El Modernismo se trata de un movimiento, de una tendencia literaria artística que surge en Hispanoamérica. No hay una opinión unánime de la crítica sobre la duración del Modernismo. Para unos se puede situar entre 1855 y 1915, para otros comenzaría sobre 1880 hasta la primera Guerra Mundial. Hay una tercera visión en la que el Modernismo es una actitud, una forma de vida marcada por diferentes carácterísticas. Entre ellas se encuentra la originalidad en su forma de vida, suelen llevar una vida bohemia, nocturna, en contra de las normas; por ello no soportan la moralidad y costumbres de la sociedad burguesa que dominaba en el s. XIX.
Los modernistas no creen en la razón ni en la experiencia defendida por el positivismo de los realistas, prefieren la corriente irracionalista de filósofos como Shopenhauer o Nietzsche. Todos estos rasgos se pueden aplicar al autor fundamental del Modernismo como es el nicaragüense Rubén Dario.
El Modernismo está influido por diferentes literaturas como la americana con sus tradiciones populares propias, la española, sobre todo la influencia de Bécquer. La tercera influencia es la literatura francesa con las corrientes parnasianistas y simbolistas. Del parnasianismo cuyo lema es “el arte por el arte” toman la perfección formal, la búsqueda de la belleza. Del simbolismo la capacidad de buscar un lenguaje sugerente, frente a la mención directa de las cosas utilizan un símbolo.
Esto sucede en una de las obras más conocida de R.D. Azul, producto de la lectura de la poesía francesa. Entre los símbolos preferidos de R.D. Destacan el color azul, representa el color del arte, el oceánico y firmamental. El cisne, un mito griego del amor carnal, símbolo de la pureza. La curva de su cuello es signo misterioso de interrogación. Otros símbolos son la flor de lis y el pavo real que representan lo aristocrático.
R.D presenta en su obra poética diversos temas como: la evasión en el tiempo y en el espacio. En Azul, de su primera etapa, crea un mundo de hadas y princesas. Como consecuencia de dicha evasión es el llamado cosmopolitismo, su atracción por las grandes ciudades como París, se hace referencia de dicha ciudad en el poema De invierno. Pero el tema por excelencia de todos los movimientos literarios es el amor, por un lado, se idealiza a la mujer, es inalcanzable y se sufre por ello. Por otro existe un amor placentero, la búsqueda del sexo en relación a su carácter amoral. Es el tema del libro Prosas Profanas de R.D. Otro tema que se puede citar es la búsqueda de sus raíces; en un primer momento los modernistas se desvinculan de la tradición española cuando consiguen su independencia y se centran en plasmar en sus obras sus propios mitos como el famoso “Caupolicán” de pasado precolombino. Sin embargo, ante la amenaza estadounidense reafirmarán sus raíces hispánicas en su obra Cantos de vida y esperanza en donde reflejará además su reflexión existencial, como se advierte en el poema “Lo fatal”.
R.D. Y los modernistas no solo renovaron la temática literaria sino también su estilo. En este predomina la búsqueda incesante de la belleza, para ello utilizan numerosos cultismos y neologismos que enriquecen su lenguaje, emplean numerosos adjetivos, entre ellos epítetos. Utilizan sorprendentes metáforas, sinestesias, un lenguaje sensorial de sensaciones auditivas, visuales y olfativas. Pretenden que su verso sea musical, para ello recurren a las figuras fónicas como las aliteraciones. En relación a la métrica utilizan metros antiguos largos como el alejandrino, el dodecasílabo y estrofas tradicionales como el soneto, pero no siempre clásico: sustituyen los cuartetos por serventesios.
R.D. Realizó dos viajes a España por lo que influye en autores españoles como los hermanos Machado Antonio y Manuel, Juan Ramón Jiménez o Valle Inclán.
L a Generación del 98 es un movimiento nacido del Modernismo pero mientras que este deseaba superar las fronteras nacionales y poseer una ambición cosmopolita, la G. Del 98 se sintió especialmente preocupada por los problemas nacionales de España; el acontecimiento que mueve a los escritores de esta generación es la decadencia española y el desastre del 98 en el que España perdía a Cuba y Flipinas.
