1.5.1 EL SABER FILOSÓFICO A TRAVÉS DE SU HISTORIA
A. LOS PRESOCRÁTICOS: LA REFLEXIÓN SOBRE LA NATURALEZA
Cuando los pensadores antiguos por ejemplo Aristóteles se preguntan por qué surge la filosofía, su respuesta es que esta nace de la admiración ante los fenómenos naturales que impulsa a los seres humanos a intentar conocerlos.
Lo cierto es que los primeros filósofos, los denominados filósofos presocráticos, centraron su reflexión en la naturaleza.
Ahora bien, llamaban naturaleza (plysis) a la totalidad de las cosas. Y lo primero que constataron al enfrentarse con esa totalidad de las cosas es que estas son múltiples (el mundo está compuesto de una cantidad ingente de cosas diversas que a su vez están compuestas de partes, y estas de otras partes, etc.) y cambiantes (todo surge y se desvanece, nace y muere, todo se transforma permanentemente, todo es un permanente «llegar a ser»),
¿Y cómo podemos explicar lo que es múltiple y está continuamente cambiando?
Pues reduciendo lo múltiple a algo simple, y buscando algo permanente tras los cambios. Es decir, se trataría, por un lado, de encontrar un principio (arkhé) o unos pocos principios (arkham) a partir de los cuales se pudiera explicar cómo surge la totalidad de las cosas. Y se trataría, por otro lado, de encontrar una pauta que permita explicar las transformaciones, los cambios. Al proceso por el que se descubre ese principio que nos permite explicar lo múltiple lo denominan alétheia (verdad, desvelamiento). Por eso, los conceptos de naturaleza (physis), principio (arkhe) y desvelamiento (aletheia), se convierten, para los presocráticos, en las nociones clave para explicar la realidad.
El primer filósofo presocrático, y por tanto el primer filósofo de la historia, fue Tales de Mileto (624-546 a. C.). Tales consideraba que la totalidad de cosas que observamos surgen a partir del agua, el agua es el arkhé, el principio del que todo surge y al que todo vuelve.
B) Los sofistas y Sócrates: la reflexión sobre la polis
En el siglo v a. C. Aparece en Atenas un grupo de pensadores, conocidos como sofistas, que cambian el modo presocrático de organizar la realidad. De entrada, diferencian entre lo natural (aquello que responde a un orden necesario) y lo convencional (las leyes-nomos, y costumbres ethos, desarrolladas por los seres humanos para convivir en el seno de la polis).
-Con respecto al mundo natural, rechazan que este pueda reducirse a un principio o unos pocos principios a partir de los cuales se puedan explicar la totalidad de las cosas. Las cosas son como aparecen ante nuestros sentidos: múltiples y cambiantes. No se puede encontrar un fundamento para ordenar el mundo y explicarlo. Son escépticos.
-Con respecto al orden establecido por los seres humanos para convivir, sostienen que este es convencional, depende siempre de los pueblos o de las épocas. No hay leyes o costumbres que sean por sí mismas justas o buenas. Son, pues, relativistas.
Sócrates, contemporáneo de los sofistas, establece una nueva manera de entender el conocimiento y una nueva manera de entender la moral. Conocer es conocer lo universal, esto es la esencia de las cosas. Y la virtud consiste en el conocimiento (intelectualismo ético)
La esencia de algo residiría, según Sócrates, en una definición que valiese para
toda la especie de cosas de las que se trata. Así, aclarar cuál es la esencia del bien
consistiría en dar una definición de bien que valiese para todas las cosas o actos buenos. Con esto combatimos el escepticismo sofista, el conocimiento existe, se encuentra en las definiciones universales. Y combatimos también el relativismo una vez encontrada la definición de bien, de justicia, etc.. Estas serán válidas para todos los
seres humanos y todos los tiempos.
Dado que tanto los sofistas como Sócrates centran su reflexión en el ámbito humano, se dice que con ellos la filosofía da un giro antropológico.
C) Platón y Aristóteles: los grandes sistemas del mundo antiguo
En el siglo v a. C. Platón y Aristóteles desarrollan dos grandes sistemas filosóficos
con una enorme influencia en el mundo antiguo y en la Edad Media.
