. TEMA 4.
LA POESÍA EN EL NOVECENTISMO, LAS VANGUARDIAS Y
LA GENERACIÓN DEL 27. Juan RAMÓN JIMÉNEZ.
EL NOVECENTISMO
Se designa con la etiqueta de Novecentismo a un grupo de escritores que irrumpen en el
Panorama literario en torno a 1914, de ahí que también sean conocidos con el nombre de
Generación del 14 . Todos ellos muestran una clara preocupación por el problema de la
Regeneración española. En cuanto al lenguaje, persiguen la pulcritud y la máxima depuración
Expresiva.
Integran esta generación ensayistas ( José Ortega y Gasset, Eugenio d’Ors, Gregorio
Marañón, Claudio Sánchez Albornoz, Menéndez Pidal ), novelistas ( Gabriel Miró, Ramón
Pérez de Ayala ) y el poeta
Juan Ramón Jiménez. LAS VANGUARDIAS Reciben el nombre de vanguardias los movimientos que, en el primer tercio del siglo XX, se extienden, por lo general desde Francia y Alemania, a todo el mundo occidental, y Afectan a todas las manifestaciones artísticas: artes plásticas, literatura, música y cine. Como respuesta al academicismo y Realismo decimonónicos, los vanguardistas son herederos Del simbolismo, el impresionismo o el Modernismo, y repiten, exagerándolo, el espíritu Renovador de estos movimientos, llegando incluso a la experimentación con las formas y a los Juegos literarios con los sonidos. Extreman el interés por el mundo interior y su misterio, Pues piensan que el arte es reflejo suyo y que la inteligencia y el conocimiento deben estar Por encima de la realidad, y la verdad por encima del instinto. Las vanguardias defienden la ruptura con el Naturalismo, deformando la realidad ( Expresionismo ), desdoblándola desde todos los ángulos posibles ( Cubismo ), reflejando su Movimiento ( Futurismo ), o bien mostrando sus zonas ocultas ( Surrealismo ). Destacamos Algunos de los vanguardismos más representativos. El Cubismo, iniciado por Picasso en 1906, reivindica el conocimiento y la sabiduría del Artista, y aporta conceptos básicos para las vanguardias, como la autonomía de la obra de Arte, la simultaneidad de ideas y percepciones y el “collage”. Estas propuestas las adapta a La literatura Guillaume Apollinaire (1880-1918) en sus Caligramas. El Futurismo, fundado por el poeta italiano Marinetti (1876-1944) en 1909, propone la Simultaneidad de sensaciones en movimiento, exalta la energía, el progreso, la Industrialización y la máquina, y propugna la destrucción de la sintaxis y la libertad de las Palabras en la poesía. 1 El Expresionismo, originario de Alemania (1910), refleja su visión atormentada y exagerada De la realidad a través de unas formas que juegan con la experimentación y la acumulación De elementos medievales, barrocos y ROMánticos. El Creacionismo, iniciado por el chileno Vicente Huidobro (1893-1948) en 1914, pretende que El poema no imite la naturaleza, sino que la cree en sus versos. Destacan Gerardo Diego, Juan Larrea y César Vallejo. El Dadaísmo, creado por el poeta rumano Tristan Tzara (1896-1963) en 1916, parte de la Inutilidad del arte y la cultura tradicionales, por lo que propone el Nihilismo como forma de Vida y el balbuceo infantil (dadá) como la literatura más sublime, y defiende el lenguaje Como fin en sí mismo, la autonomía de la obra de arte y la experimentación. El Ultraísmo es una creación hispana de 1919 impulsada por Guillermo de la Torre, que Recoge bastantes elementos del Futurismo y propone las metáforas e imágenes como ejes De la poesía. El Surrealismo, iniciado en 1924 por varios dadaístas liderados por el poeta André Bretón (1896-1966), está considerado como el Vanguardismo más importante. Desencantados del Nihilismo dadaísta, los surrealistas apuestan por la creación y pretenden desentrañar el Sentido último de la realidad. Por eso, siguiendo a Freud, reivindican el subconsciente y el Sueño, el símbolo y el mito, y pretenden expresarse por medio de la “escritura automática”, Una escritura que resulta de la afloración espontánea de las palabras a partir del Subconsciente o del sueño sin la intervención de la lógica. En España, Ramón Gómez de la Serna (1888-1963) encarna el nuevo espíritu de la Vanguardia, representado en el rechazo del subjetivismo y en la renuncia a reproducir Fielmente la realidad. Para él, la única forma de captar el mundo es a través de la Incoherencia y la fragmentación. Defensor de un “arte nuevo” centrado en los objetos y desligado de las “impurezas” de lo Sentimental y lo humano, divulga en su revista “Prometeo” (1908-1912) los manifiestos de los Movimientos vanguardistas para inculcar en los nuevos escritores la necesidad de un cambio Radical en la creación artística. Fruto de esa nueva actitud es la greguería, género con el Que pretende aprehender la realidad mediante la mezcla de la metáfora y el humor. El pez más difícil de pescar es el jabón dentro del agua. El rayo es una especie de sacacorchos encolerizado. 