Uno de los temas principales de esta generación es el tema social, los autores intentaron transformar la vida española, analizaron las causas de la decadencia del país y los problemas concretos que existían en los primeros años del Siglo XX. Otro tema es el existencial, los escritores se preguntan por la vida humana y su sentido, la soledad, la tristeza y la melancolía. Siguen el pensamiento irracionalista de filósofos como Schopenhauer. Para este solo se puede superar el dolor y el sufrimiento mediante la renuncia a la voluntad de vivir y a todos los sentimientos y pasiones del ser humano. Muy vinculado con el tema existencial está el tema religioso ya que Dios puede ser lo que de sentido a la vida humana. La existencia o la no existencia de Dios, el problema del alma y la inmortalidad, la fe…son preocupaciones que aparecerán en los escritos de esta generación. En sus obras tb surgíó la propia literatura, intentaron definirla y adaptar los distintos géneros literarios a sus fines.
Técnicamente la literatura de la G. Del 98 se renueva respecto a literaturas anteriores y se caracteriza por el subjetivismo. Sus obras se centran en el mundo interior de sus personajes, estos suelen ser inadaptados, antiburgueses y rebeldes condenados a una destrucción física o moral. La historia, lo que se cuenta, pierde relevancia a favor del discurso, esto es, como se cuenta. Se eliminará de la novela el narrador omnisciente, propio de la novela realista, se prefiere el perspectivismos de determinados personajes. La linealidad, carácterística del Realismo, se altera mediante tres procedimientos principales: la simultaniedad, la elipsis y los saltos temporales.
Los escritores de esta generación se preocuoparon por realizar una renovación lingüística, a través de un lenguaje sencillo y directo, ampliaron su vocabulario mediante la inclusión de términos propios del habla popular y dialectal.
Tres autorores pertenecientes a la G. Del 98 son Baroja, Unamnuno y Azorín. Para le primero la novela es un género heterogéneo y permeable. En una primera etapa destacan novelas como el árbol de la ciencia que refleja la desesperanza moral y la desorientación de la España de la época . Este pesimismo es expresado por medio de ágiles diálogos. L a novela narra la vida de Andrés Hurtado hasta su suicidio. Sobresale tb La busca, que se centra en la caída del protagonista, Manuel, en el mundo de la delincuencia y sus andanzas por las afueras de la ciudad. Al final encauza su vida por el camino del trabajo. En una segunda etapa se observa el predominio del relato de transfondo histórico y una perspectiva irónica. Entre las obras de este período destaca Memorias de un hombre de acción.
Otro gran autor de esta generación es Miguel de Unamuno. Exprésó en su novelística los temas que le obsesionaban como la afirmación de la personalidad, la lucha contra el instinto, el afán de dominio sobre los demás y la muerte. Sus principales obras fueron: Niebla a la que llama “nivola” para subrayar su diferencia con la novela realista del s. XIX. Presenta la lucha contra el determinismo a través del enfrentamiento del protagonista, Augusto Pérez y su creador, el novelista. En otra obra, San Manuel Bueno, mártir plantea la perdida de fe de don Manuel, un cura que sustituye su falta de fe por la voluntad de creer.
Por último José Martínez Ruíz, Azorín, quien creó unos textos que difícilmente pueden considerarse novelas. Se anula el movimiento y el tiempo, la narración se fragmenta en instantáneas que dispersan la atención del lector. Así entre sus obras La voluntad que contiene alusiones biográficas y detalles de escenarios reales que parecen un gran “collage” de documentos: artículos periodísticos, circulares políticas y párrafos de otras obras. El protagonista, Azorín, es un ser pasivo, pesimista y falto de voluntad. La siguiente obra lleva el título del personaje anterior Antonio Azorín, en ella el protagonista ha encontrado su fuente de energía en el ideal literario. El autor inicia un cambio en su producción de obras como Don Juan o Doña Inés. El conflicto se centra en la personalidad de sus personajes.