INTRODUCCIÓN
Al terminar la Guerra Civil, el teatro español había perdido a los autores más innovadores (Lorca, Valle-Inclán) y a otros grandes dramaturgos como Max Aub o Rafael Alberti. Irrumpe con fuerza el teatro absurdo de Eugènie Ionesco y Samuel Beckett. La escena española está invadida por un teatro comercial melodramático (espectáculos que buscan entretener al público) de humor superficial.
Con el estreno de “Historia de una escalera” (1949) de Antonio Buero Vallejo se inicia el camino de renovación, que se consolida con la creación de festivales de teatro y con la convocatoria de Premios Nobeles. Tras morir Franco, el experimentalismo pierde fuerza y se impone más el teatro realista con enfoque acorde a los nuevos tiempos.
La década de los 40 es una época de fervor, pero también de miseria. El teatro está sometido a censura y el público quiere entretenimiento. En los primeros años se estrenan obras con temas relacionados con el Imperio español. Dos tendencias: la comedia burguesa y el teatro de humor renovado.
TEATRO DE LOS AÑOS 40
La década de los 40 es una época de fervor, pero también de miseria. El teatro está sometido a censura y el público quiere entretenimiento. En los primeros años se estrenan obras con temas relacionados con el Imperio español. Dos tendencias: la comedia burguesa y el teatro de humor renovado.
COMEDIA BURGUESA
Procede de la alta comedia de Jacinto Benavente. Carácterísticas:
1. Es un teatro bien construido con diálogos sólidos. Se desarrolla en interiores (casas cómodas). Sus personajes son de clase media. Temas: amor, infidelidad, triángulos amorosos.
2. Los géneros preferidos son la comedia y el drama. Destacan José María Ferrán que cultivó primero el teatro en verso (“Por la Virgen capitana”) pero destaca por sus comedias costumbristas (“Los tres etcéteras de don Simón”). Joaquín Calvo Sotelo con farsas como “Viva lo imposible” o comedias de evasión “Una muchachita de Valladolid”. José López Rubio que escribe comedias con tema central el amor “Celos del aire”.
TEATRO DE HUMOR RENOVADO
Un lenguaje crítico contra las convecciones burguesas. Temas principales: opresión social, costumbres burguesas. Los personajes son de clase media, aunque también aparecen artistas.
ENRIQUE SARDIEL PONCELA: Crea un teatro inverosímil que presenta una caricatura de la sociedad de la época. Obras: “Usted tiene ojos de mujer fatal” y “Los habitantes de la casa deshabitada”. Los temas son el amor y el dinero que constituyen el eje de la trama donde es habitual el misterio. Se aprecia la influencia del humor de Ramón Gómez de la Serna.
Miguel Mihura
Se dedica al teatro. Las obras de Mihura se caracterizan por la mirada sentimental hacia los personajes a través de los que abordan le conflicto de libertad frente a los límites que impone la sociedad. Destaca “Tres sombreros de copa” que supone la ruptura con el teatro cómico anterior. Resalta el uso de la ironía y los juegos de palabras, tiene un final pesimista porque todo vuelve a la normalidad después de la noche feliz. Otros títulos: “Maribel y la extraña familia” y “Melocotón en almíbar” (comedia policíaca).
EL Realismo SOCIAL DE LOS AÑOS 50
Con “Historia de una escalera” (1949) se inicia la renovación. Este existencialismo deriva hacia el teatro social y realista que trata temas como la falta de libertad o la desigualdad social. El lenguaje es realista, pero a veces cargado de símbolos.
Antonio BUERO VALLEJO
Por “Historia de una escalera” recibe el Premio Lope de Vega. Su teatro es un análisis de la sociedad. Su finalidad es conmover al espectador y hacerle tomar conciencia sobre los conflictos individuales y colectivos. Temas: denuncia a la injusticia, lucha por la libertad. Sus personajes son resignados y rebeldes que reflejan la ambigüedad del ser humano.
1. Etapa existencial:
se compone de “Historia de una escalera” (unos vecinos no tienen expectativas de mejora material), la escalera sin salida representa la inmovilidad social en la que vemos las frustraciones de unos personajes que parecen atrapados en su destino. Es el primer drama del teatro de posguerra. Otra obra es “En la ardiente oscuridad”, obra simbolista que trata por primera vez el tema de la ceguera. Se plasma el inconformismo humano ante las propias limitaciones. Posteriormente, escribe una seria de dramas como “La tejedora de sueños”.
2. Etapa social:
se inicia con “Hoy es fiesta”. Escribe “Las meninas”, fantasía velazqueña en dos partes (Velázquez y la libertad intelectual frente al poder) y “El tragaluz”
3. Etapa de renovación formal: Introduce elementos renovadores “La fundación”, “Diálogo secreto”
ALFONSO SASTRE
Su teatro se caracteriza por su actitud de denuncia social. Funda un grupo de teatro experimental que deriva más tarde en el grupo llamado T.A.S. Temas: libertad y arrepentimientos. Su larga producción teatral apenas ha sido representada por problemas de censura porque no conecta con gran parte de la crítica ni del público. Grupos:
1. Tragedias existenciales:
los temas son la muerte o el sentido de la vida. El destino se impone sobre el individuo, “Escuadra hacia la muerte” desarrolla el conflicto entre el principio de autoridad y el principio de libertad.
2. Dramas sociales:
denuncian la represión y la falta de libertad de la dictadura. Es un grupo antiburgués que intenta concienciar al espectador. Obras: “La mordaza”, “En la red”.