2 GENERACIÓN DEL 27 Recibe el nombre de Generación del 27 un grupo de poetas nacidos entre 1891 y 1905, algunos de los cuales celebraron en Sevilla un homenaje a Luis de Góngora en el tercer Centenario de su muerte (1927). El nexo en común es la recepción del Vanguardismo Internacional unida a la tradición literaria española. Los poetas que la integran son: Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Dámaso Alonso, Vicente Aleixandre, Rafael Alberti, Federico García Lorca, Luis Cernuda, Emilio Prados y Manuel Altolaguirre. Algunas antologías incluyen a Las sin sombrero (mujeres como Mª Teresa León, Concha Méndez o la filósofá María Zambrano), a otros poetas como Francisco Ayala y a artistas como Dalí y Buñuel. Movidos por un ideal de pulcritud y pureza, en un primer momento siguen la senda trazada Por Juan Ramón Jiménez (tras la publicación, en 1917, de su libro Diario de un poeta recién Casado), se identifican con las ideas de Ortega y Gasset sobre el arte deshumanizado y Manifiestan simpatía por los movimientos de vanguardia. Pero, al mismo tiempo, sienten Veneración por los clásicos y rescatan la tradición popular de los cancioneros cortesanos de La Edad Media y del Renacimiento. Algunos tienen un profundo conocimiento de la literatura De los Siglos de Oro. La conjunción de todas esas influencias con la extraordinaria Capacidad creativa de estos artistas da como resultado una producción literaria que ha sido Considerada como la Edad de Plata de las letras castellanas. La formación intelectual de la juventud del 27 se asienta sobre ese sustrato liberal que Representaban los integrantes de la Generación del 98 y del Novecentismo. De entre los Escritores del 98 sienten especial admiración por Unamuno y Antonio Machado, si bien en Los años veinte y treinta se desentienden de lo sobrenatural, muestran una actitud gozosa Ante la vida y se consideran ciudadanos del mundo. Hay tres personalidades que dejan una Profunda huella en el grupo vanguardista: Gómez de la Serna, Ortega y Gasset y Juan Ramón Jiménez. Los poetas del 27 ven en Góngora un precedente del Vanguardismo por su concepción del Hecho literario como arte puro desligado de la realidad, en el que cobra especial relevancia La imaginación, el ingenio y el uso de la metáfora. De la tradición del Siglo XIX reciben la Influencia de Bécquer. Entre los temas destacan el destino individual del hombre; la ciudad como expresión de Progreso; la visión de una naturaleza próxima a la realidad cotidiana del artista; el amor en Plenitud, libre y despojado de prejuicios; el compromiso con su tiempo, con la creación Artística, con los amigos y el compromiso social y político. Las etapas en las que se divide su producción literaria son tres. La primera etapa abarca de 1918 a 1929. Se suceden tres tendencias, que son el Vanguardismo, la poesía pura y el neopopularismo. Se sienten atraídos especialmente por el Ultraísmo y el Creacionismo, utilizan la técnica del Caligrama y tratan temas relacionados con los inventos del mundo moderno. 3 A la tendencia vanguardista pertenecen Imagen, Limbo y Manual de espumas, de Gerardo Diego; Cal y canto, de Alberti; y algunos poemas de Pedro Salinas. A partir de 1926 encaminan su quehacer literario hacia la poesía pura, hermética, Desprovista de toda anécdota y desvinculada de lo sentimental y humano. Destacan Cántico, De Jorge Guillén y Perfil del aire, de Luis Cernuda. Posteriormente inician un proceso de rehumanización con el cultivo de la poesía popular, Apreciable en obras como Marinero en tierra (Alberti), Poema del cante jondo, Canciones y Romancero gitano (Lorca), Soria (Gerardo Diego), Poemas puros. Poemillas de la ciudad (Dámaso Alonso) y Canciones del farero (Emilio Prados). Entienden lo popular como Expresión del sentimiento más profundo y humano, que encuentra su