El mapa representa la localización de la industria en España. En él se pueden distinguir una serie de áreas que presentan localización y características diferentes. Los círculos representan los polos de industrialización, cuyo tamaño varía en función del grado de esta. Las líneas, por su parte, representan los enlaces y nexos existentes entre los nodos de industrialización mencionados. Finalmente, la leyenda de colores representa las zonas de desarrollo más dinámico correspondientes al eje del Ebro y del Mediterráneo (verde), las zonas de la Cornisa Cantábrica en proceso de reestructuración por el declive que ha sufrido su potente tejido industrial anterior (amarillo) y las zonas de escasa industrialización o industrialización inducida en España (morado)
1.- Áreas industriales desarrolladas Son las áreas metropolitanas de Madrid y Barcelona, que se has consolidado como los centros principales de la industria española. Su evolución reciente está marcada por tendencias contradictorias: ▪ Por una parte, la reconversión de importantes sectores maduros, que genera una alta tasa de paro. ▪ Por otra parte, una revitalización industrial bajo nuevas formas. La ventaja de su centralidad hace que en ellas tiendan a localizarse las empresas más innovadoras, así como las sedes sociales de las mayores empresas nacionales y de las filiales de las multinacionales. Por tanto, se trata de aquellas actividades que generan mayor valor añadido, tienen mercado en expansión y empleos más cualificados y mejor remunerados.
Ello favorece una creciente terciarización de su industria: crecen las ocupaciones relacionadas con tareas anteriores y posteriores a la producción (gestión, diseño, investigación, comercialización, servicios posventa, etc.).
2.- Áreas y ejes industriales en expansión Se debe a las tendencias difusoras de la industria o al desarrollo de la industria endógena. Estas áreas son las siguientes: a) Las franjas periurbanas: En los últimos años han adquirido gran atractivo para localizar o relocalizar industrias de las ciudades próximas, que buscan reducir costos, pero dan gran importancia a la accesibilidad. Por eso se sitúan a lo largo de las principales vías de comunicación con la ciudad. Este sector de la industria periurbana se caracteriza por el predominio de pequeñas empresas, de capitalización escasa, dedicadas a actividades poco cualificadas e intensivas en trabajo (madera, mueble, metalurgia de transformación, confección), al aprovechamiento de los recursos circundantes (agroalimentarias, material de construcción) o a la subcontratación de tareas para otras empresas. En el plano laboral, son un mercado más flexible, con diversas formas de contratación precaria y menor presencia sindical. B) Ejes de desarrollo industrial. La difusión de la industria afectó primero a los municipios más próximos a las grandes ciudades. Después se extendió por lugares más alejados, pero con buena accesibilidad. Ello dio lugar a la aparición de ejes de desarrollo industrial en los que a las industrias tradicionales se han añadido otras nuevas patrocinadas por multinacionales. C) Los ejes del Valle del Ebro y el Mediterráneo (Girona-Cartagena) cuentan con una red de autopistas que los conectan a los centros nacionales más importantes y a los ejes más dinámicos del sur de Europa, lo que ha atraído a multinacionales. Además, están conectados con ciudades de antigua tradición fabril o artesanal y con una industria rural dispersa transformadora de los productos del entorno.
3.- Áreas y ejes industriales en declive Dentro de este grupo se localizan, principalmente, Asturias, Cantabria y País Vasco (aunque este último se está construyendo como una excepción, debido a cierta revitalización industrial) y algunos núcleos aislados (Ferrol, bahía de Cádiz, etc.).
Se caracterizan por ser zonas especializadas en sectores industriales maduros en crisis (metalurgia, petroquímica, construcción naval), sin diversificación industrial que permita generar empleos alternativos y con PYMES muy dependientes de las grandes empresas que se ven arrastradas por la crisis.
El mercado laboral es de cualificación media o baja, con fuerte implantación sindical y conflictividad causada por la mala situación que atraviesa. A) El medio ambiente posee un deterioro antiguo por la frecuencia de industrias básicas altamente contaminantes y un crecimiento urbano desorganizado que se acentúa ahora con solares y naves abandonados. B) La incorporación a la CEE agravó la situación con nuevas restricciones a la producción y al empleo.
Las consecuencias de la desindustrialización de estas zonas son: ▪ Reducción de su aportación al PIB. ▪ Aumento del paro. ▪ Declive demográfico debido a la emigración.
4.- Áreas de industrialización inducida y escasa. Las áreas de industrialización inducida son Aragón, Castilla y León y Andalucía, que, desde los años 60, han sido objeto de iniciativas para la promoción industrial. En ellas se encuentran: • Algunos enclaves más fuertemente industrializados por las ventajas de su situación en la costa o en el sistema nacional de comunicaciones, que concentran las inversiones, la producción y el empleo, pero son incapaces de relacionarse con otros enclaves o de difundir la industria a áreas próximas, por lo que crean claros desequilibrios territoriales. Es el caso de Zaragoza en Aragón, Valladolid y Burgos en Castilla y León y del triángulo Sevilla- Cádiz. Huelva en Andalucía- • Algunas industrias en capitales de provincia o industrias endógenas tradicionales, dispersas y pequeñas (textil, vitivinícola, conservera, mueble).
Por su parte, las áreas de industrialización escasa son Castilla-La Mancha, Extremadura, Baleares y Canarias. Aquí las grandes industrias son puntuales, predominando los sectores tradicionales de escaso valor añadido en empresas medianas y pequeñas de baja competitividad. Castilla-La Mancha empieza a presentar cierta excepcionalidad, debido a la difusión de la industria madrileña hacia las provincias mejor conectadas con Madrid.