¡Escribe tu texto Debe saber que la Historia Contemporánea comienza con un doble proceso revolucionario a ambos lados del Atlántico -la independencia de las colonias inglesas de Norteamérica y la Revolución francesa-, que provoca el choque de las nuevas ideas y de las clases sociales emergentes contra las viejas estructuras políticas y sociales. Por tanto debe analizar cómo las Revoluciones americana y francesa inician la crisis del Antiguo Régimen, complejo de estructuras e instituciones sociales, económicas y políticas que, a partir del modelo francés, irán desapareciendo lentamente en Europa durante el Siglo XIX.
Por otra parte, el alumno deberá analizar el proceso por el que las ideas ilustradas hicieron posibles una serie de descubrimientos científicos que, aplicados a la agricultura, la industria y los transportes, provocarían una transformación de las estructuras económicas y sociales que sentó las bases de las Revoluciones industriales y de la nueva sociedad. Al tiempo que los avances en medicina e higiene propiciaron el crecimiento demográfico, con un notable aumento de la población.
También habrá de asimilar el modo en que Napoleón Bonaparte se encargó de extender las nuevas ideas por toda Europa, dejando su impronta en la nueva organización administrativa, fiscal, educativa, etc., del Estado, que impulsó una concepción más moderna de la sociedad, iniciando una modernización decisiva de la sociedad francesa que sembró su semilla en el resto de Europa, abriendo en definitiva una nueva era en la historia de la Humanidad. Todo lo anteriormente comentado lo estudiará el alumno en los temas 1 y 2 del programa.
Fruto de esa semilla fueron, por un lado, la evolución que entonces se produjo en España, que vivíó a su vez el paso del Antiguo al Nuevo Régimen, con la guerra de la Independencia con la que se opuso al dominio napoleónico, y con su propia revolución liberal -las Cortes de Cádiz y su gran obra, la Constitución de 1812-. Ello hizo que, tras la vuelta de los Borbón al trono en la persona de Fernando VII y los distintos avatares de su gobierno, se produjera la independencia de las colonias de España en Sudamérica. En efecto, las ideas revolucionarias se manifestaron de dos formas diferentes: primero a través del liberalismo, deseo de mayor libertad e igualdad; y segundo, a través del nacionalismo, aspiración de las naciones y pueblos sometidos a independizarse y alcanzar su unidad nacional. Todo ello se estudia en el tema 3.
Pero las fuerzas conservadoras trataron de regresar a los tiempos y las estructuras pasados, y en consecuencia restaurar los sistemas absolutistas; fue lo que intentaron en el Congreso de Viena. Sin embargo las ideas revolucionarias ya habían penetrado en la sociedad, lo que provocaría las revoluciones liberales de 1820 y 1830, y posteriormente las democráticas de 1848. En efecto, la política europea durante el más de medio siglo que separa la celebración del Congreso de Viena y el final de la guerra Franco-prusiana (1871) se caracterizó por la lucha entre la persistencia del Antiguo Régimen y la paulatina introducción del liberalismo. Si la herencia de la Revolución francesa, expandida por toda Europa con las campañas napoleónicas, fue tratada de borrar por las potencias absolutistas mediante la Restauración, las sucesivas oleadas revolucionarias y democráticas acabaron transformando los regíMenes políticos, hasta sentar las bases de los Estados liberales. Todo ello lo estudiará el alumno en el tema 4.
Las consecuencias de esta implantación de los Estados liberales se constataron en España, donde tras Isabel II y su modo ya desfasado de gobernar (tema 5), se produjo la reacción liberal con el Sexenio democrático o revolucionario (1868-1874), en el que se implantó un régimen republicano (que se estudia en el tema 9). Bien es verdad que al final del Sexenio la dinastía Borbón fue restablecida en el trono, en la persona de Alfonso XII.