cauce en la máxima Condensación afectiva y conceptual. La segunda etapa se desarrolla entre 1929 y 1939 y los escritores manifiestan un renovado Interés por los temas humanos y adoptan una actitud de compromiso con los problemas de su Tiempo. Por tanto, se intensifica el proceso de rehumanización iniciado en las composiciones Neopopularistas de la etapa precedente. Esto hace que vuelvan al Surrealismo, ofreciendo Una imagen totalizadora del ser humano, no solo la que es perceptible por los sentidos sino También su faceta oculta. Los libros más representativos son Pasión de la tierra, Espadas Como labios y La destrucción o el amor (Vicente Aleixandre); Sobre los ángeles (Alberti); Un Río, un amor y Los placeres prohibidos (Cernuda); Poeta en Nueva York (Lorca); y La voz Cautiva (Emilio Prados). Por otro lado, en el Neorromanticismo pervive el interés por la tradición clásica, centrado Ahora en la figura de Bécquer, poeta que alienta la poesía amorosa de Pedro Salinas y Luis Cernuda. En sus libros La voz a ti debida (1933) y Razón de amor (1936), Pedro Salinas concibe la Pasión amorosa como una experiencia intelectual, distante del sentimentalismo ROMántico, Hasta el extremo de que a los amantes los despoja de su identidad (solo los menciona con los Pronombres tú y yo). La poesía amorosa de Luis Cernuda figura en tres libros: Un río, un amor (1929), Los Placeres prohibidos (1931), de estética surrealista ambos, y Donde habite el olvido (1932). Trata la frustración por la imposibilidad de cumplir sus expectativas amorosas y el poso de Amargura que deja en el ánimo el olvido de experiencias amorosas fracasadas. También cultivan el Neorromanticismo Lorca (Sonetos del amor oscuro , de 1936), Emilio Prados (Cuerpo perseguido, de 1928) y Altolaguirre (Poesía). La poesía social y política manifiesta un compromiso cívico con la realidad conflictiva del Momento. Algunos como Alberti y Emilio Prados adoptan posturas muy activas a favor de la Causa republicana. Tras el conflicto bélico tratan el tema de la guerra española (Dámaso Alonso en Hijos de la ira, Jorge Guillén en Maremágnum) o la Segunda Guerra Mundial (Pedro Salinas). La tercera etapa, a partir de 1939, conlleva la dispersión del grupo, pues la mayoría marcha Al exilio y solo permanecen en España Gerardo Diego, Dámaso Alonso y Vicente Aleixandre. Gerardo Diego retoma el clasicismo formal (búsqueda de la armónía y el equilibrio, empleo 4 Del soneto) y se erige en un claro referente de la poesía arraigada de la posguerra, que Exalta las glorias del pasado imperial español o canta al amor, la familia y el paisaje. El resto de los integrantes de le Generación del 27 padece un profundo sentimiento de Desarraigo, ya sea el exterior del exilio americano, ya el interior de quienes quedan en España. Los que sufren el destierro condenan los horrores de la guerra y denuncian el Materialismo del mundo moderno. Dentro de España, Dámaso Alonso (Hijos de la ira) y Vicente Aleixandre (Sombra del paraíso) muestran una profunda desazón existencial que Enlaza con la caótica y desesperanzada visión del mundo de la poesía desarraigada de la Posguerra (Blas de Otero, Gabriel Celaya, Victoriano Crémer). Juan RAMÓN JIMÉNEZ Con la composición de Diario de un poeta recién casado Juan Ramón Jiménez supera el Modernismo (primera época o sensitiva, 1898-1915) y evoluciona hacia una nueva concepción De la poesía que desarrolla en dos nuevas etapas: la intelectual y la suficiente. En la segunda época o intelectual (1916-1936) somete a su obra a un paulatino proceso de Depuración que culmina en la poesía pura o desnuda, despojada de lo anecdótico y dotada de La máxima concentración conceptual. Ese ideal de pureza lo alcanza con Diario de un poeta Recién casado (1916) y con Eternidades (1918). La poesía se identifica con la belleza, la Eternidad y el absoluto. También corresponden a esta etapa Piedra y cielo (1918), Poesía (1923), Belleza (1923) y La estación total (1923-1936). A la tercera época o suficiente (1936-1958) pertenecen los libros escritos en el exilio, en Los que alcanza la máxima depuración y se inclina por el verso libre, cuyo ritmo se asienta en La repetición de palabras, ideas y estructuras sintácticas. Pertenecen a este periodo Animal De fondo (1949), En el otro costado (1936-1942) y Dios deseante y deseado (1949).
