4.1. LA GUERRA DE SUCESIÓN ESPAÑOLA Y EL SISTEMA DE Utrecht. LOS PACTOS DE FAMILIA

• Tras la muerte de Carlos II (1700), el trono de España pasa, según lo dispuesto en su testamento, a Felipe de Anjou pero algunas potencias europeas como Inglaterra y Holanda entre otras (Alianza de la Haya, 1701), temerosas del excesivo poder de los Borbones (posibilidad de uníón de la corona española y francesa en un único monarca) apoyan las pretensiones al trono español del archiduque Carlos de Habsburgo. 

• El enfrentamiento da lugar a la Guerra de Sucesión Española (1701-1714) que, además de un conflicto internacional, donde la mayor parte de los países europeos se enfrentó contra Francia, fue también una guerra civil porque Castilla aceptaba a Felipe como rey y Aragón apoyaba al archiduque Carlos de Austria. En el territorio peninsular, tras la batalla de Almansa (1707), Felipe V se hace con los reinos de Valencia y Aragón y, en el año 1714, acaba con la resistencia catalana.

• El nombramiento del archiduque Carlos como Emperador de Austria (1711), precipita el fin de la guerra y la firma de los Tratados de Utrecht- Rastatt: Felipe V es reconocido como rey de España pero renunció a cualquier derecho sobre el trono francés, España cede todas sus posesiones europeas a Austria (Bélgica, Milanesado, Nápoles y Cerdeña). Sicilia a Saboyá. Gran Bretaña obtiene Gibraltar y Menorca e importantes ventajas comerciales en América: los privilegios económicos del Navío de Permiso y el Asiento de Negros.

• Con estos tratados se consolida la hegemonía marítima británica y se establece una política de equilibrio continental que se conoce como “Sistema de Utrecht”. 

• La política exterior estuvo condicionada por los “Pactos de Familia”, tratados de ayuda y defensa mutua firmados con Francia (1733,1743 y 1761) que supónían intervenir con Francia en conflictos internacionales a cambio de su apoyo para la recuperación de Nápoles y Sicilia (Primer Pacto de Familia); Parma, Plasencia y Guastalla (Segundo Pacto de Familia) o Florida y Menorca (Tercer Pacto de Familia).

4.2. LA NUEVA MONARQUÍA BORBÓNICA. LOS DECRETOS DE NUEVA PLANTA. MODELO DE ESTADO Y ALCANCE DE LAS REFORMAS

• Con los Borbones se pone fin a la tradicional monarquía descentralizada y pactista de los Austrias y se establece un modelo basado en la centralización y el absolutismo. 

• Los Decretos de Nueva Planta (1707 y 1716) suponen la abolición de leyes, instituciones, fueros y moneda de la Corona de Aragón y la unificación jurídica e institucional según el modelo castellano. Las provincias vascas y Navarra conservaron sus fueros como premio a su fidelidad a Felipe V durante la Guerra de Sucesión. Desaparecen las Cortes de los distintos reinos y surgen  Cortes únicas. Se introduce también la Ley Sálica que pone condiciones al reinado de las mujeres. 

• Administración central todos los Consejos, salvo el de Castilla, se sustituyen por Secretarías de Estado (Secretaría de Estado y Asuntos Extranjeros; de Asuntos Eclesiásticos y Justicia; de Guerra; de Marina e Indias. Cada Secretaría contaba con un secretario que asesoraba al rey sobre su ámbito, cuyo número y competencias variaron con el tiempo. 

• Administración territorial se divide el país en provincias con una triple autoridad: audiencias (judicial), capitanes generales (militar) e intendentes como autoridad civil y económica.
  

• Administración local los corregidores eran los encargados del control de las ciudades en nombre del rey. Se crean los serenos y se cuida la limpieza y el alumbrado públicos. Se llevan a cabo reformas en el ejército buscando la profesionalización de sus miembros y estableciendo un método de reclutamiento obligatorio. Los tercios son sustituidos por regimientos. Tras la guerra de Sucesión se intentó modernizar el sector naval (José Patíño, José del Campillo y Cossío, Marqués de la Ensenada). Para ello, se crearon los arsenales de Cartagena, Cádiz y El Ferrol, además del de La Habana y se perfecciónó la formación de sus oficiales. 

• Se introduce una política regalista o de control real sobre los asuntos eclesiásticos y se lleva a cabo una intervención en la industria y el comercio para fomentarlos.

4.3. LA ESPAÑA DEL Siglo XVIII. EXPANSIÓN Y TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS: AGRICULTURA, INDUSTRIA Y COMERCIO CON AMÉRICA. CAUSAS DEL DESPEGUE ECONÓMICO DE CATALUÑA. 

• Catastro del marqués de la Ensenada (Fernando VI): intento de sustituir los múltiples impuestos por una única contribución que gravaba en proporción a la capacidad económica de cada contribuyente. Los grupos privilegiados consiguieron abortar esta reforma porque perjudicaba sus intereses. 

• Las Sociedades Económicas de Amigos del País(Carlos III). Fueron organismos no estatales que tenían como fin promover el desarrollo de España, especialmente en el aspecto económico. Intervinieron los sectores más dinámicos de la sociedad: la nobleza, la Iglesia y el mundo de los negocios. 

• La agricultura tenía en el régimen de propiedad su principal obstáculo. Se tomaron algunas medidas para fomentar la agricultura: arrendamientos municipales, colonización de tierras, canales de regadío pero el proyecto de Ley de Reforma Agraria no se llevó a cabo. 

• La industria, debido a su pobreza tecnológica y a las limitaciones gremiales, mantuvo durante todo el siglo unos elevados costes de producción y, por tanto, escasas posibilidades de conquistar mercados interiores ni exteriores. No obstante, hubo un crecimiento de la producción debido al incremento de los aranceles, fomento de las manufacturas (Reales Fábricas) e implantación de nuevos sistemas productivos (talleres de indianas,…).

• El comercio con América el que experimente un mayor desarrollo al suprimirse el sistema de flotas, crearse compañías comerciales, y, sobre todo al establecer en el año 1778 el libre comercio de todos los puertos españoles con América. 

•  A pesar de la difícil situación interna, Cataluña lograría a lo largo del Siglo XVIII una notable recuperación económica debido a: – un importante crecimiento demográfico. – un aumento considerable de la producción agrícola. – una reactivación comercial, especialmente por la política proteccionista de la monarquía y gracias a la liberalización del comercio con América: aguardientes, tejidos. Estas transformaciones posibilitarían después su industrialización, especialmente centrada en el algodón y otras ramas textiles.