Cantonalismo:
movimiento insurreccional que aspira a dividir el Estado nacional en cantones casi independientes.
Partidario de un federalismo de carácter radical (reparto de la riqueza, mejoras proletarias…), su objetivo es establecer una serie de ciudades o confederaciones de ciudades (cantones) independientes que se federarían libremente. Recuerda en ciertos aspectos a las polis griegas. El cantonalismo fue eminentemente un fenómeno de la pequeña burguésía, que además tuvo una gran influencia sobre el naciente movimiento obrero, y constituyó un precedente para el anarquismo en España.
Carlismo:
movimiento político tradicionalista y legitimista de carácter antiliberal y contrarrevolucionario surgido en España en el Siglo XIX que pretende el establecimiento de una rama alternativa de la dinastía de los Borbones en el trono español, y que en sus orígenes propugnaba la vuelta al Antiguo Régimen.
En el Siglo XX, el carlismo se fue dividiendo en dos grupos, uno que promovía el socialismo autogestionario, llamado el Partido Carlista; y otro partidario del tradicionalismo, llamado Comunión Tradicionalista Carlista. Ambos movimientos tienen actualmente un apoyo electoral residual.
Carta otorgada:
Se denomina cartaotorgada a un documento por el cual el rey se comprometía a gobernar a sus súbditos de una forma determinada. Supónía de hecho una constitución para el estado, si bien en lugar de ser dictada por el pueblo, la carta otorgada surgía del poder absolutista anterior, el rey.
Por lo general, las cartas otorgadas eran muy restrictivas en cuanto a derechos y representatividad, es como una constitución pero en la carta otorgada no se reconoce el principio de soberanía nacional.
Constitución:
documento liberal donde se recoge la forma en la que debe organizarse el estado.
Es la norma suprema, escrita o no, de un Estado soberano u organización, establecida o aceptada para regirlo. La constitución fija los límites y define las relaciones entre los poderes del Estado (poderes que, en los países occidentales modernos, se definen como poder legislativo, ejecutivo y judicial) y de estos con sus ciudadanos, estableciendo así las bases para su gobierno y para la organización de las instituciones en que tales poderes se asientan. Este documento busca garantizar al pueblo sus derechos y libertades.
Espadones:
Personaje de alta jerarquía en la milicia y también en otras clases sociales.
Gloriosa o septembrina:
levantamiento revolucionario español que tuvo lugar en Septiembre de 1868 y supuso el destronamiento de la reina Isabel II y el inicio del período denominado Sexenio Democrático.
A mediados de los años 1860, el descontento contra el régimen monárquico de Isabel II en los ambientes populares, políticos y militares era patente. El moderantismo español, en el poder desde 1844, se encontraba en una fuerte crisis interna, y no había sabido resolver los problemas del país. Había una grave crisis económica y por doquier proliferaban los pronunciamientos, como el que en 1866 líderó Juan Prim, y como la revuelta de los sargentos en San Gil. En el exilio, liberales y republicanos llegaban a acuerdos en Ostende (1866) y en Bruselas (1867) para promover aún más desórdenes que condujeran a un drástico cambio de gobierno, no ya para sustituir al presidente Narváez, sino con el objetivo último de derrocar a la misma Isabel II y expulsarla del trono español. La reina y el mismo régimen monárquico se habían convertido en foco de las críticas sobre los principales problemas del país. A la muerte de Leopoldo O’Donnell, en 1867, se produjo una importante migración de simpatizantes de la Uníón Liberal a las posiciones del frente que propugnaba el derrocamiento de Isabel II y el establecimiento de un gobierno más eficaz para España.
Guerra de guerrillas:
pequeños grupos integrados por civiles y militares, que se caracterizan por un conocimiento del terreno. Además, contaban con el apoyo de la población civil.
Gloriosa o septembrina: levantamiento revolucionario español que tuvo lugar en Septiembre de 1868 y supuso el destronamiento de la reina Isabel II y el inicio del período denominado Sexenio Democrático.