Juan Ramón Jiménez. LAS VANGUARDIAS Reciben el nombre de vanguardias los movimientos que, en el primer tercio del siglo XX, se extienden, por lo general desde Francia y Alemania, a todo el mundo occidental, y Afectan a todas las manifestaciones artísticas: artes plásticas, literatura, música y cine. Como respuesta al academicismo y Realismo decimonónicos, los vanguardistas son herederos Del simbolismo, el impresionismo o el Modernismo, y repiten, exagerándolo, el espíritu Renovador de estos movimientos, llegando incluso a la experimentación con las formas y a los Juegos literarios con los sonidos. Extreman el interés por el mundo interior y su misterio, Pues piensan que el arte es reflejo suyo y que la inteligencia y el conocimiento deben estar Por encima de la realidad, y la verdad por encima del instinto. Las vanguardias defienden la ruptura con el Naturalismo, deformando la realidad ( Expresionismo ), desdoblándola desde todos los ángulos posibles ( Cubismo ), reflejando su Movimiento ( Futurismo ), o bien mostrando sus zonas ocultas ( Surrealismo ). Destacamos Algunos de los vanguardismos más representativos. El Cubismo, iniciado por Picasso en 1906, reivindica el conocimiento y la sabiduría del Artista, y aporta conceptos básicos para las vanguardias, como la autonomía de la obra de Arte, la simultaneidad de ideas y percepciones y el “collage”. Estas propuestas las adapta a La literatura Guillaume Apollinaire (1880-1918) en sus Caligramas. El Futurismo, fundado por el poeta italiano Marinetti (1876-1944) en 1909, propone la Simultaneidad de sensaciones en movimiento, exalta la energía, el progreso, la Industrialización y la máquina, y propugna la destrucción de la sintaxis y la libertad de las Palabras en la poesía. 1 El Expresionismo, originario de Alemania (1910), refleja su visión atormentada y exagerada De la realidad a través de unas formas que juegan con la experimentación y la acumulación De elementos medievales, barrocos y ROMánticos. El Creacionismo, iniciado por el chileno Vicente Huidobro (1893-1948) en 1914, pretende que El poema no imite la naturaleza, sino que la cree en sus versos. Destacan Gerardo Diego, Juan Larrea y César Vallejo. El Dadaísmo, creado por el poeta rumano Tristan Tzara (1896-1963) en 1916, parte de la Inutilidad del arte y la cultura tradicionales, por lo que propone el Nihilismo como forma de Vida y el balbuceo infantil (dadá) como la literatura más sublime, y defiende el lenguaje Como fin en sí mismo, la autonomía de la obra de arte y la experimentación. El Ultraísmo es una creación hispana de 1919 impulsada por Guillermo de la Torre, que Recoge bastantes elementos del Futurismo y propone las metáforas e imágenes como ejes De la poesía. El Surrealismo, iniciado en 1924 por varios dadaístas liderados por el poeta André Bretón (1896-1966), está considerado como el Vanguardismo más importante. Desencantados del Nihilismo dadaísta, los surrealistas apuestan por la creación y pretenden desentrañar el Sentido último de la realidad. Por eso, siguiendo a Freud, reivindican el subconsciente y el Sueño, el símbolo y el mito, y pretenden expresarse por medio de la “escritura automática”, Una escritura que resulta de la afloración espontánea de las palabras a partir del Subconsciente o del sueño sin la intervención de la lógica. En España, Ramón Gómez de la Serna (1888-1963) encarna el nuevo espíritu de la Vanguardia, representado en el rechazo del subjetivismo y en la renuncia a reproducir Fielmente la realidad. Para él, la única forma de captar el mundo es a través de la Incoherencia y la fragmentación. Defensor de un “arte nuevo” centrado en los objetos y desligado de las “impurezas” de lo Sentimental y lo humano, divulga en su revista “Prometeo” (1908-1912) los manifiestos de los Movimientos vanguardistas para inculcar en los nuevos escritores la necesidad de un cambio Radical en la creación artística. Fruto de esa nueva actitud es la greguería, género con el Que pretende aprehender la realidad mediante la mezcla de la metáfora y el humor. El pez más difícil de pescar es el jabón dentro del agua. El rayo es una especie de sacacorchos encolerizado. 