Todas las conductas motivadas tienen en común carácterísticas como que no son conductas reflejas, son persistentes y prepositivas, espontáneas y están sujetas a las condiciones internas del organismo, todas conducen al organismo hacia la recompensa y su actividad depende del hipotálamo y del sistema límbico principalmente.
Podemos diferenciar conductas primarias de secundarias (según el impulso sea homeostático o no), sin embargo la clasificación mas acertada corre a cargo de Stellar y Stellar, que diferenciaron entre conductas autorreguladoras, conductas criticas para la supervivencia de la especie (no sirven para la homeostasis) y conductas que no dependen de un estado predisponente del organismo.
La sed primaria forma parte del mecanismo fisiológico que regula la hidratación del organismo, el cual también se encarga de la orina y de la regulación de liquido en los compartimentos del organismo (intracelular y extracelular)
Tal disposición deriva de la herencia y de la experiencia. Cuando esta disposición encuentra expresión en la conducta que actualmente tiene lugar, tenemos la prueba de un motivo surgido. Entre otras cosas veremos que los motivos no son de un solo tipo ya que estos tiene una clasificación lo cual es algo arbitrario, porque pueden expresarse por medio de la conducta aprendida que difiere de una cultura a otra y de unas personas a otras dentro de una misma cultura. Estos motivos se clasifican según su origen, dando como resultado a los motivos fisiológicos y los sociales;
Gracias a que los motivos han logrado llamar la atención de los científicos se han implementado métodos para medir los motivos obteniendo así diversas técnicas que a lo largo de este trabajo se mencionaran, así como ejemplificaran.
Entre los que se mencionaran será los siguientes cuatro para medir las tendencias: El nivel general de actividad, la proporción de realizar actos aprendidos, a superación de un obstáculo, el método de elección.
los cuales son peculiarmente humanos y están formados sobre un concepto del yo. Aunque algunos teóricos admiten la existencia de un solo motivo principal, como la autorrealización, la autoexpansión, la autoconsistencia o la competencia. También es notorio que hay diferentes teorías entorno a a la motivación ya que unas se basan en lo fisiológico y otros en lo psicológico las cuales incluyen la de necesidad–
Tendencia-incentivo acentuando la importancia de una única tendencia energética, a la que contribuyen varias circunstancias, o la existencia de varias tendencias diferenciales que dan también una orientación a la conducta;
Los motivos pueden diferir con respecto a un número de rasgos o dimensiones, inclusive: internas o externas, innatas o aprendidas, mecanicistas o cognoscitivas, conscientes o inconsciente.
La conducta motivada es una conducta propositiva, va dirigida a metas, y es muy difícil considerar cualquier conducta (animal o humana) que no esté motivada en este sentido. Sin embargo, exactamente cómo se conceptúan los motivos subyacentes y cómo se investigan depende en mucho de las creencias del psicólogo:
La motivación es un término muy amplio, utilizado en Psicología para comprender las condiciones o los estados que activa o dan energía al organismo que llevan a una conducta dirigida hacia determinados objetivos.
Los motivos, o impulsos, pueden ser primordialmente innatos en su naturaleza o aprendidos, pero cualquiera que sea su origen cuando son despertados inician una actividad dirigida hacia determinadas finalidades, incentivos, que han sido relacionados con los motivos particulares comprendidos a través del aprendizaje.
El estudio de la motivación es el estudio de todas aquellas cosas que empujan y estimulan – en términos biológicos, sociales y psicológicos – y que vencen nuestra indolencia y nos mueven, ya sea de manera deseosa o renuente, a la acción.
Las distintas corrientes de pensamiento dentro de la psicología busca las causas de la conducta en diferentes “sitios”, es decir, tienen perspectivas muy diferentes en cuanto al tipo de causas que explican la conducta humana y animal .
Otra manifestación de los motivos aparecen en lo que se llama conducta consuntiva. Este término se refiere simplemente al resultado final de una serie de actos de la conducta dirigidos hacia una finalidad particular. Los actos de comer, beber, acoplarse desde el punto de vista sexual, etc.;
1. La conducta motivada es cíclica. Primero, se despierta un motivo o un impulso. Los motivos en algunas ocasiones nacen de necesidades fisiológicas como la necesidad de alimentos o de agua, mientras que en otros casos, los motivos nacen de necesidades psicológicas, la necesidad de compañía o la adquisición de algo.
