La crisis de 1898 favorecíó la aparición de movimientos que criticaban la Restauración, su
Carácter oligárquico y las prácticas caciquiles. El “Regeneracionismo”1 de Joaquín Costa,
Con su lema “despensa y escuela”, propugnaba la necesidad de dejar atrás los mitos del
Pasado glorioso, modernizar la economía y la sociedad y alfabetizar a la población.
A estas críticas y preocupación por España se uníó la llamada generación del 98 (Unamuno,
Valle-Inclán, Machado, Baroja, Azorín…) También hablaban de regenerar a España
Algunos políticos, cabe destacar dos presidentes: uno del Partido Conservador, Antonio
Maura y otro del Partido Liberal, José Canalejas.
Hasta 1917 se mantuvo el bipartidismo (y el caciquismo). Los dos partidos del
Sistema se resintieron de la desaparición de sus líderes históricos (Cánovas y Sagasta). En el
Partido Conservador a la muerte de Cánovas (víctima de un atentado en 1897) le sucedíó
Silvela y tras él Antonio Maura, regeneracionista, que intentó acabar con el caciquismo. A
él se le atribuye una célebre frase: “O hacemos la revolución desde arriba o nos la hacen
Desde abajo”.
La cuestión marroquí
La cuestión marroquí no era un asunto exclusivamente español:
Francia pretendía
Expansionarse por el Norte de África (ya poseía Argelia y Túnez) y controlar el estrecho de
Gibraltar, algo que querían evitar a toda costa Inglaterra y Alemania. Tras largas
Negociaciones, al final se llegó a un acuerdo (Conferencia de Algeciras, 1906) por el que el
Territorio marroquí quedaba como un protectorado repartido entre Francia y España.
Nuestro gobierno pretendía, por un lado, asegurar el control de la zona cercana a las plazas
1Movimiento ideológico que tuvo lugar en España a fines del Siglo XIX y principios del XX, como consecuencia de la pérdida de
Las colonias en 1898, y cuyo fin era la regeneración total del país mediante la reforma de las estructuras sociales, políticas y
Económicas.
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De soberanía (Ceuta y Melilla); y, por otro, explotar las ricas minas de hierro existentes en
La zona.
A partir de 1909 se suceden los incidentes provocados por grupos de marroquíes
Nacionalistas, cuyo líder es Abd el Krim, contrario a la colonización extranjera. De estos
Incidentes se pasó a una guerra abierta, cuyo momento cumbre fue la derrota del ejército
Español en la batalla de Annual (1921), en la que murieron 14.000 soldados españoles. Este
Nuevo desastre, de enorme repercusión en la opinión pública, tuvo graves consecuencias
Políticas: aumenta la impopularidad de una guerra en la que sólo se ventilaban los intereses
De muy pocos empresarios, se desprestigia aún más el Ejército e incluso el Rey sale
Malparado, por ser uno de los más firmes partidarios de la expansión militar en Marruecos.
La batalla de Annual permitíó a los rebeldes marroquíes tomar el control de casi todo el
Territorio del Protectorado español, llegando a amenazar seriamente a la ciudad de Melilla.
Crisis de 1909
La violencia e inestabilidad política son carácterísticas de toda la etapa. Pero hubo dos
Momentos particularmente graves. Son las crisis de 1909 y 1917.
Maura tuvo que afrontar la primera de las crisis, la Semana Trágica (1909), una
Sublevación popular originada en Barcelona como protesta por el envío de soldados de la
Reserva a la Guerra de Marruecos.
Se declaró una huelga general que degeneró en graves
Incidentes, a los que sucedíó una fuerte represión por parte del Ejército. La violencia
Extrema se adueñó durante varios días de la ciudad, provocando más de un centenar de
Muertos y miles de heridos y detenidos. Una vez sofocada la revolución, la tensión continuó
Durante la instrucción de los procesos judiciales contra los responsables. En particular tuvo
Graves consecuencias la condena a muerte y posterior fusilamiento del intelectual anarquista
Ferrer y Guardia, considerado como “responsable moral” de los hechos, lo que provocó una
Oleada de protestas. El juicio realizado contra este, carecíó de las suficientes garantías
Procesales. Ello forzó a Maura a dimitir. Eduardo Dato le relevó en la jefatura del Partido
Conservador.