2 GENERACIÓN DEL 27 Recibe el nombre de Generación del 27 un grupo de poetas nacidos entre 1891 y 1905, algunos de los cuales celebraron en Sevilla un homenaje a Luis de Góngora en el tercer Centenario de su muerte (1927). El nexo en común es la recepción del Vanguardismo Internacional unida a la tradición literaria española. Los poetas que la integran son: Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Dámaso Alonso, Vicente Aleixandre, Rafael Alberti, Federico García Lorca, Luis Cernuda, Emilio Prados y Manuel Altolaguirre. Algunas antologías incluyen a Las sin sombrero (mujeres como Mª Teresa León, Concha Méndez o la filósofá María Zambrano), a otros poetas como Francisco Ayala y a artistas como Dalí y Buñuel. Movidos por un ideal de pulcritud y pureza, en un primer momento siguen la senda trazada Por Juan Ramón Jiménez (tras la publicación, en 1917, de su libro Diario de un poeta recién Casado), se identifican con las ideas de Ortega y Gasset sobre el arte deshumanizado y Manifiestan simpatía por los movimientos de vanguardia. Pero, al mismo tiempo, sienten Veneración por los clásicos y rescatan la tradición popular de los cancioneros cortesanos de La Edad Media y del Renacimiento. Algunos tienen un profundo conocimiento de la literatura De los Siglos de Oro. La conjunción de todas esas influencias con la extraordinaria Capacidad creativa de estos artistas da como resultado una producción literaria que ha sido Considerada como la Edad de Plata de las letras castellanas. La formación intelectual de la juventud del 27 se asienta sobre ese sustrato liberal que Representaban los integrantes de la Generación del 98 y del Novecentismo. De entre los Escritores del 98 sienten especial admiración por Unamuno y Antonio Machado, si bien en Los años veinte y treinta se desentienden de lo sobrenatural, muestran una actitud gozosa Ante la vida y se consideran ciudadanos del mundo. Hay tres personalidades que dejan una Profunda huella en el grupo vanguardista: Gómez de la Serna, Ortega y Gasset y Juan Ramón Jiménez. Los poetas del 27 ven en Góngora un precedente del Vanguardismo por su concepción del Hecho literario como arte puro desligado de la realidad, en el que cobra especial relevancia La imaginación, el ingenio y el uso de la metáfora. De la tradición del Siglo XIX reciben la Influencia de Bécquer. Entre los temas destacan el destino individual del hombre; la ciudad como expresión de Progreso; la visión de una naturaleza próxima a la realidad cotidiana del artista; el amor en Plenitud, libre y despojado de prejuicios; el compromiso con su tiempo, con la creación Artística, con los amigos y el compromiso social y político. Las etapas en las que se divide su producción literaria son tres. La primera etapa abarca de 1918 a 1929. Se suceden tres tendencias, que son el Vanguardismo, la poesía pura y el neopopularismo. Se sienten atraídos especialmente por el Ultraísmo y el Creacionismo, utilizan la técnica del Caligrama y tratan temas relacionados con los inventos del mundo moderno. 3 A la tendencia vanguardista pertenecen Imagen, Limbo y Manual de espumas, de Gerardo Diego; Cal y canto, de Alberti; y algunos poemas de Pedro Salinas. A partir de 1926 encaminan su quehacer literario hacia la poesía pura, hermética, Desprovista de toda anécdota y desvinculada de lo sentimental y humano. Destacan Cántico, De Jorge Guillén y Perfil del aire, de Luis Cernuda. Posteriormente inician un proceso de rehumanización con el cultivo de la poesía popular, Apreciable en obras como Marinero en tierra (Alberti), Poema del cante jondo, Canciones y Romancero gitano (Lorca), Soria (Gerardo Diego), Poemas puros. Poemillas de la ciudad (Dámaso Alonso) y Canciones del farero (Emilio Prados). Entienden lo popular como Expresión del sentimiento más profundo y humano, que encuentra su cauce en la máxima Condensación afectiva y conceptual. La segunda etapa se desarrolla entre 1929 y 1939 y los escritores manifiestan un renovado Interés por los temas humanos y adoptan una actitud de compromiso con los problemas