A mediados de los años 1860, el descontento contra el régimen monárquico de Isabel II en los ambientes populares, políticos y militares era patente. El moderantismo español, en el poder desde 1844, se encontraba en una fuerte crisis interna, y no había sabido resolver los problemas del país. Había una grave crisis económica y por doquier proliferaban los pronunciamientos, como el que en 1866 líderó Juan Prim, y como la revuelta de los sargentos en San Gil. En el exilio, liberales y republicanos llegaban a acuerdos en Ostende (1866) y en Bruselas (1867) para promover aún más desórdenes que condujeran a un drástico cambio de gobierno, no ya para sustituir al presidente Narváez, sino con el objetivo último de derrocar a la misma Isabel II y expulsarla del trono español. La reina y el mismo régimen monárquico se habían convertido en foco de las críticas sobre los principales problemas del país. A la muerte de Leopoldo O’Donnell, en 1867, se produjo una importante migración de simpatizantes de la Uníón Liberal a las posiciones del frente que propugnaba el derrocamiento de Isabel II y el establecimiento de un gobierno más eficaz para España.
Ley Sálica:
La Ley Sálica establece que las mujeres sólo podrían heredar el trono si no hay herederos varones en la línea principal, es decir hijos varones, o lateral, es decir hermanos o sobrinos.
Liberalismo doctrinario y democrático:
DOCTRINARIO: defiende un sufragio censitario; entiende la soberanía nacional en un sentido muy restrictivo (ya que solo los más ricos son los que forman esa nacíón). Además se concibe la igualdad ante la ley, mientras que la división de poderes se fundamenta en que una misma institución puede concentrar todos los poderes, donde el rey posee dos terceras partes de ese poder.
Democrático: defiende un sufragio universal; la soberanía es popular, ya que todos los ciudadanos tienen el poder; se concibe la igualdad ante la ley; y la división de poderes establece que cada poder debe ser ejercido por una institución.
*La diferencia entre ambos liberalismos es el carácter más o menos restrictivo de los principios de este liberalismo.
Liberalismo:
los principios eran: la soberanía nacional ( ya que el poder lo tiene la nacíón, la cual estaba integrada por todos los individuos menos por las mujeres y campesinos); la igualdad de derechos de los ciudadanos (igualdad ante la ley, por oposición al A. Régimen donde solo los estamentos privilegiados tenían derechos), además ahora hay ciudadanos, antes solo había súbditos; y la división de poderes ( ya que antes el poder lo tenía el rey), cada poder es ejercido por una institución. El más importante es el legislativo (ejercido por el parlamente a las cortes, que era el órgano de representación de la soberanía nacional).
Monarquía constitucional o parlamentaria:
forma de gobierno donde el monarca ostenta la jefatura del estado. Es un poder de mediano carácter simbólico, puesto que se encuentra regulado por una ley, con frecuencia una Constitución. También, se caracteriza porque el rey o la reina tienen un papel de moderador o árbitro en los conflictos políticos del Gobierno, habitualmente, elegido democráticamente
Pronunciamientos:
forma de rebelión militar o Golpe de Estado, peculiar de España y el mundo hispanohablante, carácterístico del Siglo XIX. También existe este concepto en el mundo lusófono con la forma pronunciamiento
.
Se considera que en un Golpe de Estado convencional, una facción rebelde que controla a algunos elementos de las fuerzas armadas toma el control del Estado mediante un movimiento repentino, organizado y ejecutado furtivamente. En cambio, en un pronunciamiento, un grupo de oficiales militares declara públicamente su oposición al gobierno de turno (es decir, el jefe de gobierno y su gabinete, que pueden ser civiles electos legalmente o bien el resultado de un Golpe de Estado anterior). Los rebeldes esperan entonces que el resto de las fuerzas armadas se declaren a favor o en contra del gobierno de turno. En general, un pronunciamiento está precedido por un periodo de preparación, durante el mismo los rebeldes sondean cuántos oficiales comparten sus puntos de vista y están dispuestos a acompañarlos1 No hay lucha armada; si la rebelión carece de apoyo, los organizadores pierden, y deberán abandonar el país, retirarse de las fuerzas armadas o sufrir arresto. Pero si la mayor parte de las fuerzas armadas se declaran a favor del pronunciamiento, entonces el gobierno de turno renuncia. Hay quienes ven una similitud con una moción de censura, con la diferencia de que son las fuerzas armadas quienes la emiten, en lugar de los legisladores.
