Imperialismo Se entiende por Imperialismo al período histórico en el que las principales potencias del mundo establecieron dominación efectiva sobre amplios territorios mediante el uso de la fuerza militar, política o económica.
Este período comienza con la madurez del capitalismo, hacia finales del siglo XIX, y se prolonga hasta los años posteriores a la Primera Guerra Mundial. El concepto Imperialismo se consolida a finales del Siglo XIX, con el surgimiento de la Revolución Industrial. A partir de ese momento ha surgido una rivalización de las potencias por los nuevos mercados mundiales, principalmente en la industria armamentista.Surge a partir de la expansión de potencias como: Inglaterra, Bélgica, Francia, Alemania, Holanda, Italia, Portugal, España y Japón y Estados Unidos. CAUSAS DEL IMPERIALISMO
Necesidad de Estados europeos de obtener materias primas y nuevos mercados para su producción industrial.
Acelerado aumento de la población a finales del Siglo XIX y movimientos migratorios.
Dominio de territorios, rutas comerciales y zonas estratégicas para la industria.
Imposición y defensa del control cultural e ideológico.
CarácterÍSTICAS GENERALES DEL IMPERIALISMO
Los Estados que la practican conquistan a otros territorios para alcanzar el rango de potencias mundiales.
No busca la transformación cultural de las zonas controladas, sino dominarlas con fines expansionistas.
Atadura económica de las naciones subdesarrolladas -mediante la adquisición de grandes deudas-, por parte de los países potencia.
Instalación de centros de producción en países subdesarrollados para obtener mano de obra barata y consolidar su control económico.
Imposición de su dominio a otras naciones mediante el derrocamiento de gobiernos no capitalistas e imposición de gobernantes controlados por el país dominante.
Imposición de tratados de libre comercio, por parte de los países dominantes, para la manipulación política y económica de otros países, con fines expansionistas.
ALGUNAS CONSECUENCIAS DEL IMPERIALISMO
Nuevo colonialismo e invasión de territorios.
Primera Guerra Mundial (1924-1919)
Guerra de Corea (1945-1953).
Guerra Fría entre URSS y EU (1947-1991).
Bloqueo estadounidense hacia Cuba (1960).
La expansión imperialista se ha considerado “una ley de desarrollo histórico”
Romanticismo
El Romanticismo es principalmente una filosofía que enaltecíó la subjetividad del individuo y cuestiónó la primacía de la razón, concedíéndole más importancia a las emociones y sentimientos. Se extendíó por toda Europa durante la primera mitad del Siglo XIX y tuvo influencia no sólo en el arte, sino también en la política y la ciencia. Enaltecía la libertad del individuo para que éste diera rienda suelta a sus instintos y pasiones naturales; a la par que recreaba versiones idílicas de la naturaleza y de los tiempos pasados y mostraba interés por lo exótico de otras culturas.
La poesía, por ejemplo, adquiría una valoración mayor que la ciencia misma, equiparable a la creación divina, como lo remarcaba Percy Shelley en su texto Defensa de la poesía: “Poesía es a la vez centro y circunferencia del conocimiento y a ella toda ciencia debe acudir. Es raíz y flor de todos los sistemas de pensamiento”*.
El espíritu ROMántico, opuesto a todo dogma y autoridad, cuestiónó las reglas impuestas por el academicismo neoclásico que consideraba al mundo grecorromano como modelo de perfección absoluta al que sólo se debía imitar; por lo que exaltaron lo irracional, lo íntimo, lo vivo, la imaginación, pretendiendo evadirse del mundo en que vivían transformado por la tecnología y la industrialización. En la pintura, por ejemplo, plasmaron personajes de obras literarias del pasado, narraciones épicas, naufragios, cruzadas, pesadillas, erotismo y seres sobrenaturales como vías de expresión del sentimientoBurguésía
El desarrollo industrial y el ascenso de la burguésía como clase dominante provocaron transformaciones en el espacio urbano con el incremento poblacional y el consecuente crecimiento de las urbes (capitales como Londres o París, o centros fabriles como Manchester y Lyon), resultado de la emigración campesina en busca de trabajo.
A
Finales del Siglo XIX, la ciudad se había convertido en eje de la vida económica, política, social y cultural en todas las naciones desarrolladas, en el centro de la civilización: fuente del progreso, espacio de los adelantos y comodidades, cuna de la mentalidad moderna y lugar de vida del ciudadano.
Por otro lado, la sociedad rural permanecíó aferrada a sus costumbres y tradiciones, como una forma de defenderse de los avances del mundo industrializado, de sus múltiples innovaciones tecnológicas y de sus novedosas ideas y formas de vida.
Estas son algunas de las carácterísticas de la consolidada clase social que configura, hasta la actualidad, el modus vivendi en la ciudad: la burguésía