Valores del libro la casa de Bernarda Alba

TEMA 5. EL TEATRO ESPAÑOL ANTERIOR A LA Guerra Civil: Lorca Y VALLE INCLÁN.
Durante el primer tercio del Siglo XX conviven un teatro comercial y un teatro renovador.
1. El TEATRO COMERCIAL: continuador del que imperaba a finales del XIX, está condicionado
por los intereses de los empresarios y el gusto del público burgués. Destacan tres géneros:
– Comedia burguesa o alta comedia: hace una suave crítica de los conflictos morales de la
burguésía. Su máximo representante es Jacinto Benavente (El nido ajeno, Los intereses creados).
– Teatro poético o modernista: escrito en verso mezcla el drama histórico-ROMántico con un lenguaje
modernista superficial. Destaca Eduardo Marquina (Las hijas del Cid).
– Teatro cómico: destacan los hermanos Álvarez Quintero (El patio), Carlos Arniches (La señorita
de TréVélez) y Pedro Muñoz Seca, creador del astracán (La venganza de don
Mendo).
2. EL TEATRO RENOVADOR
Es aquel que escriben aquellos autores que pretenden abrir nuevos caminos en el panorama teatral
español de principios de siglo. En esta línea innovadora se incluyen las obras de los autores de la
Generación del 98, el teatro vanguardista de Jacinto Grau (El señor de Pigmalión) y Ramón Gómez
de la Serna (Los medios seres), el esperpento de Valle-Inclán y las obras de los autores de la
Generación del 27, entre los que destaca, sin duda, Federico García Lorca.
RAMÓN MARÍA DEL VALLE- INCLÁN.
Su teatro supone una autentica renovación de la escena española. Podemos distinguir las
siguientes etapas:
Primeras obras: son de orientación modernista. Destacan Cenizas y El marqués de Bradomín
(versión teatral de las Sonatas).
-Ciclo mítico: obras ambientadas en una Galicia rural y mítica, dominada por la violencia, la
crueldad, lo sórdido y miserable (Comedias bárbaras y Divinas palabras).
-Ciclo de las farsas: Farsa infantil de la cabeza del dragón, Farsa italiana de la enamorada del rey
y Farsa y licencia de la reina castiza (recogidas en el volumen Tablado de marionetas).
-Ciclo esperpéntico /etapa de los esperpentos: supone la culminación de su producción dramática.
El propio Valle-Inclán denominó esperpentos las siguientes obras: Luces de bohemia (1920), Los
cuernos de don Friolera, Las galas del difunto y La hija del capitán. Estas tres últimas obras las
reuníó con un título común: Martes de carnaval (1930).
En la escena XII de Luces de bohemia (1920) y en el Prólogo y el Epilogo de Los cuernos de don
Friolera, Valle define el esperpento: se trata de someter la realidad a una estética deformadora para
evidenciar la degradación social del país. Esta estética deformadora se sirve de los siguientes
procedimientos: degradación de la realidad (espacios mal iluminados, sucios, vulgares…) y de los
personajes (sometidos a un proceso de animalización, cosifcación o muñequización); uso del
contraste (lo grave y lo burlesco, lo doloroso y lo grotesco…); variedad de registros (mezcla de
lenguaje culto y popular; lenguaje literario, vulgarismos, habla madrileña castiza…); empleo de la
ironía, el humor y el sarcasmo.
Federico GARCÍA Lorca.
El tema esencial de su teatro es el enfrentamiento entre la sociedad, con su poder represivo, y el
deseo de libertad. En su trayectoria dramática pueden establecerse las siguientes etapas:
1. Primeras obras: teatro de influencia modernista.
– El maleficio de la mariposa, de carácter simbolista.
– Mariana Pineda, sobre la heroína granadina ejecutada en 1831 por bordar la bandera liberal.
2. Farsas.
– Farsas para guiñol: Tragicomedia de don Cristóbal y la seña Rosita y El retablillo de don Cristóbal.
– Farsas para personas: La zapatera prodigiosa (1930) y Amor de don Perlimplin con Belisa en su
jardín (1933). En ambas desarrolla el tema del matrimonio de convivencia entre un viejo y una
joven.
3.Teatro vanguardista: El público (1930) y Así que pasen cinco años (1931). Lorca las califica de
comedias imposibles.
4. Tragedias y dramas: de 1933 a 1936 escribe sus obras más importantes. Tienen en común el
protagonismo de las mujeres, cuya situación marginal es tema común.
– Bodas de sangre (1932): trata el tema de la represión de los impulsos amorosos por las
convenciones sociales. El mismo día de su boda, la Novia huye con un antiguo pretendiente. Se
quebranta la norma social y el desenlace es la muerte.
– Yerma (1934): aborda el tema de la esterilidad, el anhelo de realización y la opresión de la mujer.
– Doña Rosita la soltera o El lenguaje de las flores (1935).
En las tres obras anteriores mezcla el verso y la prosa.
– La casa de Bernarda
Alba (1936): escrita en prosa, trata el tema del enfrentamiento entre la moral
autoritaria (representada por Bernarda) y el deseo de libertad (encarnado por su hija Adela).