Mientras tanto en Europa también se constataba el auge del nacionalismo, proceso que culminará con las unificaciones italiana y alemana que se estudian en el tema 6. Pues al descansar la legitimidad de los Estados liberales en el principio de soberanía nacional, y su desarrollo en el fortalecimiento de la participación ciudadana, el efecto directo fue la utilización del nacionalismo como principal instrumento de socialización del nuevo Estado. En consecuencia el nacionalismo también fue utilizado no sólo para conseguir la unificación de entidades separadas con una base sociocultural común, sino también para independizarse de imperios multiétnicos.
Pero los avances económicos y demográficos iniciados con los descubrimientos científicos continuaron adelante, producíéndose en los últimos años del Siglo XIX y principios del XX la Segunda Revolución industrial. La industrialización propició migraciones masivas del campo a la ciudad. De modo que crecieron las ciudades y aparecieron y se multiplicaron las fábricas, con la emergencia y crecimiento de una nueva clase social, el proletariado, que al tomar conciencia de su situación de explotada y oprimida dio lugar al movimiento obrero, de protesta contra la situación, con diversas ideologías y planteamientos que terminaron confluyendo en organizaciones obreras supranacionales de oposición al capital: las Internacionales. Todo ello lo estudiará en alumno en el tema 7 del programa.
Por otra parte, el estudiante deberá analizar en el tema 8 cómo en la segunda mitad del Siglo XIX la Revolución industrial propició un espectacular crecimiento económico de muchos países democráticos. Los más poderosos fueron sobre todo Gran Bretaña y Francia, y posteriormente Alemania. Estos países, desde 1870 aproximadamente y hasta 1914, momento cumbre de la expansión europea, se lanzaron a colonizar nuevos territorios, buscando materias primas para sus industrias y mercados para sus productos elaborados. A ellos se unieron desde finales del siglo Rusia, Estados Unidos y Japón.
De igual modo el alumno verá cómo a causa de este afán expansionista de los imperios y por los problemas de carácter nacionalista de los Balcanes, a comienzos del Siglo XX crecían imparables las tensiones internacionales, que finalmente desembocarían en la 1ª Guerra Mundial (se explica en el tema 10). En su análisis histórico, el alumno deberá ser capaz de relacionar el estallido de la Revolución rusa con las derrotas que este país estaba sufriendo en la Gran Guerra; lo que unido a la difícil situación interna del país eslavo, provocaría la Revolución de 1917 (contenida en el tema 11), que acabó con el régimen de los zares e implantó una república soviética. Tras una dura Guerra Civil se impuso allí una Nueva Política Económica (NEP) de economía mixta, como una etapa para llegar al socialismo. La NEP y los Planes Quinquenales de Stalin produjeron una recuperación económica tan extraordinaria, que en vísperas de la Segunda Guerra Mundial Rusia era ya la tercera potencia económica del mundo.
El estudiante debe ser capaz de realizar un estudio paralelo de España, mientras se produce el devenir histórico a nivel internacional que estamos comentando. Así, en el tema 12 verá que, mientras se desarrolla la Primera Guerra Mundial y en Rusia se producen las transformaciones política y económica comentadas, España continúa, con la familia Borbón y la persona de Alfonso XIII, con un sistema político totalmente en crisis. Incapaz de sacar ventajas económicas a su neutralidad en la Gran Guerra y de afrontar los nuevos tiempos, manténía el sistema político impuesto con la Restauración, ya desfasado e insostenible. La situación de crisis permanente terminaría con el Golpe de Estado de Miguel Primo de Rivera, consentido por el rey, que implantó durante casi siete años (1923-1930) una dictadura que significó el total hundimiento de la monarquía (tema 13).