Platón (427-347 a. C.) radicaliza las tesis de Sócrates y sostiene que los universales, las esencias de las cosas, tienen realidad en sí mismos, con independencia de las cosas materiales concretas. Estos universales tienen una realidad de tipo formal, similar a la que poseen las entidades de la geometría. Por eso a estos universales se les llama ideas o formas. Existirían, por tanto, cosas tales como la “idea de justicia”, la “idea de bien”, “la idea de triángulo”, e incluso la “idea de caballo”, o “la idea de mamífero”.
Tales ideas constituyen un mundo inteligible, captado a través del entendimiento, que se diferencia del mundo sensible, que se capta a través de los sentidos.
Platón desarrolla también una antropología dualista: el ser humano sería un compuesto de cuerpo (de naturaleza material, que formaría parte del mundo sensible y en el que residen los sentidos), y alma (de naturaleza inmaterial, similar a las cosas del mundo inteligible, y en la que reside el entendimiento).
Y elabora también una doctrina política en la que parte de que la finalidad del Estado es instaurar la justicia.
Aristóteles (384-322 a. C.) comienza, al igual que Platón, elaborando una teoría general de la realidad. Pero rechaza la existencia de un mundo inteligible separado del sensible. Por eso Aristóteles centra su reflexión de nuevo en la naturaleza (la physis) y trata de explicar su estructura: todo lo natural está compuesto de sustancias (aquello que tiene realidad en sí: un árbol, un perro) con sus accidentes (aquello que se da en una sustancia: ser verde, ser músico. Ser grande). Hay varios tipos de accidentes (cualidades, cantidades, relaciones, etc.). La sustancia y los accidentes constituyen los diversos modos de darse la realidad, los diversos sentidos del ser (a los que llama categorías).
A su vez, las sustancias están compuestas de materia primera y forma sustancial. La forma sustancial es lo que organiza a la materia y es común para cada especie. Coincide, por tanto, con Platón, en que existen realidades universales. Pero estos universales no están separados del mundo físico.
También elabora una cosmología geocéntrica y geoestática que estará vigente hasta la revolución científica del Renacimiento.
Aristóteles desarrolla, además, una antropología filosófica de carácter monista (cuerpo y alma constituyen una única sustancia); una ética de la felicidad (entendida como plenitud o excelencia), y una filosofía política en la que sostiene que la función del Estado es instaurar el bien común.
D) La filosofía helenística
En el año 336 a. CAlejandro Magno inicia un periodo de conquistas que le llevan a someter las polis griegas del Mediterráneo oriental, Persia, Egipto, etc. Del Imperio creado por Alejandro surgen los reinos helenísticos. Con ello, el modo de organización política tradicional de los griegos (en polis, gobernadas por hombres libres) desaparece,
En este nuevo contexto político surgen las filosofías de la moral, cuyo interés prioritario es enseñar a los seres humanos a ser felices. De entre estos nuevos sistemas filosóficos destacan dos: el epicureísmo (escuela fundada por Epicuro de Samos, 341-270 a. C.) y el estoicismo (escuela fundada por Zenón de Citio, 332-262 a. C.).
Según los epicúreos, la felicidad consiste en el placer, entendido, sobre todo, como ausencia de dolor. Al estado ideal en el que el individuo ha conseguido suprimir todo dolor lo denomina ataraxia (imperturbabilidad).
Según los estoicos, los seres humanos consiguen la felicidad cuando, haciendo uso de su capacidad de conocimiento y su voluntad libre deciden conducir su vida según los dictados de la naturaleza. Si no lo hacen así, si pretenden vivir contra el orden natural, la naturaleza acabará imponiendo sus normas y los hombres sufrirán por ello.
