CONTRATO SOCIAL. Teoría filosófica y política, también denominada “contractualista”, que
sostiene que las sociedades humanas son fruto de un pacto suscrito por sus miembros. Uno de los principales exponentes de esta doctrina fue Rousseau, que afirmaba que los ciudadanos han de regirse por un contrato o pacto social en todo los referente a las relaciones entre ellos, al entendimiento recíproco y al derecho de la propiedad privada. Se apoya en las siguientes ideas: la renuncia a la libertad individual y los derechos naturales para dar paso a la libertad política, la determinación de lograr el bien común en todas las decisiones políticas y la constitución de una voluntad general que permita alcanzar dicho bien común. Detrás de la idea del contrato social de Rousseau hay cierta vuelta a la concepción aristotélica de la polis como lugar para la justicia y la felicidad humanas.
CONVENCIONALISMO. Doctrina filosófica que defiende que las normas políticas son fruto de un
pacto, acuerdo o consenso entre los miembros de la sociedad sobre las normas a seguir, las cuales son siempre temporales y circunstanciales y, por tanto, susceptibles de ser cambiadas. El convencionalismo fue una teoría política impulsada por los Sofistas y conduce, entre otras consecuencias, al relativismo y al subjetivismo social, dado que el único fundamento de las normas sociales deriva de un pacto social (consensualismo) y de uníón de las ideas particulares (individualismo). Los sofistas defendían que el origen de las normas sociales está en la convencíón que los miembros de una determinada sociedad realizan en un determinado momento histórico. Contra la doctrina del convencionalismo surge la corriente iusnaturalista, que defiende que existe una ley natural universalmente válida, aceptable para todos los hombres en cualquier época o situación histórica, cuyo conocimiento es asequible a la razón humana.
ESTADO DE NATURALEZA. Desde el punto de la filosofía política contractualista el estado de
naturaleza es descrito como el estado original previo al nacimiento de una sociedad, es decir, un estado hipotético e imaginario en el que los hombres se encontraban antes de formar parte de un determinado grupo social. El estado de naturaleza es una construcción teórica que servía para describir el modo de ser y de vivir de los seres humanos antes de su integración en una sociedad. Para Rousseau en este supuesto estado de naturaleza primitivo el hombre poseía una bondad natural, era un ser justo y compasivo, no conocía el egoísmo y actuaba sólo para satisfacer sus necesidades básicas, sin embargo, la vida en sociedad provoca la decadencia y corrupción de dicho ser humano.
ESTADO. Tipo de sociedad política carácterístico de las sociedades occidentales que determina
el tipo de gobierno, las instituciones/estamentos sociales y las leyes que han de regular la vida pública de los miembros de una sociedad, así como los límites de los comportamientos lícitos de sus miembros y los límites territoriales a los que son aplicables estas leyes. El Estado determina la forma de organización social, económica y política que ha de regular la vida comunitaria. Su estructuración incluye instituciones (judicatura, realeza, escuela, hacienda, etc.), territorialidad, derechos y deberes de los ciudadanos, así como el ejercicio de control administrativo y legislativo sobre los bienes y recursos sociales.. El Estado debe ejercer su poder político con legitimidad y sin coacciones o amenazas a los ciudadanos y cuando no sucede así pueden darse formas inadecuadas de ejercicio político como la represión, el autoritarismo o el totalitarismo.
