Goya pertenece a la época de la Ilustración durante el Siglo XVIII, durante el contexto histórico del período de Goya podemos destacar a monarcas como Carlos III, Carlos IV que permitíó la invasión francesa en la península y tras la guerra de la independencia de 1808 y la vuelta al absolutismo podemos destacar a Fernando VII. Goya nacíó en 1746 en Fuendetodos. Su primer aprendizaje fue el Barroco italiano con su maestro Luxan. A su regreso comienza las pinturas murales del Pilar. Su casamiento con la hermana del pintor
Bayeu le facilitó la entrada en la corte donde trabajó los cartones para tapices. Goya pintó escenas costumbristas. Protegido por la duquesa de Osuna, se convierte en pintor de Carlos III, la cercanía a la familia real le abre la puerta a los salones aristocráticos de Madrid y se convierte en retratista de moda. En sus retratos presenta finura y elegancia. A finales del Siglo XVIII su sordera hace que entre en una metamorfosis de su personalidad artística a través de esta experiencia de dolor personal y colectivo, da a su arte una nueva dimensión. La sordera le lleva al aislamiento, deja de contemplar la sociedad como un conjunto de cuadros y costumbres amables y empieza a 

considerar lo negativo de los convencionalismos. A esto se le suma una imaginación nerviosa, un interior turbado y obras sin sentido que ya no eran destinadas a su antigua clientela. Al mismo tiempo continúa cumpliendo sus encargos como retratista real. La guerra de la independencia le supone una experiencia dolorosa que intensifica su pesimismo y no representará más el mundo amable, sino que introducirá la expresión del dolor y el ser humano se convierte en una bestia de instintos crueles. Es liberal y los excesos del absolutismo le inclinan a aislarse del trato mundano. Con la intervención de la Santa Alianza y la iniciación de la represión absolutista, abandona España y se instala en Burdeos donde muere en 1828. La relación arte/sociedad se evidencia en Goya. El pintor dotado de vitalismo optimista en los cartones para tapices, desaparece con la sordera y de manera más definitiva con la guerra dando paso a un artista más crítico y cuya fantasía crea un mundo de brujas y monstruos, que no ofrece relación con las obras de su primera época. Su biografía tiene dos etapas: el antiguo régimen con sus monarquías absolutas y la injusticia de los privilegios, y el régimen liberal con los principios revolucionarios franceses, la exaltación de la clase media, el papel de los intelectuales y la limitación del poder. Goya es testigo de procesos mentales profundos, partidario de nuevas ideas y contribuye a desmontar un mundo que declina. Su experiencia fue completa, pertenecía a la clase artesanal y por su trabajo tuvo relación con la corte y la familia real. Su punto oscuro es su calidad de afrancesado. Su obra desprende su amor al pueblo, sus escenas son populares, fiestas y trabajos plasmadas con simpatía y los cuadros patrióticos tienen compasión por los sufrimientos colectivos. En contraposición puede verse una serie de retratos reales que se dirigen a las personas y a las instituciones.  Goya es un artista lento en su aprendizaje, pintor de contrarios, realista y fantástico, aunque lo definitorio es el Realismo al revés: trata de cambiar una sociedad que él conoce. Se distinguen dos etapas: – En la primera, los triunfos profesionales y la visión optimista de la vida, predominan los colores rojos y grises, el dibujo es acabado, con trazo continuo y temas amables. – En la segunda, hay sufrimiento y visión patética, presencia del negro, un dibujo de manchas, roto cuyos temas son dramáticos o de fantasía sombría. El número de personajes en sus pinturas aumentan y la paleta se vuelve más clara y brillante. Los cuadros de la guerra de la independencia enriquece su paleta, se descubren nuevas manchas y las composiciones emplean escorzos. Es expresionista, la ausencia del color y el uso del negro le da lugar a las pinturas negras. Aparece la mancha y desaparece el dibujo, crea un mundo de monstruos horribles en alucinación mental. Goya sintetiza la obra por temas: – Costumbristas: los cartones para los tapices. Se encuentra reflejada la vida madrileña, ferias y romerías. En las composiciones luce el rococó aunque tome la luz y el paisaje de los maestros barrocos españoles como Velázquez. Destaca (la pradera de san Isidro, el Parasol y la gallinita ciega) – Retratos: es el género en el que tuvo una actividad más constante. Destaca la penetración psicológica, no se limita a captar rasgos físicos sino que traspasa rasgos anímicos. Hace retratos de la familia real como por ejemplo (Carlos III, Carlos IV, Fernando VII) para el colectivo de la familia real se inspiró en las meninas, sorprende su hieratismo y el efecto para concentrar su atención en los rostros. En los retratos masculinos destaca
Jovellanos y en los femeninos La condesa de chinchón y las majas. – Pinturas religiosas: Destaca sus frescos de San Antonio la Florida con escenas cortesanas y populares. Demostró su fervor en el Prendimiento de la catedral de Toledo y en la última comunión de san José de Calasanz. – Pintura de tema patriótico: Destacan el 2 de Mayo y el fusilamiento del 3 de Mayo que expresan movimiento y dolor, un gran efecto de claroscuros y gran intensidad de luz blanca en los rostros. 

– Pinturas negras: fue descubierta en sus últimos temas costumbristas, en los que el apagamiento de los tonos servía para crear crítica social. Destaca (el coloso) y desaparece línea. – Grabados y dibujos: gran grabador, da expresión a los rostros y junto con la luz consigue manchas negras y rayados, muestra el movimiento y la fuerza. Destaca (los caprichos, los desastres de la guerra y la tauromaquia) La pintura de Goya implica la ruptura con la tradición, se representa de manera diferente asumiendo el mundo propio. La fantasía y la crítica juega un papel importante en la realidad visual. Tiene influencia del Bosco y visiones apocalípticas de Valdés Leal. Del neoclasicismo rechaza su consideración dibujística, que la pintura se base en el color, la inspiración y el movimiento, y la riqueza de colores y luces. Es el primer pintor moderno, dejando a un lado el impresionismo. En el Siglo XX el movimiento expresionista intenta plasmar el dolor y el miedo que sentía Goya.