3. Tragedias complejas:
se practica de deformación grotesca al personaje y situaciones. Son obras que reciben influencia del expresionismo y del esperpento. “La taberna fantástica”.
EL TEATRO DESDE LOS AÑOS 60 HASTA 1975
TEATRO DE LOS AÑOS 60
1. Teatro comercial. Comedia burguesa:
la comedia sigue con intrigas, finales felices y con crítica ideológica conservador. Autores Alfonso Paso con “Los que tienen que servir” y con “Vamos a contar mentiras”. Juan José Alonso Millán con humor macabro e introduce sátiras de actualidad. “El cianuro… ¿solo o con leche?
”. Jaime de Armiñán con “Pisito de solteras”.
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Teatro social:
(segunda etapa de Buero Vallejo): Buero Vallejo sigue entendiendo la tragedia como medio para inquietar y planteara interrogantes. Aunque también incorpora algunos cambios: predominan las cuestiones sociales situadas en el pasado, para de la construcción cerrada a la abierta, argumentación en cuadros y recursos de “inmersión” (hacen partícipe al espectador de las mismas sensaciones que experimentan los personajes). “El sueño de la razón”, “Las meninas”, “El tragaluz”.3. Teatro realista de protesta y denuncia:
los autores llevan a los escenarios las injusticias sociales, la explotación del obrero y del empleado y la falsedad de los poderosos. El lenguaje es violento con tono grotesco que puede llegar a neoexpresionismo. Destaca José María Rodríguez Méndez con “Los inocentes de la Moncloa” (muestra las angustias de los jóvenes que preparan las oposiciones). Lauro Olmo con “La camisa”.
TEATRO DE LOS AÑOS 70
1. Tercera etapa de Buero Vallejo
Intensifica en su tercera etapa rasgos de la anterior, como los efectos de “inmersión” o participación. Destaca “La fundación” (1974): un hombre cree hallarse en una cómoda habitación de un centro de investigación, pero poco a poco va descubriendo (junto al espectador, ya que el escenario se va transformando en un nuevo efecto de inmersión) que se encuentra en una cárcel. Plantea los temas del compromiso y sus consecuencias, la pena de muerte y la confusión entre ilusión y realidad.
2.Teatro soterrado
Desde finales de los sesenta se desarrolla un teatro underground o soterrado que camina al margen de los circuitos comerciales y que comparte con el teatro realista su rechazo de la situación española, pero utiliza técnicas más atrevidas que lo alejan del gran público. Mezcla las influencias del teatro épico y político de Brecht, el teatro de la crueldad de Artaud y el teatro del absurdo. Sus temas centrales son la falta de libertad, la injusticia y la alienación. Este teatro incorpora elementos musicales, circenses o de danza; presenta personajes deshumanizados y esquemáticos y situaciones y lenguaje alegórico o simbólico, en alusión a la situación política española. Por eso, decayó con la transición y con la democracia perdíó en buena parte su sentido. Coetáneos de los realistas son los autores José Ruibal, representante del teatro simbólico y parabólico, “El asno”, “El hombre y la mosca”;
José María Bellido, con obras de carácter simbólico:
Escorpión”, “Solfeo para mariposas”;
Luis Riaza, autor de un teatro de reflexión sobre el fenómeno dramático y en el que destaca su elaborado lenguaje: “El desván de los machos y el sótano de las hembras” y Antonio Martínez Ballesteros, con un teatro alegórico de intención crítica, “Las gafas negras del señor blanco”.
3.Francisco Nieva
Vinculado al Postismo, escribe un teatro transgresor, irracional y neobarroco. Sus obras se clasifican en:
– Teatro furioso. Denuncia la represión y la censura. Dramas cercanos al esperpento con un lenguaje Barroco. Los personajes no son individuos sino prototipos, con total libertad de espacios: La carroza de plomo candente (1971).
– Teatro de farsa. Obras de corte más tradicional con personajes dotados de un componente ROMántico. Dimensión poética de la obra: La señora Tártara.
– Teatro de crónica. Valor documental: Sombra y quimera de Larra.
4. Fernando Arrabal, conectado en su juventud con el Postismo, desarrolla su carrera en Francia, desde el teatro del absurdo. Sobresale en él una actitud de rebeldía ante lo absurdo y la sinrazón del mundo. Un pesimismo existencial planea sobre todas sus obras. “Pic-nic” (1952), “Los hombres del triciclo” (1953), “El cementerio de automóviles” (1957) dentro del llamado “teatro pánico”, desenfrenado y provocador, con un lenguaje surrealista. En su última etapa se inclina por un teatro que él ha denominado “teatro bufo” en obras como “Róbame un billoncito” (1977).
5. Los grupos de teatro independiente
Surgen en estos años los grupos de teatro independiente. Sus obras dan más importancia al espectáculo que al texto (suelen ser de creación colectiva), introducen numerosos elementos plásticos y sonoros, así como de otros espectáculos y subgéneros (danza, cine, circo, cabaré), con la consiguiente importancia de la expresión corporal, y tratan de romper la tradicional separación entre actores y espectadores. Sintetizan lo experimental y lo popular, la intención crítica y la intención lúdica: suelen plantear sus obras como una especie de ritual de liberación colectiva. Destacan Los Goliardos o Tábano, en Madrid; Teatro Lebrijano y La Cuadra, en Sevilla; Quart 23, en Valencia; Akelarre, en Bilbao; TEU, en Murcia; y Els Joglars, Els Comediants, Teatre LLiure y La Fura dels Baus, en Cataluña.