IDEOLOGÍA (gr. eidos=ideas, logos=ciencia)
. Etimológicamente y en sentido amplio significaciencia de las ideas. Se entiende por ideología un sistema de ideas generales o una visión particular del mundo o de la vida que posee un individuo o grupo social. En la filosofía actual tiene dos significados: por un lado, un sistema de ideas teóricas y no científicas, por tanto, sin correspondencia con la realidad, encaminado a defender o enmascarar los intereses o estructuras de una sociedad o de una clase social (Marx)
Y, por otro, un conjunto teórico bien organizado de ideas encaminado a justificar un modo concreto de actuar en el mundo, entendido dicho modo como el mejor o el único legítimo. Ambos sentidos consideran el pensamiento ideológico como una estructura conceptual cerrado que trata de posicionarse o imponerse frente a otros sistemas similares. LIBERALISMO. Corriente de pensamiento surgida en los siglos XVII-XVIII como reacción frente al absolutismo y que defiende las libertades individuales y civiles dentro de cualquier sistema político, así como la tolerancia ciudadana ante la diversidad de convicciones políticas o credos religiosos. El liberalismo fue, en sus orígenes ilustrados, un movimiento de emancipación, fundamental en la modernización y la conquista de los Estados laicos y democráticos. La ideología liberalista estuvo detrás de las revoluciones inglesa, americana y francesa, dando fundamentos teóricos al desarrollo de los derechos universales del ser humano. Un Estado liberal se caracteriza por garantizar todas las libertades individuales, tanto políticas, como económicas y/o religiosas. Para los filósofos liberales la libertad de pensamiento, de expresión, de mercado o de creencia constituyen el bien más preciado que todo miembro de una sociedad debe poseer.Realismo POLÍTICO. Doctrina filosófica que defiende la desvinculación entre la ética y la política, de manera que la reflexión filosófica sobre la política se centra en preservar el orden y garantizar la seguridad de los ciudadanos. Esta teoría política se basa en el análisis y estudio empírico de la sociedad real y concreta para elaborar un modelo teórico de gobierno acorde a dicha realidad. En tal sentido, esta teoría rechaza planteamientos idealistas sobre cómo tendría que ser una sociedad perfecta o ideal y propone, en su dimensión práctica, ceñirse únicamente a la realidad. Maquiavelo es considerado el padre del Realismo político con su novela “El príncipe” al considerar que los miembros de la sociedad precisan un gobierno rígido de control, por lo que el poder político debe ostentarlo aquel gobernante que infunda odio o temor a los ciudadanos.RÉGIMEN POLÍTICO. Forma de gobierno que adopta un determinado Estado para ejercer el poder político, es decir, para tomar decisiones de cara al buen funcionamiento de las estructuras sociales. Cada régimen político establece un conjunto de condiciones uee determinan el modo en el que se ejerce y se transmite el poder dentro de un Estado. Ejemplos de régimen político son la dictadura, fundamentado en la represión ciudadana y la democracia, fundamentado en el poder representativo o delegado del pueblo a través de elecciones libres y anónimas..SOCIALISMO. Doctrina económica y política que defiende que el origen del mal social está en la acumulación de propiedades (propiedad privada) y en la ostentación del poder económico en manos de unos pocos (oligarquía), ya que estos factores provocan: la desigualdad en la estructura económica de la sociedad (proletarios/proletariados), la “lucha de clases”, el dominio de unos sobre otros y la necesidad de desposeer o enajenar los bienes de los ciudadanos. El auténtico socialismo, planteado por Marx, no admite la existencia de ningún Dios, ni de forma alguna de religiosidad (ateísmo), no acepta la existencia de la propiedad privada (bienes comunes) y tampoco de la diversidad de clases sociales (no clasismo social), al contrario, defiende el materialismo absoluto, la concepción del ser humano como mera realidad económica, la posesión de todos los bienes y recursos por parte del Estado y la consideración de todos los ciudadanos en régimen de equidad (igualitarismo social). El estado socialista se caracteriza por garantizar la igualdad económica efectiva de todos sus ciudadanos, una distribución justa de las riquezas y una praxis transformadora de la sociedad. UTOPÍA (gr. ou=no, topos=lugar, lugar que no existe). El concepto utopía recrea una sociedad fantástica e ideal que sirve de contraste con la sociedad real y, de ese modo, resulten más evidentes las deficiencias de esta última. El iniciador del término fue Tomás Moro que dio nombre a un nuevo género literario en filosofía política con su novela “Utopía”, en la que describía una isla imaginaria en la que se habría realizado un Estado ideal, “la mejor forma de república”, a través de la comunidad de bienes, es decir, con la supresión de la propiedad privada, la convivencia pacífica y la plena tolerancia religiosa. Las utopías fundamentan sus ideas en el pensamiento de situaciones sociales idílicas e irreales que no existen, y es probable que nunca puedan existir y que se suponen perfectas y deseables, resultando en la mayoría de los casos inalcanzables.