La fenomenología Tanto Hussler con la fenomenología como Ingarden con la versión artística, conformarán las bases de la aproximación praguense a la literatura.
Las visiones respecto a la literatura coincidirán en que el punto de vista es crucial (funcionalismo y punto de vista de Saussure)
La obra literaria es un objeto intencional e intersubjetivo. Como tal, el acto intencional del autor queda preservado en el texto y es animado por el lector. Por lo tanto, una obra literaria depende de sus sucesivas actualizaciones → es ónticamente heterónoma.
La intencionalidad del autor, y lo que los lectores entienden en su época desde su consciencia significativa, y la significación que los críticos y los teóricos proyectan son cosas distintas.Así pues, la obra es un objeto artístico cuando es simplemente material y objetivo, y objeto estético cuando el lector concretiza la obra. En el proceso de concretización del objeto artístico hay cuatro estratos:
Estrato fónico: palabras y unidades superiores, es decir, párrafos, frases… Es una especie de concha externa para el resto de estratos.
Estrato de las unidades de significado: comprensión semántico-léxica de la frase (comprender lo que se dice).
Estrato de los aspectos esquematizados correspondientes a las situaciones: las situaciones que una obra literaria expone son necesariamente esquemáticas a mayor o menor nivel.
Estrato de las objetividades representadas: como el lector interpreta estas situaciones esquematizadas. Es en este estrato en el que finalmente el objeto artístico pasa a ser objeto estético.
Estructuralismo. Una estructura es la relación mutua en la que se hallan todos los elementos del lenguaje. Una estructura implica cuatro cuatro nociones que presiden el concepto de estructura, que son: totalidad, sistema, relación y autosuficiencia. Al mismo tiempo, debemos recordar que la noción de estructura, es heredera de la de construcción de Tinianov. La construcción literaria no puede ser algo estático, sino dinámico. Así Mukarovsky define estructura como “un conjunto de componentes cuyo equilibrio interno se altera y se remodela continuamente y cuya unidad se manifiesta como un conjunto de contradicciones dialécticas”. El estructuralismo, pues, es la concepción en que el conjunto de fenómenos de distintos campos es visto como una estructura en la que la suma de sus partes, no es igual al todo, ya que ningún elemento puede modificarse sin modificar al resto. Esta organización, hecha de manera especial, crea un sistema.
Teoría literária en Praga
Función estética y función poética. Román Jakobson y Mukarovsky
Perspectiva funcional aplicada a la obra literaria: Desde la perspectiva funcionalista, el objeto de la ciencia lietraria es la literariedad, aunque esta es concebida como a función, no como a esencia de la literatura. Esta visión implica una concepción historicista y dinámica de la obra. Claro que esto deja claro que es necesario distinguir entre las diferentes funciones del lenguaje. Existe la poética y la comunicativa. Aunque en la segunda el signo esta dirigido al exterior, en la primera, e signo esta dirigido a si mismo, a su propia materialidad, ya que las palabras poseen su propio peso y su propio valor.Jakobson propone
la sustitución de literariedad por poeticidad para designar el fenómeno en el cual una palabra es sentida como palabra, no como a substituto del objeto nombrado ni como esplosión de emoción.
Dominancia, falta de especificidad y variabilidad de la función estética:
Según Bühler, hay básicamente tres funciones generales del lenguaje:
La representativa: el signo se centra en el significado lógico.
La expresiva: función que enfatiza el yo del hablante.
La apelativa: apela al oyente.
Más tarde, Mukarovsky añadirá una cuarta función al lenguaje:
La estética: Función a la cual todas las demás están supeditadas. Es la función que domina en la obra literaria, aunque esta subordinada a la norma estética del momento. La atención recae sobre el signo mismo, y su relación con la realidad está atenuada. Cualquier acción u objeto pueden ser portadores de tal función. La conclusión que sacamos de esto es que la obra literaria posee una dominante estética.
Literatura y semiología
La obra literaria como hecho semiológico, la distinción entre “artefacto/objeto estético” y la recepción, la lectura y la historia literaria de Vodika.Todo texto literario tiene su origen en la intencionalidad de un autor y sale a la luz mediante los signos. De esta manera, la obra de arte será un signo (comunica contenidos objetivos), una estructura (por la interrelación jerárquica y dinámica de sus partes) y un valor (por interpretarse en el sistema general de los signos de una sociedad y porque su partes internas se definen negativamente).
Todo texto tiene un destinatario, que es como pasa de ser un artefacto a un objeto estético (Ingarden).
Al estudiar las obras literarias, resulta necesario estudiar la historia literaria ya que dependiendo de la atmósfera literaria, la obra afectará de una manera u otra al lector, puesto que la norma estética varia a lo largo del tiempo.. Estas teorías de Vodika sobre la recepción concluyen en que ha de analizarse el contexto de una obra, teniendo en cuenta:
La norma literaria de la época.
El gusto de la época.
La recepción y la actualización de la obra en la época.
Las influencias de la obra en la época.
Esto lleva a historizar el hecho literario, puesto que ya no se ve la literatura desde el punto de vista de una historia de la literatura, sino de la recepción de la literatura a través del tiempo. Es decir, no basta con hacer una aproximación histórica que sólo analize literariamente la obra. Hay que buscar la representación y el efecto que la obra causa en el lector. Esto implica:
Reconstruir la norma literaria de una época acudiendo tanto a las normativas como a las referencias implícitas en las obras. Solo así puede comprenderse el grado de ruptura de una obra respecto al sistema imperante.
Reconstruir la literatura de la época y la jerarquía de valores literarios de una época. Estudio sociológico: elementos de imposición del gusto literario, presiones políticas, etc.
Estudiar la recepción de la obra literaria y sus concreciones: críticas académicas, juicios críticos aparecidos en prensa, traducciones, etc