4.-La inteligencia y la educación.
Muchos psicólogos han estudiado la manera de medir y cuantificar eso que,
comúnmente, sin saber muy bien qué es, llamamos inteligencia, y otras muchas
capacidades mentales. Solemos asociar, porque desde muy pequeños nos han
acostumbrado a ello, el fenómeno de la inteligencia con los llamados tests. En primer
lugar, un test es un instrumento que se utiliza para medir algo, en este caso la
inteligencia; generalmente construido con una serie de preguntas, tareas o ejercicios
que se entrega a los individuos para que contesten y resuelvan. Estas respuestas se
comparan con un grupo de referencia. Para hablar de si un individuo es o no es
inteligente debemos saber respecto a quién, respecto a que grupo de referencia.
A.-Los tests de inteligencia y la curva de frecuencias de Binet
Los actuales tests de inteligencia que se utilizan tanto a nivel profesional como
educativo, fueron, en gran parte, configurados por el psicólogo francés Alfred Bidet
(1857-1911) en su obra Escala de la inteligencia (1905). En un primer momento la
finalidad de estos tests fue medir las capacidades intelectuales de los alumnos y el
rendimiento escolar. La denominada escala se confeccionaba a partir de los resultados
obtenidos en una serie de pruebas seleccionadas por orden de dificultad creciente,
asociados a diferentes edades. Según Binet la capacidad mental aumentaba con la edad.
Lo que hizo fue registrar los resultados obtenidos y asignar un resultado a cada edad
de los escolares. Este resultado era lo que el definía como la edad mental, es decir el
rendimiento medio de los niños a una determinada edad cronológica. Ahora bien, por
los motivos que fueran, Binet observó que edad mental y edad cronológica no siempre
se corresponden. Puede darse el caso, y de hecho se da con mucha frecuencia, que una
persona tenga una edad mental menor que la cronológica.
En 1912 el psicólogo alemán W. Stern pensó que era posible medir la inteligencia con
un número, con un coeficiente; lo que hoy llamamos Coeficiente Intelectual (QI). Se
calcula dividiendo la edad mental entre la edad cronológica y multiplicándolo por cien.
QI= (EM/EC)x100
Pero ¿qué mide realmente este QI? Según la Escala de inteligencia de Binet mide tan sólo
cuatro capacidades: capacidad verbal, razonamiento numérico, razonamiento abstractovisual
y memoria a corto plazo. Todas estas capacidades se miden con los resultados obtenidos en estos tests.Este gráfico representa la distribución del QI entre la población, lamayoría de personas se encuentra entre lo que podríamos llamar personas con un QI normal (entre 80 y 119).
Los cuales suponen aproximadamente el 70% de la población.Como podemos observar únicamente existe un 0,13 % de superdotados y un 2,3 % con personas con innsuficiencia mental.
Es cierto que los tests han sido de gran ayuda como predictores del aprendizaje
académico a la hora de medir las capacidades de los escolares, sin embargo estos tests
han recibido muchas y severas críticas. Según el científico americano Stephen Jay
Gould (1995) la inteligencia no puede medirse teniendo en cuenta un único QI; para él
no tiene sentido clasificar a las personas según una única escala de inteligencia como
las que nos propónía Binet, y menos aún que ésta proceda principalmente de la
herencia genética y que no pueda modificarse. La conclusión que saca Jay Gould es la
siguiente: tenemos que luchar contra la doctrina de la curva de frecuencias, porque es
falsa y porque, si se activa, puede impedir toda posibilidad de se fomente de manera
adecuada la inteligencia de todos. Evidentemente, no todos podemos ser científicos
espaciales o cirujanos del cerebro, pero los que no pueden serlo podrían llegar a
músicos de rock o atletas profesionales.