Igualmente el alumno deberá analizar en el tema 14 el crack de 1929, que provocó una profunda depresión económica que afectó a todo el mundo, y la solución a la crisis que se dio en Estados Unidos, el New Deal. Pero comprobará que, junto a los efectos económicos, la depresión tuvo también graves consecuencias políticas y sociales. En el contexto internacional se produjo el recrudecimiento de los nacionalismos, y en el político el ascenso al poder de partidos de signo totalitario, como fue el caso de la dictadura de Primo de Rivera en España; y fue la época dorada del fascismo italiano y el nazismo alemán, que se estudian en el tema 15.
Mientras esto ocurría en el mundo, tras la dictadura de Primo de Rivera y el gobierno Berenguer España vivíó la experiencia del gobierno democrático de la Segunda República, que el alumno estudiará en el tema 16. Experiencia que acabó con el golpe militar del 18 de Julio de 1936, que provocó en España la Guerra Civil, estudiada en el tema 17; tres años durante los cuales se produjo el mayor derramamiento de sangre entre hermanos de la historia de España.
A nivel internacional, el alumno debe enlazar el auge de los sistemas totalitarios implantados en Europa, gracias al crack de 1929 y la depresión económica subsiguiente, con la tensa situación creada por las políticas de esos regíMenes totalitarios. Pues todo ello contribuiría al estallido de la Segunda Guerra Mundial, cuyo desarrollo puede estudiar en el tema 18. Estudiará también cómo de esta guerra surgíó una Europa dividida y un mundo con formas de organización política y social antagónicas: el mundo capitalista y el Bloque comunista, controlados por las dos superpotencias, Estados Unidos y la URSS. El conflicto geopolítico surgido entre ambas fue el periodo conocido como Guerra Fría, rasgo dominante de las relaciones internacionales durante casi 45 años. Ese antagonismo explica la evolución de las relaciones internacionales de esos años; aunque existíó voluntad de resolver los conflictos mediante una organización supranacional, la ONU. Este ambiente internacional de Guerra Fría y sus conflictos los estudiará el alumno en el tema 19.
Por otra parte comprobará en el siguiente tema que la Segunda Guerra Mundial potenció los movimientos independentistas. Desaparecieron los grandes imperios coloniales y aparecieron nuevas naciones en África y Asía. La mayoría de estos nuevos Estados se englobaron bajo la denominación de “Tercer Mundo”, por su voluntad de constituir una especie de tercera fuerza en la política internacional, independiente de la URSS y de Estados Unidos. Son los Países No Alineados. Estos países del Tercer Mundo se asocian con el término subdesarrollo, porque en general sus ingresos “per capitá” no representan más de la décima parte de los correspondientes a los países desarrollados. Por tanto el alumno debe aprender las dinámicas descolonizadoras, las causas que las produjeron y sus consecuencias.
En paralelo con el devenir de la historia universal, estudiará en los temas 21 y 22 del programa la evolución que durante esos años vivíó España. Verá que durante casi cuarenta años se mantuvo la dictadura del general Francisco Franco, que evoluciónó en sus diversas etapas -de la autarquía cerrada a la consolidación del régimen, al aperturismo económico de los años sesenta con el desarrollismo económico y el tardofranquismo- y sólo finalizó a la muerte del dictador en Noviembre de 1975. A partir de entonces España realizó una transición pacífica, obra colectiva de toda la sociedad española, guiada por sus deseos democráticos, que fue capaz de superar el trauma de la Guerra Civil con responsabilidad.
Los dos últimos temas del programa cierran la historia en el marco internacional. En ellos el alumno estudiará los países de la Europa del Este desde el final de la Segunda Guerra Mundial, la creación de las Democracias populares y su evolución, así como la paralela evolución de la URSS, hasta la caída del Muro de Berlín y el final del comunismo, con la desintegración de la Uníón Soviética en 1991. Igualmente, y con ello culminará su tarea de estudio, verá el proceso con que se reconstruye Europa tras la Segunda Guerra Mundial, la creación de la Comunidad Europea, acabando con la consolidación de la Uníón Europea tras la aprobación del Tratado de Niza de 2001.aquí!