Epistemología—Hume
El Empirismo moderno fue inaugurado por John Locke y se va radicalizando con Berkeley y David Humé. Locke ya formuló que todas nuestras percepciones dependen de la experiencia (en su obra: Ensayo sobre el entendimiento humano). Humé coincide con él al sostener que todas las percepciones se fundamentan y originan en la experiencia y en criticar la existencia de ideas innatas en la razón, con anterioridad a nuestro entendimiento, es como una página en blanco en la que no hay nada escrito al nacer. Esta explicación del conocimiento establece claros vínculos con la percepción del conocimiento moderno. Presenta un espíritu crítico y revisionista, además este conocimiento explica que no conocemos directamente la realidad, si no que la conocemos a través de algo que sucede en el sujeto de conocimiento.Humé es el autor más importante de la escuela del Empirismo. Para el Empirismo todo nuestro conocimiento procede de la Experiencia. Humé niega, pues, la existencia de las ideas innatas en la razón, con anterioridad a la experiencia, ya que nuestro entendimiento es como una página en blanco en la que nada hay escrito al nacer. Humé distinguirá́ dos elementos en la razón: las impresiones, representaciones mentales simples de las percepciones recibidas por la sensibilidad; y las ideas, representaciones o copias de las impresiones (pasadas) en la mente, son menos vivas y proceden de una impresión.
Asimismo, afirmará dos modos de conocimiento racional:
– El conocimiento de relaciones entre las ideas (razonamiento a priori). Las proposiciones de este tipo son analíticas, el predicado está implícito en el sujeto y no nos dan nueva información, y son a priori, para conocer su verdad no es necesario recurrir a la experiencia ya que es anterior a esta. Son las matemáticas y la lógica.
– El conocimiento de cuestiones de hecho (razonamiento a posteriori) que trata sobre la realidad. Sus proposiciones son sintéticas, el predicado no está́ implícito en el sujeto, afirman algo nuevo sobre la realidad dando un conocimiento extensivo. Además, son a posteriori, ya que su verdad o falsedad se descubre después de recurrir a la experiencia. Todo nuestro conocimiento, exceptuando matemáticas y lógica, es de este tipo. Así́, según Humé todo conocimiento sobre la realidad proviene, por lo tanto, de un razonamiento a posteriori y el criterio de verdad para saber si una idea es verdadera o falsa es recurrir a la impresión. Humé criticará a continuación el principio de causalidad, según el cual una causa determinada produce siempre y necesariamente un efecto concreto. Según Humé, este principio de causalidad no es correcto pues no podemos tener impresión de dicha conexión (no podemos percibir que algo vaya a ocurrir siempre y necesariamente). Para Humé, la relación causa-efecto la afirmamos por la experiencia de haber percibido de forma habitual un acontecimiento detrás de otro y por ello afirmamos que lo que ha sucedido en el pasado se repetirá́ en el futuro y que objetos semejantes tendrán efectos semejantes. Así́, Humé afirma que el principio de causalidad es solo una suposición o creencia basada en él habito y la costumbre de haber tenido impresión en el pasado de dos acontecimientos distintos unidos consecutivamente. La verdad de toda ley de la naturaleza es, por tanto, solo probable. Sin embargo, Humé acepta la utilidad de estas creencias para la vida y por ello la ciencia misma resulta útil para la humanidad. Humé igualmente criticará las tres sustancias cartesianas (el Yo, la Realidad Exterior y Dios) y asegurará que es imposible conocer su existencia defendiendo el escepticismo. Negará la afirmación de la existencia del “yo” entendido como una identidad permanente y estable, una sustancia o esencia, pues es imposible tener una impresión (o intuición) permanente y estable del propio yo. Así́, nuestro Yo no es más que la sucesión de las impresiones acaecidas en nuestra mente que nuestra memoria recuerda y que unificamos ilícitamente. El yo por tanto es un hecho psicológico producido por la memoria y no algo sustancial. Para asegurar que no podemos conocer si existe la realidad exterior se basará en su crítica a la idea de causa. Al no ser capaces de afirmar sin duda que nuestras impresiones procedan de algo exterior por no poder aplicar el principio de causa y efecto, no podremos asegurar que exista la realidad externa a mí. Por tanto, no podremos saber con seguridad si existe la realidad extramental. Igualmente, señalará que no podemos asegurar la existencia de Dios pues es imposible tener experiencia de él y por tanto no es posible demostrar su existencia. Así́ y como conclusión, Humé, en su desarrollo radical del Empirismo, terminará estableciendo el escepticismo (afirma imposible demostrar la existencia del mundo, del yo y de Dios), y el fenomenismo (solo es posible conocer la impresiones como hechos mentales)