José Canalejas, del partido liberal, fue presidente del gobierno entre 1910 y 1912.
Llevó un programa de reformas regeneracionistas. Las principales medidas que adoptó
Fueron: la separación de la Iglesia y el Estado (la llamada “ley del candado”, por la cual no
Se podrían establecer nuevas órdenes religiosas sin la autorización del Gobierno); el
Fomento de la educación; la instauración del servicio militar obligatorio para todos los
Varones); y la creación de la “Mancomunitat de Catalunya”, bajo la presidencia de Prat de la
Riba, en un intento de contentar a los nacionalistas catalanes. La muerte del presidente en
Atentado terrorista en 1912 frustró esta nueva tentativa de regeneración nacional.
Durante la Primera Guerra Mundial (1914-18) España se mantuvo neutral, a pesar de
Que hubo sectores partidarios de entrar en ella a favor de uno u otro bando. Los grandes
Negocios derivados de la exportación de toda clase de productos a los países contendientes
Enriquecieron a muchos empresarios españoles. Pero también produjo una inflación muy
Perjudicial a la clase obrera, cuyos salarios crecían a un ritmo muy inferior al de los precios.
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Ello generó un gran malestar social, lo que trajo consigo una radicalización sindical y
Política.
La crisis de 1917
Se desarrolló en plena Primera Guerra Mundial, y puso de relieve los problemas que venía
Arrastrando España desde hacía décadas, problemas que se pueden sintetizar en tres: el
Militar, el político y el social.
El problema militar consistíó en la creación en los cuarteles de las llamadas Juntas de
Defensa, una especie de sindicatos de militares que se opónían a los ascensos por méritos de
Guerra. También solicitaban mejoras en los sueldos. La respuesta gubernamental fue la
Promulgación de la Ley del Ejército de 1918, que consagraba la influencia de éste en la
Política española.
El problema político surgíó en Julio de 1917 como consecuencia de la creación de una
“Asamblea de Parlamentarios” de toda España en Cataluña. Pretendía llevar a cabo una
Profunda reforma constitucional que democratizara al sistema político y que incluyera un
Estatuto de autonomía para esa regíón, a todo lo cual se opónía el Gobierno. En el fondo se
Trataba de una rebelión de la burguésía catalana y de los sectores más progresistas españoles
Contra la oligarquía imperante en Madrid. El Gobierno acabó disolviendo la Asamblea de
Parlamentarios, a la que acusó de separatismo.
El problema social es consecuencia del malestar causado por la carestía ocasionada por la
Gran Guerra y, en general, por la situación que padecía la clase obrera española, muy
Agravada por la inflación. Ese malestar cristalizó en una huelga general convocada por los
Dos grandes sindicatos, UGT y CNT, junto al PSOE. Desde muy pronto la huelga se
Radicalizó provocando graves disturbios, seguido de una enorme represión en la que
Intervino el Ejército.
En suma, la crisis de 1917 expuso el descontento generalizado de amplios sectores de la
Sociedad española ante la ineptitud del sistema restauracionista. La respuesta a estos
Problemas de los dos partidos oficialistas fue la creación en los años siguientes de
“gobiernos de concentración”, que agrupaban a políticos de ambos partidos. Pero en los
Años siguientes (1918-23) el malestar generalizado y la violencia fueron en aumento. Los
Gobiernos sólo sabían responder con medidas represivas, como la “ley de fugas”. Los
Patronos también recurrieron a la violencia para hacer frente al terrorismo anarquista,
Contratando pistoleros a sueldo para eliminar a los dirigentes sindicales (pistolerismo). El
Ambiente de extrema tensión se deterioró aún más al llegar desde Marruecos la noticia de la
Humillante derrota sufrida por nuestro ejército en Annual (1921).