3. La conducta motivada es relativamente activa y persistente. En general, podemos decir que mientras más fuerte sea el motivo, mayor será la actividad en la persistencia del organismo hacia los fines relacionados con este motivo. El punto importante que debemos señalar aquí, es que existe una distinción entre las necesidades fisiológicas del organismo y los impulsos o motivos.
La conducta motivada es homeostática, ciertos mecanismos son generados dentro del organismo, cuando tienden a preservar un equilibrio fisiológico constante, este proceso, entonces, de mantener el equilibrio fisiológico interno es conocido con el nombre de homeostasis. Es útil para comprender los motivos,.
En un contexto de aula, un estudiante motivado está comprometido de manera activa en el proceso de aprendizaje, se compromete con las tareas que suponen un reto y se esfuerza para llevarlas a cabo.
poco esfuerzo y se rinde fácilmente ante las dificultades (González Sala,2009). De este modo, numerosos estudios se han centrado en determinar los factores de que depende la motivación y han desarrollado modelos instruccionales en base a los que crear entornos de aprendizaje que faciliten que éste se afronte con la motivación adecuada (Alonso Tapia, 1997a;
El punto de partida consiste en conocer qué factores personales son los que condicionan la motivación de los alumnos a la hora de afrontar las tareas académicas. Como señalán algunos autores (Alonso Tapia, 1992a, 1997a, 2005a, b y c;
Eccles, Wigfield y Schiefele, 1998), los alumnos afrontan su trabajo con diferente grado de interés y esfuerzo debido a tres factores diferentes, el primero es el significado que tiene para ellos el conseguir aprender lo que se les propone, significado que depende de los tipos de metas u objetivos a cuya consecución conceden mayor importancia.
El último factor es el costo, en términos de tiempo y esfuerzo, que creen que les va a llevar lograr los aprendizajes que persiguen, incluso considerándose capaces de superar las dificultades y lograr los aprendizajes.
Por otra parte, la motivación actúa activando la atención en cuanto a que dirige los esfuerzos hacia una meta u objetivo dedicando un esfuerzo y tiempo determinados. De este modo, la motivación requiere establecer metas que ayuden a mantener el interés y dirigir la conducta. Como comenta Alonso Tapia (2005), las actividades académicas tienen más de un significado, ya que contribuyen a la consecución de diferentes metas, pero no todas las metas tienen la misma importancia para cada alumno.
Así, el significado básico que toda situación de aprendizaje debería tener para los alumnos es el de que posibilita incrementar sus capacidades, haciéndoles más competentes y haciéndoles disfrutar con el uso de las mismas (Dweck y Elliot, 1983;
preguntáramos a diferentes profesores qué patrón motivacional les gustaría que tuvieran sus alumnos, la gran mayoría de ellos diría que prefieren que sus alumnos desarrollen niveles altos de motivación interna e interés en la tarea.
Ajello (2003), (citado por Naranjo ,2009), señala que la motivación intrínseca se refiere a aquellas situaciones donde la persona realiza actividades por el gusto de hacerlas, independientemente de si obtiene algún reconocimiento o no.
La motivación intrínseca es entendida como un signo de competencia y autodeterminación (Ryan y Deci, 2009, citados por González Sala, 2009) y se relaciona positivamente con el aprendizaje, el rendimiento y la percepción de competencia, y negativamente con la ansiedad (Lepper, Corpus y Iyengar, 2005, citados por González Sala, 2009).
– La motivación extrínseca: es la motivación para comprometerse en una actividad con el objetivo de conseguir algo, para conseguir una recompensa. Los alumnos motivados extrínsecamente creen que la realización de una o varias tareas producirá resultados deseables, como por ejemplo, premios, evitar un castigo, las alabanzas del profesor o de sus padres, etc, es decir, la conducta tiene un significado porque está dirigida a un fin pero no en sí misma. La motivación extrínseca incluye cuatro tipos diferentes de conductas extrínsecamente motivadas:
o Regulación externa: los estudiantes que responden a este tipo de patrón pueden no querer hacer las tareas pero las hacen con el fin de obtener el refuerzo del profesor o evitar un castigo o conflicto que les pueda
La fuente de motivación es interna a la persona pero no es autodeterminado porque los sentimientos de “debería”, “tendría que”, “me sentiría mal si” parecen controlar a la persona.
En estos casos los estudiantes no se sienten competentes y presentan una baja autoeficacia y baja percepción de capacidad y competencia, así como ausencia de contingencias o falta de intencionalidad. Los estudiantes con este patrón motivacional no se sienten intencionales o autodeterminados en sus acciones, están amotivados frente a las tareas académicas y tienen bajo o ningún control sobre dichas actividades escolares y sus resultados.
