A comienzos del Siglo XX España se encuentra en una profunda crisis: la crisis del sistema porque ya no hay Imperio; crisis económica por la pérdida de los mercados americanos y las deudas por la guerra coloniales; crisis política ya que los partidos liberal y conservador se turnaban en el poder y se desprestigian; crisis social porque el desarrollo de la industria da fuerza al proletariado (se funda PSOE y la UGT) que junto con la burguésía se enfrenta a las grandes terratenientes.
Toda esta inquietud cristaliza en los escritores agrupados como “ Modernismo “ y “ generación del 98 “, uno supone que ambos son lo mismo: nacen de la insatisfacción ante la literatura de la época y la estética imperante pero son evidentes las diferencias entre sí: el Modernismo supera las fronteras con ambición cosmopolita, mientras el 98 se enfoca sobre España, el Modernismo elabora sintéticamente y el 98 actúa como mente analítica; el Modernismo es literatura exterior de los sentidos, el 98 poetiza desde el interior. La confusión nace porque los escritores en su anhelo de renovar valores y lenguaje aceptan a Rubén Darío pero después perciben que la belleza y la seducción no sirven a sus propósitos por falta de anhelo espiritual.
El Modernismo es una actitud vital, forma hispánica ante la crisis de letras y espíritu, y se manifiesta en artes, ciencias, religión… Su origen está unido a Rubén Darío y entre sus valores destacamos: parnasianismo con disciplina y equilibrio; simbolismo que empuja al subjetivismo; Romanticismo la expresión del yo, la pasión y la naturaleza que proyecta el ánimo del autor; cosmopolitismo como superación de los racional y búsqueda del europeo; indigenismo como idealización del pasado; exotismo que cambia el tiempo y el espacio para escapar, y el Pitagorismo Como armónía cósmica. Las innovaciones técnicas se sitúan en la métrica: se da importancia al verso y su musicalidad y los diferentes acentos, sonidos y rimas, modificando el soneto y las sílabas. Su lenguaje se enriquece con gran adjetivación, colores, sabores, aromas, sensaciones auditivas Y abundan las sinestesias. También está presente la muerte mezclada con lo mitológico y aumento de la independencia de los poetas.
Rubén
Darío y sus libros manifiestan las carácterísticas del Modernismo literario. Azul 1888 es el primer gran libro del Modernismo hispánico y en el incluye una veintena de cuentos y prosas líricas, entre sus temas están: la manifestación del pasado indígena “ Caupolicán “, la sacralización de la naturaleza “ estival “, el erotismo“ Invernal “ y la búsqueda del ideal. En prosas profana has Darío profundiza en los temas expuestos: el escapismo a la Edad Media “ cosas del Cid “, a los cuentos de hadas “ Sonatina “, la Francia Versallesca“ Era un aire suave “. El azul da paso Al cisne “ blasón “ y late una armónía cósmica “ yo persigo forma “.
Así lleva al máximo una sonoridad en sonetos y tercetos en verso alejandrino. Cantos de vida y esperanza 1905, supone la inflexión de su trayectoria “ yo soy aquel que ayer “, el escapismo se concreta en la reflexión existencial “ nocturno los fatal “ y reivindica lo español con “ letanía a Nuestro Señor Don Quijote “, frente a lo americano “ a Roosevelt “ .En Hispanoamérica José Martí destaca en imágenes y rimas y José Asunción Silva introduce la muerte innovaciones métricas
El Modernismo entró tarde en España y fue breve, Rubén señaló como procedente modernista a Zorrilla o a Rosalía de Castro. Salvador Rueda innova en métrica converse blanco Y libertad formal, y Francisco Villaespesa eso iniciador por su amistad con Rubén Manuel Machado alterna Modernismo y andalucismo destaca sus reacciones de Cuadros y esculturas del romancero alma.
Con influencias de Rubén y parnasianismo. De influencia cante hondo.
La poesía de Valle-Inclán incluye los libros aromas de leyenda poemas en una Galicia rural religiosa, rechazo del mundo contemporáneo; la pipa de Kif con deformaciones esperpénticas, y el pasajero que reúne motivos decadentes “ rosa de Oriente “.Las sonatas son lo más destacado de la prosa modernista españolas, en ellas el marqués de Bradomín, aristócrata, amoral, un don Juan feo y católico cuenta sus memorias en primera persona saturado de satanismo y perversión envueltas en musicalidad, adjetivación y recursos.
Antonio
Machado supone la búsqueda de la propia voz y de la evolución desde los modernistas hasta la introspección del 98.
Soledades tiene como eje los universales del sentimiento:
soledad, hastío, angustia por el paso del tiempo, la búsqueda de Dios, la nostalgia de la infancia o el amor prohibido; en un libro lleno de simbolismos paisajísticos: la fuente, la tarde, el río, el camino, en los que refleja sus sentimientos empleando la naturalidad de sus versos. El hilo conductor de Juan Ramón Jiménez es la búsqueda de la belleza, lo esencial, absoluto, a través de la poesía. Sus primeros libros-
Rimas, arias tristes, almas de violeta
Parten de los modernista y los post ROMántico para depurarse y acabar en una poesía introspectiva, con influencias de Becker
Por último fue realmente popular un teatro poético en verso con claves modernistas, su principal representante fue Francisco Villaespesa, con temas históricos y de leyenda; ejemplo el alcanzar de las perlas.
También en verso escribieron los hermanos Machado la Lola se va a la huerta.
Valle-Inclán siempre lejos del Realismo evoluciona desde un teatro modernista y embellecido hacia el esperpento estética, deformada y desgarrada, ejemplo: