Compara los imperios territoriales de Carlos I y Felipe II

  Carlos I de Castilla (Carlos V, como emperador del Sacro Imperio Romano-Germánico), era hijo de Felipe de Habsburgo (el hermoso) y de Juana I de Castilla (la loca), heredó un enorme Imperio que le convirtió en el rey más importante de su época. De sus abuelos paternos: – María de Borgoña heredó los Países Bajos, Luxemburgo y el Franco Condado . – Maximiliano de Habsburgo heredó los territorios patrimoniales de Tirol y Austria (por eso los Habsburgo serían conocidos en España como Austrias) y el derecho a ser propuesto y a convertirse en emperador alemán. De sus abuelos maternos y de su madre Juana heredó: – Fernando el Católico: la corona de Aragón con sus territorios en Italia. – Isabel la Católica: Castilla, Canarias y los territorios americanos. Nacido y formado en Gante (Flandes, Países Bajos), Carlos ascendíó al trono de Castilla y de Aragón en 1516, con sólo 16 años de edad sin conocer nada de Castilla. Su ambición por convertirse en emperador (fue coronado en 1519) le llevó a convocar las Cortes castellanas para imponer nuevos impuestos. Esto y el nombramiento de flamencos para ocupar cargos políticos en Castilla, provocaron conflictos en Castilla y Valencia: – Las Comunidades en Castilla (1520-1521) conocido también como movimiento comunero, se inició en Febrero de 1520, siendo sus líderes Padilla, Bravo y Maldonado. Los comuneros crearon la Santa Junta y sustituyeron la autoridad municipal por comunas integradas por artesanos, comerciantes y miembros de la baja nobleza. Los comuneros presentaron diversas reclamaciones al rey: a) el regreso de Carlos a España. B) Exclusión de los extranjeros de los cargos políticos. C) Reducción de impuestos. D) Mayor protagonismo de las Cortes. E) Limitación y control en la exportación de la lana. Los comuneros fueron derrotados en la batalla de Villalar y sus líderes ajusticiados. – Las Germánías (1519-1524) Se desarrolló en Valencia y Murcia. Su motivo principal fue la crisis económica y el descontento frente a la nobleza y los moriscos lo que acabó convirtiéndolo en movimiento antiseñorial . Su derrota implicó una alianza entre monarquía y nobleza. Carlos tuvo problemas externos: con Francia a los que vencíó en Pavía, ocupando Milán; con el Papa (Saqueo de Roma, 1527); los turcos (defensa de Viena) y con los Luteranos alemanes (aunque tuvo que reconocer la libertad religiosa en la Paz de Augsburgo, 1555). 


3.4. La monarquía hispánica de Felipe II. Gobierno y administración. Los problemas internos. Guerras y sublevación en Europa.3

Gobierno y administración al aplicar en 1556 Carlos I cedíó a su hermano Fernando el título imperial y Austria heredando Felipe II el resto de territorios a las que añadido Filipinas y Portugal. La dinastía de los Habsburgo quedó así dividido en dos ramas con centros en Madrid y Viena. La dificultad de reinar sobre tantos territorios llevó a Felipe II a fortalecer el gobierno centralizado polis y no dial creado por los Reyes Católicos. La concepción del Imperio cambio y la Universitas Cristiana se pasó a la idea de monarquía hispánica un Imperio católico sostenido con los recursos de Castilla. Problemas internos. La rebelión de los moriscos de las Alpujarras 1000 568.570 se produjo por la prohibición de su lengua y costumbres por otra parte la sublevación de las instituciones de Aragón en 1590 para proteger sus fueros provocada por el caso Antonio Pérez provocó un recorte de sus privilegios

Conflictos externos la defensa de la hegemonía hispana enfrentó a Felipe II con Francia (victoria de San Quintín 1557) E Inglaterra que repelíó alarma de invencible en 1557. La lucha contra los turcos Lepanto 1571 y la rebelión flamenca que acabó con la división de territorios en los países bajos del Norte y Flandes. La muerte sin herederos de Sebastián de primero de Portugal permitíó a Felipe II hacerse con el trono tras un breve guerra
1581. La uníón fue únicamente personal por lo que se mantuvieron las instituciones y leyes portuguesas