1.5.2. La filosofía en la Edad Media: Razón y fe
A) Las religiones teológicas
Durante el gobierno de Augusto aparece en el seno del Imperio romano el cristianismo, una religión que se desarrolla a partir del judaísmo. Judaísmo, cristianismo e islam constituyen las tres grandes religiones teológicas, denominación que empleamos para diferenciarlas de las religiones mitológicas. Aunque las religiones teológicas admiten un orden racional del mundo, consideran que la naturaleza de Dios, que es el principio o fundamento último de todo, no es accesible para la razón. Solo puede ser alcanzada a través de la fe.
Por eso a partir del triunfo del cristianismo se plantea el problema de las relaciones entre fe y razón, que es uno de los problemas fundamentales de la filosofía medieval. ¿Cuáles son los límites de la fe? ¿Cuáles son los límites de la razón? ¿Qué relación hay entre una y otra?
B) Agustín de Hipona: creo para entender, entiendo para creer Agustín de Hipona (354-430) elabora el primer gran sistema filosófico cris tiano a partir de una base platónica.
Agustín considera que la razón impulsa a los seres humanos al conocimiento, a buscar la verdad. Pero la razón no es capaz de alcanzar el primer principio, el fundamento de todo: Dios, que solo puede ser conocido a través de la fe. Una vez alcanzado ese principio, la razón interviene de nuevo para ayudarnos a comprender esta verdad descubierta.
C) Anselmo de Canterbury
La importancia de Anselmo de Canterbury (1033-1109) radica en que es el primer filósofo en intentar demostrar la existencia de Dios a partir de su definición.
Definimos a Dios como el ser mayor que podamos pensar. Admitido eso, tenemos que aceptar que Dios existe fuera del pensamiento. Pues, si solo existe en el pensamiento, no es el ser mayor que podamos pensar, con lo cual nos estaríamos contradiciendo. A esa demostración se la conoce como argumento ontológico.
D) Tomás de Aquino: las cinco vías
Tomás de Aquino (1225-1274) desarrolla el segundo gran sistema filosófico cristiano. Esta vez a partir de una base aristotélica.
Comienza por diferenciar tres tipos de verdades:
1- Aquellas que son accesibles únicamente a través de la razón: las verdades naturales, es decir, los enunciados acerca del funcionamiento de la naturaleza.
2- Aquellas que son accesibles únicamente a través de la fe: lo que él denomina artículos de fc
3- Aquellas que se pueden conocer simultáneamente a través de la fe y de la razón: lo que se denomina preámbulos de la fe.
En este tercer grupo se incluye la existencia de Dios. Que Dios existe es un dogma de fe, pero también se puede demostrar racionalmente. Tomás de Aquino elabora un total de cinco argumentos para demostrar la existencia de Dios: las llamadas cinco vías.
1.5.3. Ciencia y filosofía en el Renacimiento y en el mundo moderno
A) El Renacimiento: revolución científica y humanismo
En el Renacimiento, y tras las aportaciones de Nícolás Copérnico, Johannes Ke- pler, Galileo Galilei, etc., se produce una auténtica revolución científica.
Este revolución no solo cambia el modo de hacer ciencia sino también el modo de entender la realidad Tiene, por tanto, implicaciones filosóficas Esta revolución científica trae consigo lo siguiente:
1- Se parte de que razonar es hacer matemáticas
2- Las matemáticas describen el orden racional, por tanto, el orden posible
3- Para descubrir cuál de las explicaciones posibles es válida se necesitan experimentos que confirmen o descarten las hipótesis matemáticas planteadas de antemano.
4- Aquellas hipótesis confirmadas adquieren el rango de leyes
5- Las leyes describen el funcionamiento de la realidad, no su esencia (antimetafísico)
6- Dado que el lenguaje de la ciencia son las matemáticas, la realidad de la que trata la ciencia quedará reducida a aquello que es medible, cuantificable figuras movimientos, fuerzas
7- El universo es homogéneo: las mismas leyes (matemáticas) rigen por igual en todas partes
Otra aportación renacentista es el humanismo. Frente a la Edad Media, que colocaba a Dios en el centro de la reflexión, la filosofía renacentista hará del ser humano el centro del cosmos.
Entre los pensadores humanistas destacan Marsilio Ficino, Giovanni Pico della Mirándola y Erasmo de Rotterdam.