de su Tiempo. Por tanto, se intensifica el proceso de rehumanización iniciado en las composiciones Neopopularistas de la etapa precedente. Esto hace que vuelvan al Surrealismo, ofreciendo Una imagen totalizadora del ser humano, no solo la que es perceptible por los sentidos sino También su faceta oculta. Los libros más representativos son Pasión de la tierra, Espadas Como labios y La destrucción o el amor (Vicente Aleixandre); Sobre los ángeles (Alberti); Un Río, un amor y Los placeres prohibidos (Cernuda); Poeta en Nueva York (Lorca); y La voz Cautiva (Emilio Prados). Por otro lado, en el Neorromanticismo pervive el interés por la tradición clásica, centrado Ahora en la figura de Bécquer, poeta que alienta la poesía amorosa de Pedro Salinas y Luis Cernuda. En sus libros La voz a ti debida (1933) y Razón de amor (1936), Pedro Salinas concibe la Pasión amorosa como una experiencia intelectual, distante del sentimentalismo ROMántico, Hasta el extremo de que a los amantes los despoja de su identidad (solo los menciona con los Pronombres tú y yo). La poesía amorosa de Luis Cernuda figura en tres libros: Un río, un amor (1929), Los Placeres prohibidos (1931), de estética surrealista ambos, y Donde habite el olvido (1932). Trata la frustración por la imposibilidad de cumplir sus expectativas amorosas y el poso de Amargura que deja en el ánimo el olvido de experiencias amorosas fracasadas. También cultivan el Neorromanticismo Lorca (Sonetos del amor oscuro , de 1936), Emilio Prados (Cuerpo perseguido, de 1928) y Altolaguirre (Poesía). La poesía social y política manifiesta un compromiso cívico con la realidad conflictiva del Momento. Algunos como Alberti y Emilio Prados adoptan posturas muy activas a favor de la Causa republicana. Tras el conflicto bélico tratan el tema de la guerra española (Dámaso Alonso en Hijos de la ira, Jorge Guillén en Maremágnum) o la Segunda Guerra Mundial (Pedro Salinas). La tercera etapa, a partir de 1939, conlleva la dispersión del grupo, pues la mayoría marcha Al exilio y solo permanecen en España Gerardo Diego, Dámaso Alonso y Vicente Aleixandre. Gerardo Diego retoma el clasicismo formal (búsqueda de la armónía y el equilibrio, empleo 4 Del soneto) y se erige en un claro referente de la poesía arraigada de la posguerra, que Exalta las glorias del pasado imperial español o canta al amor, la familia y el paisaje. El resto de los integrantes de le Generación del 27 padece un profundo sentimiento de Desarraigo, ya sea el exterior del exilio americano, ya el interior de quienes quedan en España. Los que sufren el destierro condenan los horrores de la guerra y denuncian el Materialismo del mundo moderno. Dentro de España, Dámaso Alonso (Hijos de la ira) y Vicente Aleixandre (Sombra del paraíso) muestran una profunda desazón existencial que Enlaza con la caótica y desesperanzada visión del mundo de la poesía desarraigada de la Posguerra (Blas de Otero, Gabriel Celaya, Victoriano Crémer). Juan RAMÓN JIMÉNEZ Con la composición de Diario de un poeta recién casado Juan Ramón Jiménez supera el Modernismo (primera época o sensitiva, 1898-1915) y evoluciona hacia una nueva concepción De la poesía que desarrolla en dos nuevas etapas: la intelectual y la suficiente. En la segunda época o intelectual (1916-1936) somete a su obra a un paulatino proceso de Depuración que culmina en la poesía pura o desnuda, despojada de lo anecdótico y dotada de La máxima concentración conceptual. Ese ideal de pureza lo alcanza con Diario de un poeta Recién casado (1916) y con Eternidades (1918). La poesía se identifica con la belleza, la Eternidad y el absoluto. También corresponden a esta etapa Piedra y cielo (1918), Poesía (1923), Belleza (1923) y La estación total (1923-1936). A la tercera época o suficiente (1936-1958) pertenecen los libros escritos en el exilio, en Los que alcanza la máxima depuración y se inclina por el verso libre, cuyo ritmo se asienta en La repetición de palabras, ideas y estructuras sintácticas. Pertenecen a este periodo Animal De fondo (1949), En el otro costado (1936-1942) y Dios deseante y deseado (1949).