TEMA 9: EL FUNCIONALISMO Y LAS DÉCADAS 40-50
Arquitectura de la primera mitad del siglo 20
Tras el final de la 2 Guerra Mundial el mundo entró en la era atómica. Emergieron de la guerra EEUU y la URSS. En pocos años desaparecían los imperios coloniales. El Tercer Mundo empezaba a levantarse. Por otra parte, el capitalismo cambiaría su rostro y comenzaría su carrera por transformar las sociedades industriales en sociedades de consumo.
El arte no es ajeno a todos estos procesos, y en la arquitectura se puede apreciar bien. La arquitectura y el diseño, como la sociedad, sufrieron grandes cambios e hicieron frente a tensiones nuevas y diferentes. Los artistas buscaron soluciones nuevas, pero provénían de una tradición que no podían ignorar. Se trata de un proceso dialéctico entre la fidelidad a la tradición y la necesidad de la innovación.
Carácterísticas y tendencias de la arquitectura
El funcionalismo:
Durante el Siglo XXX se producen una serie de cambios en la arquitectura, pero sin que pueda encontrarse un rumbo fijo. El funcionalismo es una corriente que se ramifica. El lema de la nueva arquitectura es la forma sigue a la función. La belleza está en la forma que se corresponda con la función. El Racionalismo está en la base de este modo de entender la arquitectura.
Se dejan atrás los principios del art-noveau para centrarse en la función, porque la comodidad es la fuente de la belleza. Los ornamentos sobran.
Carácterísticas:
La utilización de nuevos materiales (metal, cristal y hormigón armado). Simplicidad de las formas. Líneas rectas y superficies simples. Vuelta a las formas elementales de la geometría: cubo, esfera… La eliminación de todo lo que sea ornamento de la manera que menos es más. El funcionalismo es el protagonismo que fue adquiriendo la clase obrera, haciendo edificios pensando en las necesidades de quienes los deben habitar. Esto llevó a abaratar los costes de la construcción y a la supresión de los elementos decorativos.
Mies Van der Rohe y Le Corbusier
La Bauhaus, en Alemania, supuso una revolución y fue el primer movimiento que intentó unificar el arte con la técnica (se busca la belleza también en la producción industrial. Walter Gropius hizo del lema “la forma sigue a la función” el principio básico de la Bauhaus.
Gropius dejó la Bauhaus, que fue dirigida por Mies Van der Roher desde 1930 hasta 1933, un arquitecto reconocido. En el año
1922 conocíó a Mondrian, el cual le influenció. En 1937 dejó Alemania y se trasladó a EEUU.
Los materiales fueron uno de los intereses centrales (acero, vidrio, ladrillo, piedra y mármol). Los muros cortina (de vidrio) fueron carácterísticos de los rascacielos. Como en el edificio Seadram o IBM de Chicago.
Le Corbusier (1887-1965) Su impacto en el mundo de la arquitectura contemporánea ha sido inmenso. Marcó una línea divisoria en la historia de la arquitectura. El movimiento racionalista está unido a Le Corbusier. Dejó claros los principios de la nueva arquitectura (el uso de pilares de hormigón armado, la terraza jardín, la planta libre, las ventanas longitudinales y la fachada libre). Estos principios pueden apreciarse en La Villa Saboyá. La Carta de Atenas es el manifiesto por excelencia del urbanismo del Siglo XXX, y se basa en cuatro necesidades: habilidad, ocio, comunicación y trabajo. La ciudad debe ser habitable y también un lugar de comunicación.
Una de las aportaciones más discutidas de Le Corbusier es la vivienda como máquina para habitar. Las viviendas deben ser dignas y funcionales, prácticas y funcionar. Predominarán las líneas rectas. Le Corbusier hace verdaderas obras de arte, como La Capilla Notre Dame du Haut, en el que el juego entre luz, volúMenes y formas se expresa en un lenguaje arquitectónico.
El organicismo
Como reacción al funcionalismo, el valor expresivo de los materiales y las formas comenzaron a acentuarse. Aparecíó el hormigón, al que se le exprime mediante formas parabólicas y las llamadas bóvedas-membranas, de forma que se pretende que la obra se inspire en la naturaleza orgánica. Sus arquitectos claves son Wright y Alvar Aalto.