B) El mundo moderno: Racionalismo y Empirismo
La revolución científica del Renacimiento propicia la liquidación de los grandes sistemas filosóficos antiguos, en especial de la filosofía aristotélica y tomista, y la aparición de nuevas corrientes filosóficas. Entre estas nuevas corrientes filosóficas destacan el Racionalismo y el Empirismo, que dominarán el panorama filosófico du- rante los siglos XVII y XVIII
Los racionalistas tratan de encontrar un saber seguro. Para ello parten de que la razón es la única fuente válida de conocimiento (descartando la fe, la tradición, la autoridad o la experiencia). A través de un proceso racional puro, buscan establecer alguna certeza que pueda ser usada como un principio a partir del cual deducir todo el sistema del saber. Los filósofos racionalistas más importantes son Descartes, Spinoza y Leibniz.
Los empiristas son llamados así por considerar que todo conocimiento comienza con la experiencia. Centran su reflexión en el análisis de nuestra capacidad de conocer y de sus límites. Los filósofos empiristas más destacados son Locke, Berkeley Hume
C) La Ilustración
La Ilustración es un movimiento intelectual surgido a finales del Siglo XVII (a partir de la obra de Locke, Bayle y Newton) y que adquiere una enorme fuerza durante el Siglo XVII. Se caracteriza por una confianza absoluta en que la razón puede resolver todos los problemas humanos, tanto los de índole teórica (relativos al conocimiento) como práctica (relativos al orden religioso, ético, político y social), o técnica (relativos al control de la naturaleza para ponerla a nuestro servicio). Esto hará entrar a historia humana en una senda de progreso constante.
El más destacado pensador ilustrado es Immanuel Kant. Kant desarrolla un sistema filosófico conocido como criticismo. El nombre procede de que tal sistema se centra en la crítica (del griego khrinein análisis) de las capacidades y límites de la razón tanto para obtener conocimiento como para orientar nuestra conducta
1.5.4. La filosofía en el mundo contemporáneo
A) El idealismo alemán y sus críticos
A principios del Siglo XIX se desarrolla el idealismo alemán, cuyo representante más
destacado ex Hegel (1770-1831)
Hegel, siguiendo la tradición filosófica, intentó construir una visión global y sistemática de la realidad. Para ello busca un principio necesario a partir del cual se pueda ir deduciendo ese sistema global Ese principio es lo infinito, lo absoluto, pues sólo lo absoluto existe necesariamente (como habéis demostrado el argumento ontológico de Anselmo de Canterbury) Ahora bien, ese infinito inicial no es un auténtico infinito (porque es distintos de lo finito, y, por tanto, está limitado por lo finito) Pero como solo lo absoluto es necesario, cse absoluto inicial acabará negándose a sí mismo, para dar origen a lo contrario de sí, a lo finito, a la naturaleza Dado que lo natural es finito, y por tanto no necesario, el proceso se repite: todo tiende a autonegarse, dando origen a las transformaciones naturales e históricas. Finalmente surgirá de nuevo lo absoluto (cuando el ser humano descubra que no hay distinción entre sujeto y objeto, entre conocimiento y realidad) que será un auténtico absoluto porque incluye dentro de su desarrollo a lo finito.
Frente a la visión hegeliana de la realidad surgen toda una serie de pensadores que tendrán una gran influencia en la segunda mitad del Siglo XIX y principios del xx Entre estos destacan Schopenhauer, Comte, Kierkegaard, Feuerbach, Stuart Mill, Marx y Nietzsche. A todos ellos les une el intento de pensar a partir de lo inmediato, lo corporal, lo concreto, frente a Hegel, que convierte lo absoluto en el protagonista de la reflexión filosófica.
B) Las filosofías de la sospecha
Aunque Marx, Nietzsche y Freud desarrollan sistemas de pensamiento antagónicos entre sí, tienen algunas cosas en común: los tres parten de que los seres humanos están instalados en una conciencia falsa de la realidad, y los tres pretenden desvelar lo que oculta esa conciencia falsa. Por esa razón han sido denominados maestros de la sospecha.