República federal:
La Primera República Española fue el régimen político que hubo en España desde su proclamación por las Cortes, el 11 de Febrero de 1873, hasta el 29 de Diciembre de 1874, cuando el pronunciamiento del general Martínez-Campos dio comienzo a la Restauración borbónica en España.
El primer intento republicano en la Historia de España fue una experiencia corta, caracterizada por la profunda inestabilidad política y social y la violencia. La República fue gobernada por cuatro presidentes distintos hasta que, tan sólo once meses después de su proclamación, se produjo el Golpe de Estado del general Pavía y la instauración de una república unitaria dominada por el Duque de la Torre.
El período estuvo marcado por tres guerras civiles simultáneas: la Tercera Guerra Carlista, la sublevación cantonal en la península Ibérica y la Guerra de los Diez Años en Cuba. Los problemas más graves para la consolidación del régimen fueron la escasez de verdaderos republicanos, su división entre federalistas y unitarios y la falta de apoyo popular.
Revolución burguesa:
concepto historiográfico originado por la escuela del materialismo histórico o marxismo que se utiliza para manifestar que el componente social dominante en un movimiento revolucionario corresponde a la burguésía.
Aunque pueden remontarse al mismo nacimiento de la clase burguesa en las ciudades europeas medievales, el concepto suele restringirse a los ciclos revolucionarios que se sucedieron desde finales del Siglo XVIII y que en su definición política se conocen como Revolución Liberal. Su principal ejemplo fue la Revolución francesa (1789), seguido en distintos momentos por los demás países europeos (revolución de 1820, revolución de 1830, revolución de 1848) o americanos (Independencia de la América Hispana, pues la Independencia de Estados Unidos es anterior, de 1776) hasta la Primera Guerra Mundial (1914–1918), que acaba definitivamente con los últimos recuerdos del Antiguo Régimen; notablemente en Rusia con la Revolución de Febrero de 1917, que sólo precede en pocos meses a la Revolución de Octubre, que se clasifica ya como revolución socialista y proletaria.
Sociedades secretas:
organización que requiere de sus miembros ocultar ciertas actividades, como los ritos de iniciación para los candidatos, o los objetivos de la misma.
A los miembros se les puede exigir ocultar o negar su vinculación, y frecuentemente deben mantener los secretos de la sociedad bajo juramento. El término secret society es frecuentemente usado para describir organizaciones fraternales que pueden tener ceremonias secretas, pero es también usado habitualmente para organizaciones que van de comunes e inocuas (fraternidades universitarias) a organizaciones míticas descritas en las teorías conspirativas como inmensamente poderosas, con agendas políticas o financieras que buscan su propio provecho.
Sufragio censitario y universal:
el censitario es un sistema electoral, vigente en diversos países occidentales entre fines del Siglo XVIII y el Siglo XIX, basado en la dotación del derecho a voto sólo a la parte de la población que contara con ciertas carácterísticas precisas (económicas, sociales o educaciones) que le permitiera estar inscrita en un “censo electoral“. El sufragio censitario se contrapone al sufragio universal, que no establece condiciones salvo mayoría de edad y la ciudadanía.
El universal, derecho a voto de toda la población adulta de un Estado, independientemente de su raza, sexo, creencias o condición social. Habitualmente se entiende de forma más concreta, en el sentido de más ligado a la extensión del voto a la población adulta femenina.