladura a agentes españoles y enviaron un ultimátum a Es. El Gobierno español negó lo ocurrido, pero EEUU le declararon la Gª y consiguieron el control de Filipinas. En la batalla de Santiago de Cuba Es perdíó casi toda su flota y se vieron obligados a salir de Cuba. En Diciembre Es firmó la Paz de París, donde reconocía la independencia de Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Mediante dicho tratado Es abandonó sus demandas sobre Cuba y declaró su independencia. Filipinas, Guam y Puerto Rico fueron cedidas a los EEUU. El tratado se firmó sin la presencia de los representantes de los territorios invadidos, lo que provocó un gran descontento entre la población, especialmente Filipinas, que acabaría enfrentándose contra los EEUU en la Gª Filipino-Americana 2. La pérdida de las colonias provocó en Es una crisis general, social, política, eco y moral. Se le llama “El Desastre del 98”. Provocó una reacción social muy crítica. Se culpaba a los políticos del turno, q consideran al sistema corrupto y liderado por personas incompetentes. Aparecieron corrientes como el Regeneracionismo o la Generación del 98, q canalizaban el pensamiento. Desde el punto de vista político, se criticó al sistema de la Restauración. A los liberales y conservadores se les culpaba de infravalorar la situación colonial, a los EEUU y a su declaración de Gª. A pesar de ello se mantuvo el régimen. Desde el punto de vista eco, Es perdíó ingresos al no tener el control de los impuestos cubanos, del comercio colonial y las tasas aduaneras. Se atenuó gracias a q los empresarios españoles cerraron sus negocios, repatriaron los capitales e invirtieron su dinero en empresas del País V, Cataluña y Madrid. A principios del sXX se redujo la Deuda Pública y bajó la inflación. Desde el punto de vista moral y psicológico, provocó una crisis de conciencia social, ya q Es había dejado de ser el mito de 1er Imperio colonial de Europa. Se produjo el reparto de África entre las potencias europeas, en el q Es apenas obtuvo territorios. Desde el punto de vista de los nacionalismos, se refuerzan y aumentan el nº de afiliados, aprovechando la Gª y las críticas al sistema. En Cataluña ganan el apoyo de la burguésía y la “Lliga Regionalista” alcanza poder como para convertir el territorio en una mancomunidad hasta la dictadura de Primo de Rivera. También ocurríó lo mismo en el País V; el Partido Nacionalista Vasco cambió su radical ideología y consiguió el apoyo de la burguésía. Además, aparecieron dos movimientos q pretendían salvar a Es de la situación: El Regeneracionismo contaba con importantes personas del mundo de la cultura y de la ciencia. Hablaban de la necesidad q tenía el país de “regenerar el sistema político” para volver a ser tenido en cuenta en Europa. Tuvieron fuerza en toda Es, sobre todo en Madrid y Barcelona, y fue apoyado por las clases medias. Uno de sus líderes fue Joaquín Costa, q hablaba de dejar atrás los mitos de un pasado glorioso y de la necesidad de modernizar la economía y la sociedad, y de acabar con el analfabetismo. Se resumía en: “Escuela y despensa y siete llaves al sepulcro del Cid”. Con “escuela”, quería decir q era necesaria la alfabetización y el desarrollo de la cultura. Con “despensa”, quería decir q Es debía superar la crisis económica y estar al nivel europeo. En cuanto a “las siete llaves del sepulcro del Cid”, querían acabar con el mito del imperialismo español y sentar las bases para partir de la realidad. La Generación del 98 fue un movimiento intelectual y literario q reuníó a escritores como Unamuno, Valle-Inclán, Azorín o Pío Baroja. Analizaban la situación de Es con gran pesimismo. Veían un país atrasado política, eco y culturalmente. Con sus obras intentaban colaborar en la renovación del país. Otro sector q soportó críticas fue el ejército. Lo consideraban anacrónico, anticuado, mal dirigido y con gran parte de culpa. Los militares reaccionaron aislándose y culpaban a los políticos. Un sector de este se convencíó de volver a influir en la vida política española y la intención de Cánovas de acabar con la intervención en el gobierno de los militares fracasó. 3. Tras el Desastre, el gobierno liberal de Sagasta decidíó hacer un nuevo turno para intentar salvar el sistema. Subíó al poder Francisco Silvela, nuevo dirigente de los conservadores. Pero el Partido Conservador tendrá problemas internos ya q no había surgido un verdadero líder q les evitara enfrentamientos por el poder. Sagasta presentó su dimisión y la regente, Mª Cristina de Habsburgo, llamó a Silvela para formar un nuevo gobierno. Se convocaron elecciones a Cortes para conseguir la mayoría de diputados. Silvela quiso llevar a cabo una política regeneracionista. Para ello se rodéó de: – una nueva generación de políticos jóvenes, q no habían participado en la etapa anterior y no podían ser calificados de corruptos. – Militares como el General Polavieja. – Nacionalistas catalanes como Manuel Durán y Bas. Estos fueron dos ministros clave que se enfrentaron por tener visiones contrarias. Durante el gobierno, se quisieron llevar a cabo reformas q contemplaban un proceso de descentralización administrativa y una reforma fiscal. Ésta última generó un descontento social, ya q supuso un aumento de la inflación y de los precios de alimentos y productos de 1ª necesidad. Polavieja antepónía a la descentralización y reforma fiscal, la reforma del ejército para reforzarlo moralmente. El segundo quería lo contrario. Esto provocó q el plan de reformas de Silvela no se llevase a cabo, fracasando su política regeneracionista. El gobierno de Silvela se mantuvo hasta 1901, pero acuerda un nuevo turno con Sagasta, el cual fue nombrado presidente del gobierno. En 1902 acaba la Regencia de Mª Cristina, con la mayoría de edad del príncipe Alfonso y su coronación. El turno desaparecíó en 1923 con la Dictadura de Miguel Primo de Rivera. Hasta entonces se enfrentó a graves problemas (Semana Trágica de Barcelona, crisis de 1917). Incluso se acordaron “gobiernos de concentración” con ministros de los dos partidos mayoritarios. En el conservador no se encontró un líder hasta q aparecíó Antonio Maura. En 1904 murió Sagasta y lo sustituyó en 1907 José Canalejas. Estos mantuvieron el turno hasta 1912, tras la muerte en atentado terrorista de Canalejas. El fracaso de Silvela y sus intentos regeneracionistas, hicieron que estas ideas sólo se quedaran en eso para los partidos del sistema del turno.