Podemos diferenciar conductas primarias de secundarias (según el impulso sea homeostático o no), sin embargo la clasificación mas acertada corre a cargo de Stellar y Stellar, que diferenciaron entre conductas autorreguladoras, conductas criticas para la supervivencia de la especie (no sirven para la homeostasis) y conductas que no dependen de un estado predisponente del organismo.
La sed primaria forma parte del mecanismo fisiológico que regula la hidratación del organismo, el cual también se encarga de la orina y de la regulación de liquido en los compartimentos del organismo (intracelular y extracelular)
Tal disposición deriva de la herencia y de la experiencia. Cuando esta disposición encuentra expresión en la conducta que actualmente tiene lugar, tenemos la prueba de un motivo surgido. Entre otras cosas veremos que los motivos no son de un solo tipo ya que estos tiene una clasificación lo cual es algo arbitrario, porque pueden expresarse por medio de la conducta aprendida que difiere de una cultura a otra y de unas personas a otras dentro de una misma cultura. Estos motivos se clasifican según su origen, dando como resultado a los motivos fisiológicos y los sociales;
Gracias a que los motivos han logrado llamar la atención de los científicos se han implementado métodos para medir los motivos obteniendo así diversas técnicas que a lo largo de este trabajo se mencionaran, así como ejemplificaran.
Entre los que se mencionaran será los siguientes cuatro para medir las tendencias: El nivel general de actividad, la proporción de realizar actos aprendidos, a superación de un obstáculo, el método de elección.
los cuales son peculiarmente humanos y están formados sobre un concepto del yo. Aunque algunos teóricos admiten la existencia de un solo motivo principal, como la autorrealización, la autoexpansión, la autoconsistencia o la competencia. También es notorio que hay diferentes teorías entorno a a la motivación ya que unas se basan en lo fisiológico y otros en lo psicológico las cuales incluyen la de necesidad–
Tendencia-incentivo acentuando la importancia de una única tendencia energética, a la que contribuyen varias circunstancias, o la existencia de varias tendencias diferenciales que dan también una orientación a la conducta;
Los motivos pueden diferir con respecto a un número de rasgos o dimensiones, inclusive: internas o externas, innatas o aprendidas, mecanicistas o cognoscitivas, conscientes o inconsciente.
La conducta motivada es una conducta propositiva, va dirigida a metas, y es muy difícil considerar cualquier conducta (animal o humana) que no esté motivada en este sentido. Sin embargo, exactamente cómo se conceptúan los motivos subyacentes y cómo se investigan depende en mucho de las creencias del psicólogo:
La motivación es un término muy amplio, utilizado en Psicología para comprender las condiciones o los estados que activa o dan energía al organismo que llevan a una conducta dirigida hacia determinados objetivos.
Los motivos, o impulsos, pueden ser primordialmente innatos en su naturaleza o aprendidos, pero cualquiera que sea su origen cuando son despertados inician una actividad dirigida hacia determinadas finalidades, incentivos, que han sido relacionados con los motivos particulares comprendidos a través del aprendizaje.
El estudio de la motivación es el estudio de todas aquellas cosas que empujan y estimulan – en términos biológicos, sociales y psicológicos – y que vencen nuestra indolencia y nos mueven, ya sea de manera deseosa o renuente, a la acción.
Las distintas corrientes de pensamiento dentro de la psicología busca las causas de la conducta en diferentes “sitios”, es decir, tienen perspectivas muy diferentes en cuanto al tipo de causas que explican la conducta humana y animal .
Otra manifestación de los motivos aparecen en lo que se llama conducta consuntiva. Este término se refiere simplemente al resultado final de una serie de actos de la conducta dirigidos hacia una finalidad particular. Los actos de comer, beber, acoplarse desde el punto de vista sexual, etc.;
1. La conducta motivada es cíclica. Primero, se despierta un motivo o un impulso. Los motivos en algunas ocasiones nacen de necesidades fisiológicas como la necesidad de alimentos o de agua, mientras que en otros casos, los motivos nacen de necesidades psicológicas, la necesidad de compañía o la adquisición de algo.
3. La conducta motivada es relativamente activa y persistente. En general, podemos decir que mientras más fuerte sea el motivo, mayor será la actividad en la persistencia del organismo hacia los fines relacionados con este motivo. El punto importante que debemos señalar aquí, es que existe una distinción entre las necesidades fisiológicas del organismo y los impulsos o motivos.
