2. Principios Básicos
La dignidad de la persona (YouCat nº: 330, 331, 280):
“La dignidad de lapersona humana sebasa en el hecho de que es creada a imagen y semejanza de Dios y elevada a un fin sobrenatural trascendente a la vida terrena”. (Or. 31).
Según la DSI la afirmación, la promoción y la realización de lo que significa la dignidad humana debe ser el principio fundamental y decisivo de la vida social. Todo en la vida social y en la acción política debe ordenarse al reconocimiento y la realización de la dignidad de cada persona y de todas las personas. (cf. Or. 31; CDSI 106-107).
El reconocimiento y promoción de los derechos humanos, los derechos de toda persona por el hecho de ser persona, es expresión fundamental del reconocimiento de la dignidad humana.
El bien común (YouCat nº: 327 – 328)
El bien común consiste en la búsqueda constante de lacreación de las mejores condiciones sociales posibles en cada momento, para que cada persona y todas las personas (familias, asociaciones…) puedan realizarse como tales.Así, la búsqueda del bien común es lo que fundamenta y da sentido y legitimidad a la organización social y a la misma comunidad política. El bien común, aunque constituido por los bienes particulares, no se identifica con el bien de los individuos, ni con un bienestar material, económico, ni con una simple suma de ellos; es un todo que surge de la coordinación armónica de las actividades y funciones sociales. La construcción del bien común supone fundamentalmente:
-El respeto a la dignidad de la persona y la búsqueda de su reconocimiento práctico
-El desarrollo social justo
-El bien común tiene un fundamento trascendente
-El bien común es responsabilidad de todos
Solidaridad (YouCat nº: 61, 323, 376, 395, 447, 332):
La primera consecuencia y exigencia delbien común es la solidaridad. Expresa, al mismo tiempo, la vinculación recíproca entre los seres humanos y la responsabilidad de los individuos y de los grupos sociales para con la sociedad, y también, a la inversa, de la sociedad para con los individuos y los grupos. (cf CDSI 192 -196).
La solidaridad no es “un sentimientosuperficial por los males de tantas personas, cercanas olejanas
. Al contrario, es la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común
; es decir, por el bien de todos y cada uno, para que todos seamos verdaderamenteresponsables de todos” (SRS 38).
Subsidiariedad (YouCat nº: 323):
Según la DSI, el principio de solidaridad necesita para hacerserealidad como principio regulador de la vida social una manera concreta de proceder, un camino que lo haga posible, la subsidiariedad.
La subsidiariedad precisa de dos elementos:
Que en la vida social se den las condiciones reales de libertad, iniciativa y autonomía de todos
Que desde la responsabilidad de cada uno y de todas las instituciones y grupos sociales, la solidaridad que construye el bien común se busque en cada nivel de la realidad social.
El destino universal de los bienes (YouCat nº: 426, 427, 436):
La DSI considera que el destinouniversal de los bienes es el primer principio de todo el ordenamiento ético -social. Se fundamenta en la propia naturaleza y dignidad humana. Dios pone la creación, con todos sus bienes, en manos de la humanidad para que, guiados por el amor y la voluntad de comunión de toda la familia humana, con nuestro trabajo hagamos fructificar esos bienes para uso y disfrute de todos, Por eso en la tradición cristiana se ha insistido siempre en que no somos dueños absolutos y exclusivo s de los bienes, sino administradores de los bienes que Dios ha puesto en nuestras manos para uso de todos.Es, por ello, un derecho básico de toda persona: el derecho a poseer los bienes necesarios para vivir como personas.
DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA
Los cristianos en la vida pública
El cristiano está llamado a vivir con plena coherencia la fe y la moral de Jesucristo tanto en su vida privada como en sus actuaciones sociales y políticas. Todas estas cuestiones son perfectamente defendibles desde la perspectiva de la ley natural y los argumentos de la razón.Los problemas más urgentes que deben ocupar el interés de los católicos en la vida pública son los que se tratan a continuación:
Defender los derechos humanos y en especial el derecho a la vida:
la Iglesia propone comocentro de la moral social la dignidad de la persona humana, con derechos humanos que no son otorgados por el Estado, ni por la sociedad, ni por las leyes civiles.Son derechos naturales, con los que nace todo hombre o mujer y se fundan en su condición de criatura de Dios. El Estado no otorga, sino que debe reconocer y proteger estos derechos naturales.