-Karl Marx (1818-1883) nos descubre que tras la visión ideológica de la realidad, tras la visión del mundo que nos dan el derecho, la filosofía, el arte y la religión, se esconde la explotación económica de unas clases por otras, que es una constante en la historia de la humanidad.
-Friedrich Nietzsche (1844-1900) nos descubre que, tras los hermosos ideales, tras los ideales morales, tras el amor a los hombres (tal y como lo practica, por ejemplo, el cristia- nismo), se esconde, con frecuencia, el odio a lo noble, a lo elevado, y el odio a la vida, al mundo real, terrenal.
-Sigmund Freud (1856-1939) nos descubre que tras nuestras aparentes decisiones conscientes y racionales se esconden, con frecuencia, impulsos inconscientes de los que no tenemos noticia y que, por tanto, no controlamos.
C) La filosofía en el Siglo XX: racionalidad y ser humano
A vueltas con la razón: recordemos que a partir del Renacimiento triunfa una determinada concepción de la razón y la ciencia: razonar se equipara a pensar en términos matemáticos, por lo que toda ciencia que se precie debe expresarse en esos términos Pero a partir de finales del Siglo XIX esto se cuestiona Pues se entiende que lo prope mente humano, lo vital e histórico, no se deja expresar en términos matemáticos. Frente a este problema caben tres actitudes, tres maneras diferenciadas de entender la razón y las relaciones entre la ciencia y la filosofía:
1. Renegar de la razón, adoptando posturas irracionalistas o que colindan com el irracionalismo. Los que adoptan este modo de proceder vienen a sostener que si la vida o la historia no pueden ser explicadas racionalmente, pues peor para la razón. Aquí podríamos incluir a pensadores como Schopenhauer, Nietzsche, Kierkegaard, Unamuno, Bergson, etc.
2 Seguir defendiendo una concepción lógico-matemática de la razón, al mismo tiempo que se entiende que todo ha de poder ser explicado en términos racionales. Para lo que se hace necesario ampliar lo que se entiende por matemáticas (las matemáticas no trataría solo de lo cuantitativo). En esta posición podemos incluir a la filosofía analítica (Russell, Wittgenstein), el realise critico (Popper), y el estructuralismo (Lévi-Strauss, Althusser, Foucault),
3. Pretenden establecer nuevos criterios de racionalidad sometiendo a crítica la concepción lógico-matemática e ilustrada de razón. Para estos pensadore la razón lógico-matemática serían sólo un tipo de racionalidad (aquella que se emplea para describir los fenómenos naturales), que habría que complementar con otros modelos de racionalidad adecuados para describir los fenómenos en turales, históricos y vitales. Aquí podríamos incluir a Dilthey (fundador del historicismo), Husserl (fundador de la fenomenología), Ortega y Gasser (fundador del raciovitalismo), Sartre (el más destacado representante del existencialismo). Heidegger (que vuelve a situar en el centro de la reflexión. Filosófica el problema del ser), la Escuela de Fráncfort, cuyos miembros más destacados son Adorno, Horkheimer, Marcuse y Habermas (que llevan a cabo una crítica de las sociedades industriales avanzadas y del modelo de racionalidad, la racionalidad instrumental, que triunfa en estas sociedades), etc.
Posmodernos: hacia finales del Siglo XX se desarrolla el llamado pensamiento posmoderno, que tiene implicaciones filosóficas, artísticas, políticas, etc. La filosofía postmoderna se caracteriza por:
1. Relativismo: no existen las verdades absolutas
2. Rechazo de los metarrelatos: no hay una única forma de interpretar la historia humana. No hay una dirección que deba seguir la humanidad que pueda ser establecida racionalmente..
3. Aceptación de la diversidad: multiculturalismo (cada cultura tiene sus propios valores, todos igualmente respetables), feminismo de la diferencia (las mujeres tienen sus intereses y su modo de realizarse propio, no tienen que huir el mismo patrón que los hombres en aras de la igualdad), etc.
Para algunos de sus críticos, el pensamiento posmoderno es una vuelta a ciertas actitudes irracionalistas en la línea iniciada por Nietzsche.