3.7. La Guerra de los Treinta Años y la pérdida de la hegemonía española en Europa. A lo largo del Siglo XVII, España perdíó su hegemonía en Europa y parte de su Imperio. El rey Felipe III, forzado por la crisis económica, mantuvo una política pacifista firmando una paz con Inglaterra en 1604 y una tregua con las Provincias Unidas (Holanda) en 1609. Sin embargo, Felipe IV acabó involucrando a la corona española en la Guerra de los Treinta años (1618-1648). Al principio la guerra tenía implicaciones religiosas al enfrentar a los reinos protestantes del centro y norte de Europa (principados alemanes, Dinamarca y Suecia), contra los Habsburgo austriacos. Sin embargo, la entrada de Francia y de Holanda del lado de los protestantes convirtió a este conflicto en una lucha por la hegemonía en Europa y acabó implicando a España. La guerra provocó las derrotas españolas en las batallas de Las Dunas y, en especial, en Rocroi, tras las cuales España se vio obligada a firmar la Paz de Westfalia (1648) por la que se reconocía la independencia de Holanda. El conflicto contra Francia todavía se prolongó hasta finales del S. XVII, durante el reinado de Carlos II, teniendo como consecuencia la sucesiva pérdida de territorios por parte de la corona española y su anexión a la corona francesa: a) Paz de los Pirineos (1659) Francia se anexiona los ducados catalanes de Rosellón y Cerdaña. La frontera hispano-francesa queda establecida en los Pirineos. B) Paz de Aquisgrán (1668) Francia ocupa Lille y se reconoce la independencia portuguesa. C) Paz de Nimega (1678) España cede a Francia el Franco Condado. Las consecuencias de estos conflictos fueron: 1) La monarquía española entra en crisis y pierde su hegemonía en Europa. La situación se agravará con las rebeliones de Cataluña y Portugal. 2) Francia, gobernada por Luis XIV, el “rey sol”, se convierte en la nueva potencia europea dando lugar a un nuevo orden político. 3) La continua situación de guerra y sus secuelas (epidemias, hambrunas) provocan un descenso demográfico y una bancarrota económica.


3.8. Principales factores de la crisis demográfica y económica del Siglo XVII y sus consecuencias. El S. XVII fue una etapa de depresión económica y demográfica en España y en toda Europa. Las continuas guerras y sus secuelas de hambre y epidemias provocaron una crisis económica y un descenso demográfico. Los aspectos más sobresalientes de la crisis fueron: a) el endeudamiento del estado para costear las guerras llevó a la monarquía a bancarrotas sucesivas desde el reinado de Felipe II. B) Fuerte inflación agravada por alteraciones monetarias. Se va disminuyendo progresivamente el valor metálico de la moneda que acabó sustituyendo la plata por cobre (moneda de vellón). C) Cae la producción agraria y disminuyen las actividades ganaderas. D) La industria textil castellana entra en crisis al ser incapaz de competir con la producción textil de los Países Bajos. E) Disminución de los ingresos del comercio americano en parte porque se destinan a costear las guerras en Europa y porque aumentan la corrupción y el contrabando. F) Disminuye la población española por efecto de la expulsión de los moriscos, de la escasez de matrimonios y el aumento del clero y la llegada de un nuevo ciclo de grandes epidemias: gripe, viruela y peste (1597-1602). En el aspecto social se mantuvo el modelo estamental con una nobleza fortalecida por los favores que recibieron de los reyes. Las clases altas urbanas también se beneficiaron de la situación al comprar tierras y títulos nobiliarios colmando su aspiración de integrarse en la nobleza. La crisis afectó, especialmente, a las clases menos favorecidas. Los campesinos soportaron malas cosechas y subidas de precios e impuestos por lo que tuvieron que recurrir a préstamos económicos que les endeudaban, obligándoles a vender sus tierras y a emigrar. La situación de miseria provocó el aumento del bandolerismo y de la mendicidad que se convirtieron en una forma de vida.


3.9. Crisis y decadencia de la monarquía Hispánica: el reinado de Carlos II y el problema sucesorio. Carlos II (1665-1700), Hijo de Felipe IV, quedó huérfano con cuatro años por lo que su madre Mariana de Austria asumíó la regencia hasta que en 1675, con catorce años fue declarado mayor de edad. Enfermizo y débil (fue conocido como el hechizado), tuvo diversos validos a lo largo de su reinado: el jesuita austriaco Nithard, confesor de su madre; Valenzuela, su hermanastro Juan José de Austria, el duque de Medinaceli. La Corte era un hervidero de intrigas y luchas por el poder que se acentuaron al final del reinado, cuando se planteó el problema por la sucesión. La inestabilidad política fue aprovechada por Francia, para obtener compensaciones territoriales: España cedíó el Franco Condado, Luxemburgo, Artois y Lille. Además se tuvo que reconocer la independencia de Portugal en 1668. El problema sucesorio Carlos II se casó en dos ocasiones (con María Luisa de Orleans y con Mariana de Neoburgo), pero no tuvo descendencia por lo que su sucesión generaba un problema. Entre los candidatos estaban el rey de Francia Luis XIV y el emperador austriaco Leopoldo de Habsburgo, ambos emparentados con Carlos II, pero cuya elección rompía el sistema de equilibrios en Europa. Se buscó una solución neutral con la candidatura de José Fernando de Baviera, pero fallecíó en 1699. Ante el bloqueo de la situación Luis XIV, decidíó renunciar a sus derechos a favor de su nieto Felipe duque de Anjou, de la casa de Borbón y por su parte los Habsburgo eligieron al archiduque Carlos de Austria como candidato. Carlos II, poco antes de morir, nombró heredero a Felipe de Anjou para asegurarse el apoyo de Francia y evitar la desmembración del Imperio español. Sin embargo, al morir Carlos II en 1700, el archiduque Carlos de Austria no reconocíó el testamento y con el apoyo de Inglaterra y Holanda inició una guerra por la sucesió