Fragmento de Christi Fidelis Laici: Misión de los laicos en la Iglesia, nº37
Promover la dignidad de la persona
37. Redescubrir y hacer redescubrir la dignidad inviolable de cada persona
humana constituye una tarea esencial; es más, en cierto sentido es la tarea central y unificante del servicio que la Iglesia, y en ella los fieles laicos, están llamados a prestar a la familia humana.
Entre todas las criaturas de la tierra, sólo el hombre es «persona», sujeto consciente y libre y, precisamente por eso, «centro y vértice» de todo lo que existe sobre la tierra[135]
. A causa de su dignidad personal, el ser humano es siempre un valor en sí mismo y por sí mismo y como tal exige ser considerado y tratado. Y al contrario, jamás puede ser tratado y considerado como un objeto utilizable, un instrumento, una cosa.La dignidad personal constituye el fundamento de la igualdad de todos los hombres entre sí. De aquí que sean absolutamente inaceptables las más variadas formas de discriminación que, por desgracia, continúan dividiendo y humillando la familia humana: desde las raciales y económicas a las sociales y culturales, desde las políticas a las
Geográficas, etc.Toda discriminación constituye una injusticia completamente intolerable, no tanto por las
tensiones y conflictos que puede acarrear a la sociedad, cuanto por el deshonor que se inflige a la dignidad de la persona; y no sólo a la dignidad de quien es víctima de la injusticia, sino todavía más a la de quien comete la injusticia.Fundamento de la igualdad de todos los hombres, la dignidad personal es también el fundamento de la participación y la solidaridad de los hombres entre sí: el diálogo y la comunión radican, en última instancia, en lo que los hombres «son», antes y mucho más que en lo que ellos tienen
Garantizar los derechos del matrimonio y la familia
. Dada la importancia de la familia, es lógicasu defensa, es necesario trabajar por la libertad para formar cada uno la familia que quiera y cuidar la dignidad de cada uno de sus miembros
Promover la justicia social y el derecho al trabajo
. La justicia social implica que sea posibleejercer un trabajo digno con el que ganarse la vida. El trabajo es el modo ordinario para que el individuo adquiera el derecho a la propiedad. Desde esta perspectiva, existen derechos irrenunciables, entre ellos el derecho de la propiedad privada, que prevalecerá siempre ante la función social cuando se trata de defender a los más pobres, insistiendo en “la opción preferencialpor los pobres”
Proteger la libertad religiosa
Se trataba de poder dar culto a Dios conforme a las conviccionesreligiosas de cada persona. La libertad religiosa es también el fundamento de otros muchos derechos humanos
DECLARACIÓN
DIGNITATIS HUMANAE (SOBRE LA LIBERTAD RELIGIOSA)
La Iglesia, por consiguiente, fiel a la verdad evangélica, sigue el camino de Cristo y de los Apóstoles cuando reconoce y promueve la libertad religiosa como conforme a la dignidad humana y a la revelación de
Dios. Conservó y enseñó en el decurso de los tiempos la doctrina recibida del Maestro y de los Apóstoles. Aunque en la vida del Pueblo de Dios, peregrinó a través de las vicisitudes de la historia humana, se ha dado a veces un comportamiento menos conforme con el espíritu evangélico, e incluso contrario a él, no obstante, siempre se mantuvo la doctrina de la Iglesia de que nadie sea forzado a abrazar la fe.De este modo el fermento evangélico fue actuando durante largo tiempo en la mente de los hombres y contribuyó poderosamente a que éstos, en el decurso de los siglos, percibieran con más amplitud la dignidad de su persona y madurara la persuasión de que, en materia religiosa, esta dignidad debía conservarse dentro de la sociedad inmune de cualquier coacción humana .
Trabajar por la paz
El bien supremo de la vida pública es la convivencia en paz, consecuencia dela justicia, de la libertad y de la fraternidad.
Dado el poder destructivo de los medios bélicos, la moral católica pone serios reparos a la licitud de la guerra, que solo se admite como último recurso para la legítima defensa de los individuos y de los pueblos.
Cuidar el medio ambiente
La defensa del medio ambiente no es cuestión teórica, para elciudadano se traduce en hechos concretos que se resumen en no contaminar y cuidar lo que es de todos. Lo mismo es aplicable a gran escala al mundo de la industria, del transporte, de la energía, etc.