Carácterísticas:
Tiene relación con el hombre y la naturaleza, las obras deben estar inspiradas en la naturaleza, deben ser sostenibles, arquitectura adaptable y muy flexible, hecha con materiales que permitan la flexibilidad como el hormigón, satisfacer al ser humano y responder a las necesidades sociales y físicas, importancia a los espacios interiores.
Frank Lloyd Wright
Wright tuvo una larga vida en la que asistíó al ascenso imparable de su país al rango de primera potencia mundial. Fue una de las figuras más importantes de la arquitectura entorno a los años 50 y sus obras son claros ejemplos de la integración de la arquitectura en la naturaleza. La Casa de la Cascada se proyectó en 1935. Fue diseñada como casa de campo. La principal aportación de Wright al Estilo de la Pradera fue conseguir que las estancias interiores estuviesen abiertas unas a otras superando así el concepto anterior de estancias interiores como habitáculos cerrados. Su idea da mucha amplitud y luminosidad al interior de las viviendas. El Estilo de la Pradera se caracteriza por el predominio de las líneas horizontales, los tejados a cuatro aguas y grandes aleros que sobresalen de la construcción. Otra obra importante fue el Museo Guggenheim de NY.
La Casa de la Cascada prescinde de los techos a dos o cuatro aguas y cambia los aleros por terrazas. La obra mantiene una gran armónía con el entorno e inspira serenidad. La integración en el entorno es magnífica y se han tomado los elementos del entorno para conseguir esta integración. Los elementos horizontales ofrecen un fuerte contraste. La planta principal ofrece una vista en tres direcciones. Dos terrazas, de horizontalidad marcada, una se abre al curso del río mientras que la otra nos permite acceder a la visión de las rocas y la cascada. En la misma planta una espléndida galería nos hace acceder al bosque.
Alvar Aalto
Fue un maestro en la utilización de materiales como el acero, el cristal y el hormigón. Funda su estudio y se manifiesta como seguidor los principios funcionalistas. Le encargaron el Pabellón de Finlandia para la Exposición Internacional de París en 1937.
Viajó a EEUU, donde proyectó la Baker House. Vuelve a Finlandia y se dedica a dirigir la Oficina de Reconstrucción después de la guerra. En la década de los 50 realiza en París la Maison Carré.
Diseño
El diseño industrial comenzó en el Siglo XIX cuando el capitalismo inició la producción a gran escala. Peter Berhens fue el primer diseñador industrial reconocido como tal y ejercíó gran influencia en Walter Gropius.
La Bauhaus
Esta escuela tenía como objetivo directo hacer que sus estudiantes se introdujesen en los principios del diseño industrial. En su evolución adoptó una teoría tripartita: formación en dibujo, artesanal y científico-técnica. La Bauhaus evoluciónó, pero manteniendo sus principios, entre los que destaca que el diseño no está en función de las minorías selectas, sino que debe ponerse en función de las necesidades populares.
Existen tres etapas en la vida de la Bauhaus: En Weirnar de 1919 a 1925, en Dessau de 1925 a 1932, en Berlín de 1932 a 1933.
BLOQUE X: LOS AÑOS 60 Y 70
Tras la Segunda Guerra Mundial lo que podríamos llamar «centro geográfico del arte» cambiará de Europa (fundamentalmente París) a Estados Unidos. Este país consiguió hacerse con el mercado del arte, pues el dinero estaba allí disponible por el surgimiento del capitalismo de consumo—que unos años más tarde desembarcará en Europa—y el nacimiento de una nueva clase media que consumía arte. El «traslado» había comenzado antes de la guerra, cuando en Alemania fueron prohibidas las obras que los nazis denominaron arte degenerado (Entartete Kunst) y muchos artistas se trasladaron a EEUU y continuaron produciendo allí. Además, a partir de 1945 el MOMA (Museo de Arte Contemporáneo de Nueva York) impondrá—parece que apoyado generosamente por el Departamento de Estado—su interpretación del arte del Siglo XX: las cumbres son las obras en poder del MOMA y se olvidan a todos los artistas no representados allí. Es cierto que algunos artistas importantes se quedaron en Europa (el caso de Emil Nolde, que acabó pintando en acuarelas en papel), pero no ejercieron la función de guías del arte dada la situación. De hecho, puede decirse que las vanguardias se trasladaron a Nueva York, y los estadounidenses supieron sacar provecho de esta situación. Basta examinar la evolución del Salón de París (reinaugurado en 1944 con una mezcla de vanguardias anteriores a la guerra y una desdibujada nueva generación) para darse cuenta de la realidad. No cabe duda de que Picasso era ya la estrella en el firmamento de la pintura, reconocido en Estados Unidos, pero cabe recordar que en 1944 se afilió al Partido Comunista («Picasso es comunista; yo, tampoco», dijo algunos años más tarde Salvador Dalí), que no era visto con buenos ojos.