La conducta motivada es homeostática, ciertos mecanismos son generados dentro del organismo, cuando tienden a preservar un equilibrio fisiológico constante, este proceso, entonces, de mantener el equilibrio fisiológico interno es conocido con el nombre de homeostasis. Es útil para comprender los motivos,.
En un contexto de aula, un estudiante motivado está comprometido de manera activa en el proceso de aprendizaje, se compromete con las tareas que suponen un reto y se esfuerza para llevarlas a cabo.
poco esfuerzo y se rinde fácilmente ante las dificultades (González Sala,2009). De este modo, numerosos estudios se han centrado en determinar los factores de que depende la motivación y han desarrollado modelos instruccionales en base a los que crear entornos de aprendizaje que faciliten que éste se afronte con la motivación adecuada (Alonso Tapia, 1997a;
El punto de partida consiste en conocer qué factores personales son los que condicionan la motivación de los alumnos a la hora de afrontar las tareas académicas. Como señalán algunos autores (Alonso Tapia, 1992a, 1997a, 2005a, b y c;
Eccles, Wigfield y Schiefele, 1998), los alumnos afrontan su trabajo con diferente grado de interés y esfuerzo debido a tres factores diferentes, el primero es el significado que tiene para ellos el conseguir aprender lo que se les propone, significado que depende de los tipos de metas u objetivos a cuya consecución conceden mayor importancia.
El último factor es el costo, en términos de tiempo y esfuerzo, que creen que les va a llevar lograr los aprendizajes que persiguen, incluso considerándose capaces de superar las dificultades y lograr los aprendizajes.
Por otra parte, la motivación actúa activando la atención en cuanto a que dirige los esfuerzos hacia una meta u objetivo dedicando un esfuerzo y tiempo determinados. De este modo, la motivación requiere establecer metas que ayuden a mantener el interés y dirigir la conducta. Como comenta Alonso Tapia (2005), las actividades académicas tienen más de un significado, ya que contribuyen a la consecución de diferentes metas, pero no todas las metas tienen la misma importancia para cada alumno.
Así, el significado básico que toda situación de aprendizaje debería tener para los alumnos es el de que posibilita incrementar sus capacidades, haciéndoles más competentes y haciéndoles disfrutar con el uso de las mismas (Dweck y Elliot, 1983;
preguntáramos a diferentes profesores qué patrón motivacional les gustaría que tuvieran sus alumnos, la gran mayoría de ellos diría que prefieren que sus alumnos desarrollen niveles altos de motivación interna e interés en la tarea.
Ajello (2003), (citado por Naranjo ,2009), señala que la motivación intrínseca se refiere a aquellas situaciones donde la persona realiza actividades por el gusto de hacerlas, independientemente de si obtiene algún reconocimiento o no.
La motivación intrínseca es entendida como un signo de competencia y autodeterminación (Ryan y Deci, 2009, citados por González Sala, 2009) y se relaciona positivamente con el aprendizaje, el rendimiento y la percepción de competencia, y negativamente con la ansiedad (Lepper, Corpus y Iyengar, 2005, citados por González Sala, 2009).
– La motivación extrínseca: es la motivación para comprometerse en una actividad con el objetivo de conseguir algo, para conseguir una recompensa. Los alumnos motivados extrínsecamente creen que la realización de una o varias tareas producirá resultados deseables, como por ejemplo, premios, evitar un castigo, las alabanzas del profesor o de sus padres, etc, es decir, la conducta tiene un significado porque está dirigida a un fin pero no en sí misma. La motivación extrínseca incluye cuatro tipos diferentes de conductas extrínsecamente motivadas:
o Regulación externa: los estudiantes que responden a este tipo de patrón pueden no querer hacer las tareas pero las hacen con el fin de obtener el refuerzo del profesor o evitar un castigo o conflicto que les pueda
La fuente de motivación es interna a la persona pero no es autodeterminado porque los sentimientos de “debería”, “tendría que”, “me sentiría mal si” parecen controlar a la persona.
En estos casos los estudiantes no se sienten competentes y presentan una baja autoeficacia y baja percepción de capacidad y competencia, así como ausencia de contingencias o falta de intencionalidad. Los estudiantes con este patrón motivacional no se sienten intencionales o autodeterminados en sus acciones, están amotivados frente a las tareas académicas y tienen bajo o ningún control sobre dichas actividades escolares y sus resultados.