-EVOLUCIÓN DE LA OBRA DE VALLE-INCLÁN
Valle–
Inclán cultiva los tres grandes géneros tradicionales: narrativa, lírica y teatro.Así, en su prosa encontramos muchos de los rasgos que suelen atribuirse al lenguaje lírico; su teatro no ahorra descripciones de ambientes y personajes propias de la novela, etc.La producción literaria de Valle es muy extensa y aparece como un auténtico renovador, sobre todo en el teatro y la narrativa. Su obra, tanto narrativa como lírica y dramática, experimentó una evolución conjunta desde el arte evasivo y despreocupado propio del Modernismo a las fórmulas más serias y comprometidas que lo acercan al grupo del 98.Arranca el escritor del Modernismo más exuberante, rico en imágenes y brillante en el lenguaje, donde los elementos señoriales sirven para la idealización y estilización del ambiente gallego. Es la época de las Sonatas (1902-1905), cuatro narraciones sobre las andanzas donjuanescas del marqués de Bradomín y cumbre de la prosa modernista.Viene después su etapa mítica: la búsqueda de un estilo más personal le lleva acentrarse en la historia y el mito, marcados por una visión efectista y tremendista..La invención de un nuevo género literario, el esperpento, que pretende quitarle la máscara a la realidad mediante la deformación grotesca, supone uno de los hallazgos más importantes de nuestra historia literaria. Con él entra Valle- Inclán en la Generación del 98, pues es una visión crítica del mundo y de la sociedad burguesa, ya que muestra sus aspectos más corruptos de manera despiadada, pero al tiempo comporta una intención renovadora de las formas literarias en los tres géneros y en el lenguaje, fundamentado en la plasticidad de las imágenes sensibles, sobre todo las visuales, que se superponen a las expresiones violentas y directas.Se insiste constantemente en las diferencias fundamentales que hay entre los ambientes de refinado lujo y voluptuosa sensualidad de las Sonatas y la mascarada grotesca de la corte isabelina en El ruedo ibérico. Sin embargo, entre una y otra estética no media una ruptura tajante, sino un lento y coherente proceso evolutivo, cuyo germen está ya en sus primeras obras maestras. El Valle-Inclán decadentista manifiesta su inconformismo al evadirse de una realidad que no le satisface. Además de esta actitud de rechazo, hay en sus obras genuinamente modernistas una crítica latente –a veces patente- del mundo burgués. La realidad aparece deformada a través de una serie de comportamientos perversos, anómalos, radicalmente antiburgueses. Aunque predominan los preciosismos y exquisiteces.Cuando lo cruel y lo macabro pierde su grandeza mítica y el autor abandona su actitud reverente y exaltadora, lo que queda es el cuadro quevedesco del esperpento. Los suntuosos palacios dejan paso a los tugurios inmundos, los personajes y ambientes aristocráticos son sustituidos por la chusma popular, y Valle, que en otro tiempo se complacía en resaltar lo que de perverso y satánico había en aquel universo idealizado, busca entonces la estética de lo feo y deforme en el mundo que le rodea. De una actitud ascendente y mitificadora, pasa a la visión degradante del entorno y de las criaturas, que aparecen deshumanizadas, convertidas en grotescas marionetas. El ataque contra la sociedad resulta ya claro e inmediato. La visión que tiene Valle de la España de su tiempo es, por motivos políticos y personales, cada vez más negativa y sombría y este rechazo lo expresa de forma agresiva, creando un universo absurdo y caótico que va más
allá de los límites de la realidad.
Modernismo Y 98 EN LUCES DE BOHEMIA:
se pueden reflejar dos grandes etapas en el Modernismo: una, de
culto preciosista de la forma, de estilo, tendencias refinadas y aristocráticas; y otra de
inclinación hacia el lirismo personal, la indagación de los misterios de la vida y la muerte, y el
afán por captar lo esencial y genuino de las tierras.
Un elemento caracterizador del Modernismo es el atrevido uso de un vocabulario
nuevo, tomado de múltiples fuentes, que van desde las lenguas extranjeras (antiguas y
modernas) a las nacionales, de las que toman términos técnicos, de las artes y de los oficios del
ambiente rural y de los orígenes etimológicos. El Modernismo es un movimiento literario y cultural de amplio espectro dentro del cual, como carácterística de uno de sus momentos y fenómenos particulares, aparece la llamada
Generación del 98. En la producción literaria de los hombres del 98 está presente una serie de temas que
son un fiel reflejo de la personalidad de sus autores. Estos son:
· El problema de España
El rechazo de las circunstancias socioculturales, políticas y
económicas y sus deseos de reforma, aunque desde un punto de vista idealista.
· El paisaje
Especialmente el castellano, a través del cual pretenden descubrir “el alma de
España”.
La historia
No les atrae tanto los grandes hechos de armas o los personajes históricos como
los hombres anónimos
· Los problemas existenciales. El sentido de la vida, las preocupaciones éticas, morales o
religiosas