Además, los artistas que se quedaron en Europa estuvieron fuertemente marcados por las experiencias de la guerra: no sólo se debe pensar en Picasso, sino también en Henry Moore o en Francis Bacón, y esto los alejó de la corriente principal del arte de la posguerra. Por decirlo así, quedaron «fuera del mercado». De nuevo, esta situación fue aprovechada por EEUU cuyos artistas fueron la nueva vanguardia. De hecho, suele decirse que el expresionismo abstracto es la primera vanguardia creada fuera de Europa.
Carácterísticas de los segundos expresionismos
Como ya hemos visto en temas anteriores, el fin de la II Guerra Mundial supuso una renovación en el mundo del arte, pero también una crisis por los cambios que se produjeron en el mundo. En Estados Unidos, como hemos visto, se habían instalado muchos pintores como Chagall, Mondrian, Max Ernst…y es en este país donde comienza una nueva tendencia artística.
El expresionismo abstracto. Carácterísticas y técnicas
El expresionismo abstracto es un movimiento pictórico que se desarrolla en Estados Unidos a principios de los años cuarenta. El término procede de Robert Coates, un crítico de arte del The NewYorker quien lo toma para hacer referencia a la forma que toma la pintura abstracta.
Se podría decir que existen varias tendencias dentro del expresionismo abstracto pues poco tiene que ver las pinturas de Pollock con Rothko o Cy Twombly. Los primeros pasos de este estilo parecen estar relacionados con el Surrealismo, como vemos en algunas obras de Mark Rothko, Gorky o Gottlieb. Justo después del fin de la II Guerra Mundial aparece una etapa en que se consolida este movimiento con la llegada del “dripping”* de Jackson Pollock que inaugura la tendencia gestual o de acción (“action painting”) pues realizan una suerte de automatismo pictórico que prioriza el proceso o acto de pintar por encima del contenido. En Estados Unidos se había creado un programa federal de pintura en el que participaron muralistas mexicanos, que influyeron en el tamaño de los lienzos, que aumentó considerablemente; además, se utiliza nuevos tipos de pintura como el acrílico. Otra tendencia es conocida como campos de color donde destaca la figura de Mark Rothko, Barnett Newman o Clyford Still. En estos casos lo importante son las combinaciones de colores y sus diferentes posibilidades, se utilizan grandes superficies exentas de símbolos en las que se transmite sensación de espacio y paz. Finalmente, se podría hablar de la tendencia sígnica en la que se utilizan grandes brochazos sobre fondo blanco a modo de caligrafía oriental
Es evidente la importancia que la expresión libre tiene en el expresionismo abstracto; de hecho, se prescinde de cualquier referencia objetiva: no sólo se busca la espontaneidad en la expresión, sino que incluso la casualidad y el azar son valorados como medios adecuados de expresión. Esto hará que, en ocasiones, las obras manifiesten la fuerza o incluso la rabia de sus autores. Lógicamente, las técnicas, a las que ya nos hemos referido, se encaminan a expresar esa sensibilidad.
Autores: Jackson Pollock y Mark Rothko
Digamos que hay algunos autores que suenan algo más alto que otros dentro del expresionismo abstracto. Ya hemos nombrado algunos en el apartado anterior, pero ahora vamos a centrarnos en Pollock, Rothko y Cy Twombly. Pollock (1912-1956) pertenece a la tendencia que hemos llamado pintura de acción ( action painting ) pues trata de expresar sus impulsos y sentimientos a través del acto de pintar más que con el contenido. Jackson Pollock comenzó a interesarse por el artes desde muy joven, incluso se traslada con su hermano a Nueva York para estudiar Bellas Artes. Empieza a experimentar con nuevas técnicas y materiales, influenciado por el muralista mexicano David Álvarez Siqueiros. Para el pintar era mucho más que el acto en sí mismo, era una necesidad. Abandonó la pintura figurativa y la forma tradicional de realizar ese trabajo (lienzo, caballete, óleo…) Pollock pintaba con el cuerpo, se movía alrededor del lienzo como si estuviese bailando, de manera que la pintura era arrojada, salpicaba y goteaba, de ahí la técnica conocida como dripping . A esta técnica pertenecen sus obras más conocidas. A partir de 1950 Pollock cambió su forma de pintar: su estilo se hizo un poco más oscuro; incluso aparece algo de figuración, aunque los colores se redujeron al blanco y negro. El pintor murió de manera inesperada en un accidente de tráfico a los 44 años de edad.