C.-Las inteligencias múltiples de H. Gardner
A las críticas de Jay Gould debemos sumarle las del Profesor de psicología de la
Universidad de Harvard Howard Gardner, quien nos plantea una nueva concepción de
la inteligencia en su obra Frames of Mind (1983). Gardner nos propone una teoría de
las inteligencias múltiples. Según Gardner la inteligencia es un conglomerado de
habilidades para crear, aprender y resolver todo tipo de problemas, y no únicamente
los matemáticos. Permite resolver al individuo situaciones ante la vida, y hacer
aportaciones a la sociedad y la cultura. Todos los individuos disponemos de estas
inteligencias, que detallaré ahora, sin embargo, algunos desarrollan unas con mayor
intensidad que otras. Esto se debe a múltiples factores, como: el entorno social, el nivel
cultural, la dotación biológica… Las inteligencias se combinan y se utilizan en
diferentes grados de manera personal y única. A diferencia de la postura de Binet, para
Gardner la inteligencia es algo que se desarrolla y se va modificando con el esfuerzo
personal, el aprendizaje y el estudio. Con la inteligencia no sólo se nace, sino que es
uno el que la va desarrollando a lo largo de su vida.
Todos conocemos a alguien, y más en un entorno escolar, que tiene más facilidad para
según que materias y dificultad, o falta de interés, para otras. En este sentido, de la
misma manera que generalmente hablamos de diferentes tipos de personalidad
emotivo, sociable, serio, responsable, etc.- , debemos también considerar diferentes
perfiles intelectuales. Debemos abandonar, de todas, todas, la falsa y equivocada idea de
que inteligencia es sinónimo de capacidades lógico-matemáticas. Gardner nos propone
ocho tipos diferentes y compatibles de inteligencia, y ninguna de ellas debe
considerarse ni superior ni inferior a las demás. Tampoco son incompatibles entre sí.
1.
Inteligencia lingüística
Capacidad para utilizar palabras de manera efectiva,
bien de forma oral o escrita. Tiene que ver con las habilidades propias del
dominio del lenguaje. Necesaria para: poetas, personas que deben persuadir con
la palabra como los políticos, escritores o abogados.
2.
Inteligencia lógico-matemática
Es la capacidad que nos permite un domino
de los números y de los argumentos y proposiciones que se basan en la lógica
formal. Es carácterística de los científicos, los filósofos, los matemáticos y los
programadores informáticos.
3.
Inteligencia espacial
Capacidad para percibir de forma correcta el mundo
visual-espacial y ejecutar transformaciones sobre él. Hablamos de ingenieros,
arquitectos, artistas plásticos y visuales o decoradores.
4.
Inteligencia musical
Capacidad para transformar (compositor), expresar
(músico), discriminar (crítico musical) las formas musicales. Esta inteligencia
incluye sensibilidad del ritmo, el tono o la melodía de una pieza musical.
5.
Inteligencia kinestética
Capacidad para utilizar el propio cuerpo como
herramienta, bien sea para transmitir emociones actores o profesores- o
transformar objetos cirujano o artesano.
6.
Inteligencia intrapersonal
Consiste en comprender los propios pensamientos,
sentimientos y emociones para poder guiar nuestra conducta. Consiste en tener
conciencia de nuestro estado de ánimo, auto comprensión y disciplina personal.
Propia de filósofos, psicólogos o artistas.
7.
Inteligencia interpersonal
Capacidad de comprender e interactuar bien con la
gente que nos rodea. Incluye la paciencia, el saber escuchar… Propia de
profesores, médicos o psicólogos y políticos.
8.
Inteligencia naturalista
Capacidad de distinguir, clasificar y utilizar objetos
del mundo natural. Incluye habilidades de observación y reflexión. Propia en
biólogos, geólogos y la mayoría de científicos de la naturaleza.
Si comparamos la teoría de Gardner con la de Binet, vemos que la teoría del segundo
es bastante limitada; ya que considera únicamente tres capacidad lógico-matemática,
lingüística y espacial- de las ocho capacidades que nos propone Gardner. Por tanto, los
sistemas educativos sean un proceso de aprendizaje práctico y personalizado, en el que
cada alumno descubra sus propias capacidades, cuales son los campos de conocimiento
que más les interesan y donde podría desarrollar mejor sus capacidades.
Conclusión: aprender toda la vida.