Mark Rothko (1903-1970) posee un estilo mucho más calmado que su compañero Pollock, decíamos que su estilo pertenece al de los llamados campos de color. Rothko nacíó en Letonia, aunque siendo niño emigró con su familia a Estados Unidos. En Letonia fue el único miembro de su familia obligado a estudiar en una escuela judía ortodoxa lo que, sin duda, ejercíó una fuerte influencia en su personalidad. Empieza su carrera como pintor de manera autodidacta y con una fuerte influencia del Surrealismo, algo que podemos ver en sus primeras obras como Toro sirio . En la segunda mitad de los años cuarenta, terminada la II Guerra Mundial, su estilo comienza a cambiar, se depura, intenta expresar lo inexpresable. Sus lienzos se reducen a rectángulos de color con veladuras; una pintura atrayente, mística y enigmática. Sus formatos son grandes pues quiere hacer partícipe al espectador de una experiencia transformadora, esto es algo que se exacerba a lo largo de su carrera, hasta sus últimas e impresionantes obras para la Capilla de Houston, un espacio para la meditación y la paz que se vuelven cada vez más oscuros. Algunos críticos han querido ver en esto un paralelismo con la vida del pintor que termina suicidándose en 1970. Rothko, como otros pintores de la época, no se preocupaba sólo de sus pinturas, sino del contexto en que debían verse e incluso señalaba con frecuencia la distancia óptima para apreciar sus cuadros. Aunque metido en el mismo saco que Pollock o de Kooning, las obras de Rothko son personalísimas y su pintura tiene mucho de misticismo; de hecho, una de las influencias que se ha señalado en sus obras son las miniaturas medievales, en las que el color desempeña un papel fundamental.
Cy Twombly (1928-2011) es un pintor estadounidense que desde muy joven comienza a interesarse por la pintura, hasta que viaja a Roma para estudiar arte, donde permanecerá el resto de vida. Trabaja como criptógrafo para el ejército de Estados Unidos, país en el que reside algunas temporadas; ese trabajo no es ajeno a su evolución pictórica, sino que se evidencia en el estilo caligráfico de sus pinturas. Twombly escribe en muchas de ellas, a veces el nombre de figuras mitológicas, otras veces algunos versos de Keats. Sus pinturas más conocidas pueden ser los dos ciclos sobre las estaciones, pero también tienen especial interés las de temas mitológico. El artista no se dedica en exclusiva a la actividad pictórica, también realiza collage, esculturas y fotografías Polaroids de una belleza cercana a la poesía.
Hay muchos pintores dentro del expresionismo, pero vamos a destacar a tres: Pollock, Rothko y Cy Twombly. Pollock es el creador del “dripping”, una nueva técnica pictórica. Su arte fue evolucionando hasta hacerse más oscuro. Murió en un accidente de tráfico con 44 años. Rothko se forma de manera autodidacta y comienza muy influenciado por el Surrealismo. Sus pinturas pertenecen a los campos de color en las que intenta expresar lo inexpresable. Sus obras se vuelven más oscuras hasta su suicidio en 1970. Cy Twombly se forma como criptógrafo, de ahí su interés por la pintura caligráfica. Sus obras más conocidas son el ciclo de las estaciones. También realiza escultura, collage y fotografía.
La nueva figuración: carácterísticas y técnicas
A mitad del Siglo XX, quizás cansados de algunos experimentos, que parecían ya carentes de significados, pues parecía que algunos artistas se empeñaban en experimentar por experimentar, sin que este trabajo tuviera en cuenta la comunicación, algunos autores retornan a la figuración. Sin duda, una de las claves de la evolución del arte posterior a la Segunda Guerra Mundial es la ruptura entre el arte y el público, que en muchos casos es absolutamente ajeno a las obras. Éstas parecen convertidas en «gritos au tistas» que no comunican y ni siquiera emocionan. La nueva figuración
(también llamada Neofiguración o conocida con otros nombres) preconiza de alguna manera la vuelta a la comunicación, que es, al menos parcialmente, un retorno al objeto. Sin duda, no se trata de un movimiento—como nos referimos, por ejemplo, a las vanguardias—, porque los autores no se reconocen «dentro» de la etiqueta; además, hay entre ellos notables diferencias.
Se trata, frente al expresionismo abstracto, de un movimiento plenamente europeo, pero con diferencias. Mientras que en Gran Bretaña encontramos básicamente una figuración de corte expresionista, en Francia tenemos a la Escuela de París , que da mucha importancia al color. El movimiento, si se puede llamar así, arraigó fundamentalmente en los países hispanohablantes (España, Argentina, Venezuela, México…) y tiene como carácterística común el rechazo de la abstracción como medio de expresión y el retorno de la figuración (de ahí su nombre). Se trata de presentar las cosas que nos rodean con toda su crudeza; los artistas reclamarán su libertad expresiva, aunque esto suponga, de alguna manera, deformar la realidad.
Las técnicas no son, sin embargo, las tradicionales de la pintura figurativa, sino que ahora encontramos técnicas que tienen su origen en las vanguardias: collage, informalismo, expresionismo…Los materiales deben expresar en sí mismo algo mediante la representación de las cosas («objetos»), fundamentalmente de la figura humana; pero la materia misma se hará objeto de las obras, pues acaba convirtiéndose en metáfora en el marco de la figuración. Éste es el caso, como veremos, del pintor anglo-irlandés Francis Bacón, aunque su obra ha sido catalogada de muy diversas maneras.
Como no se trata de un movimiento artístico stricto sensu, encontraremos muchas diferencias y la evolución será diferente. Hay que hacer notar, pese a todo, que buena parte de la Nueva Figuración comparte la denuncia social y política
Autores: Francis Bacón y Lucían Freud
Como hemos dicho, la variedad de tendencias hace que queda introducir en este grupo a numerosos autores. Mencionaremos sólo aquellos que parecen, visto el decurso de la historia, especialmente relevantes. Empezaremos por lo que fue conocido como Escuela de Londres.
Lógicamente, comenzaremos por Francis Bacón (1909-1992), cuya obra destaca por la crudeza. Podemos caracterizarlo como un artista dentro de la nueva figuración, porque en su obra la imagen (el objeto, el ser humano) tiene una gran importancia, aunque ya no son los objetos tal y como los veía la figuración anterior a las vanguardias. No, aquí encontramos un tratamiento desencarnado—a veces literalmente—del ser humano (véase el retrato de Lucían Freud ). Las influencias sobre Bacón son múltiples: desde el cine (compárense agunos fotogramas de El acorazado Potemkim con su Estudio para la cabeza de un papa gritando ), a la literatura (Kafka) y, desde luego, la misma pintura (Picasso o Velázquez, por señalar dos influencias llamativas). Bacón deshace al ser humano, lo despedaza como si de un carnicero se tratase (¿o quizás un forense porque pretende dar testimonio de aquello que la sociedad ha hecho con los seres humanos?). Sin duda, en su obra encontramos numerosos rasgos expresionistas ( George Dyer ante un espejo ), pero todo ha sido transformado por las experiencias de la guerra en las que los seres humanos fueron convertidos en animales. Quizás es el desvelamiento de esa animalidad oculta lo que mueve buena parte de la obra de Bacón. Las formas y el color, que a veces nos pueden parecer aberrantes, están usados para impactar y hacer que el espectador se sienta desubicado, pues aunque hay una figura que reconocer, esa difura está profundamente deformada.
Lucían Freud (1922-2011) puede contarse también entre los representantes de la nueva figuración. Nacido en Alemania, comenzó siguiendo el Surrealismo, pero después de la guerra su estilo cambió y se centró en los retratos (y en los caballos, una de sus pasiones). Las obras de Freud se caracterizan por el tratamiento expresionista de la imagen, en la que da una gran importancia a la carnalidad, pues quería que sus obras transmitieran la textura de la carne.
Frank Auerbach (Berlín, 1931, pero nacionalizado inglés) presenta otro tipo de figuración, pero comparte con los dos autores anteriores el tratamiento expresionista de las imágenes, que a veces deforma hasta convertir en lo que podría llamarse monstruos . Para Auerbach la pintura debe seguir siendo una expresión de lo profundo de la realidad y, por ello, es un misterio que se escapa a las explicaciones del propio autor. La carnalidad de sus obras (con su carácterístico empaste, que le permite rascar una y otra vez sobre los lienzos) es en buena medida producto de su manera de trabajar: la energía se vuelca sobre la obra de manera que ésta casi nos fuerza a mirarla y a preguntarnos su por qué (véase, por ejemplo, EOW, half – lenght nude , en la que no sólo el color y la forma, sino la textura hace que nos cuestionemos el significado de la obra).
Podríamos citar al grupo Co-BrA (iniciales de las ciudades donde el grupo se originó: Copenhague, Bruselas, Ámsterdam, aunque la fundación se hizo en París), que nacíó a finales de la década de los cuarenta y se deshizo hacia 1951. Las formas, que a veces nos pueden parecer abstractas, se inclinan aquí ante el color (a diferencia de lo que hemos llamado Escuela de Londres ). Pintores de este grupo fueron Christiant Dotremont, Asger Jon, Erik Thommensen, J. Doucet y algunos otros.
La escultura española del momento Durante la posguerra se produce una gran revolución en el terreno de la escultura protagonizada por un grupo de artistas que vivían en la capital francesa y muchos de los cuales se agruparon en torno al denominado Equipo 57 , que estuvo activo entre los años 1957 y 1962. Estos artistas tenían un claro objetivo: reaccionar ante el Informalismo que dominaba desde hacía años el panorama artístico y sentar su nuevo lenguaje sobre unas claras normas matemáticas y geométricas que se basaran en la objetividad más que en la subjetividad individual del artista. Veremos cómo la obra de estos artistas es a la vez, parecida y singular al mismo tiempo, y tendrán como denominador común los procesos industriales de trabajo del metal.
La escultura vasca A partir de la década de los cincuenta surge en el País Vasco un movimiento escultórico de gran fuerza que sitúa a España en la cabeza de la vanguardia gracias al esfuerzo y tesón de un grupo de escultores que se enfrentaron a las rígidas y trasnochadas normas estéticas que el régimen dictatorial promulgaba. Se trata de la E s c u ela V a s c a , a la que también se suele hacer referencia como la Escultura Expresionista Vasca.
Uno de los máximos exponentes de la Escuela Vasca de escultura y de la cultura vasca en general fue el escultor Jorge Oteiza (1908 – 2003). Durante la década de los años treinta viajó por Sudamérica para estudiar la cultura precolombina, cuyos rasgos estilísticos le influirán notablemente. A su vuelta a España, colabora en el proyecto de la basílica de Nuestra Señora de Aránzazu, junto a Chillida y el pintor Lucio Muñoz. Para la Basílica realiza el gran Friso de los Apóstoles de la fachada principal.
A comienzos de los sesenta abandona la escultura por unos años para dedicarse al estudio de la lengua y la cultura vasca. Cuando la retoma, realiza una serie de esculturas entre el constructivismo y el minimalismo con la fuerte presencia del vacío.
La figura más destacada de esta escuela, y quien gozó de una mayor proyección y reconocimiento internacional fue Eduardo Chillida (1924-2002), una de las figuras claves de la escultura durante la segunda mitad del Siglo XX. Autodidacta, en su juventud realizó varios viajes a París donde entabló amistad con el también escultor Pablo Palazuelo.
En sus inicios la obra de Chillida aún tiene rasgos figurativos e influencias de la escultura griega que admira en el museo del Louvre, pero paulatinamente su interés se centrará en los vacíos, las formas interiores, la monumentalidad y los materiales de la sociedad agraria vasca: hierro, piedra y madera. A comienzos de la década de los cincuenta su producción ya es plenamente abstracta, y comienza a investigar las posibilidades técnicas y expresivas del que será su material preferido: el hierro.
En 1952 comienza a realizar su serie de Peine del Viento , que culminará con las famosas esculturas ubicadas en la bahía de San Sebastián. Son colosales esculturas de hierro que combinan líneas rectas y curvas y en donde los fenómenos naturales forman parte intrínseca de la obra, en espacial el agua y el viento. En 1954 realiza las puertas para la Basílica de Aránzazu. Además del hierro, Chillida investigó las posibilidades de otros materiales como el alabastro en su serie Elogio de la luz , creando estructuras cúbicas con estrechas aberturas que permiten pasar la luz y crear interesantes contrastes entre luces y sombras, así como con el hormigón armado para crear colosales estructuras que interactúan con el espacio circundante.