el signo lingüístico resulta de la combinación de un significante y un significado.
El significante del signo lingüístico es una imagen acústica, es decir: una cadena de sonidos -que constituye el plano de la expresión- a la cual todo hablante de una lengua a la que pertenece un signo lingüístico dado asocia un mismo concepto.
El significado es el concepto, la idea, y constituye el plano del contenido. Significante y significado son solidarios:
-Una cadena de sonidos que no se asocie a un significado no constituye un signo lingüístico.
-Un concepto no es transmisible si no es a través de un significante.
Tanto el significante (pese a su consistencia física) como el significado son de índole mental.
Carácterísticas o propiedades del signo lingüístico:
A) Oralidad El signo lingüístico es fundamentalmente sonoro, es decir, oral
B) Linealidad
El signo lingüístico es una “cadena” de sonidos, cuyos “eslabones” se van sucediendo uno detrás de otro, en un orden fijo e inevitable. No podemos pronunciar más de un fonema a la vez, ni podemos pronunciar la palabra hacia atrás, por ejemplo.
El carácter lineal de los signos supone, además, que siempre aparezcan, al relacionarse para crear mensajes, formando una cadena, la cadena hablada. Ésta implica la sucesión física de un signo tras otro en el tiempo y, por supuesto, en la escritura, en el espacio.
C) Arbitrariedad
La relación entre significante y significado es completamente arbitraria.
Arbitrario quiere decir que no existe ninguna motivación, ninguna “necesidad” de que a cada significado le corresponda un determinado significante. Prueba de esto es que cada lengua utilice palabras distintas para los mismos conceptos (perro, chien, dog, cané, hund… todas estas palabras se refieren al mismo animal).
Lo que significa arbitrariedad a este respecto es que, en el momento en que una comunidad asoció una secuencia sonora a un concepto, lo acordó sin que mediara una razón que motivara esa uníón; esta se acepta convencionalmente en todas las lenguas. Por ello decimos que el signo lingüístico es inmotivado o arbitrario.
D) Convencionalidad
Habiendo establecido que el signo lingüístico es arbitrario, lo único que explica la relación entre significante y significado es la convencíón, es decir una especie de acuerdo entre los hablantes de una lengua. Evidentemente, este acuerdo no ha sido consciente. Nosotros recibimos la lengua desde nuestro nacimiento y no nos piden nuestra opinión. Es decir, que la lengua es un producto social. Una lengua es lo que sus hablantes van haciendo con ella a lo largo de los años y de los siglos.
E) Mutabilidad e inmutabilidad
El signo lingüístico presenta la doble carácterística, aparentemente contradictoria, de ser mutable e inmutable a la vez. Es mutable a lo largo del tiempo, por eso todas las lenguas evolucionan y nos resulta más difícil entender la lengua de siglos pasados.
El tiempo, que asegura la continuidad de la lengua tiene un efecto en apariencia contradictorio, el de alterar los signos lingüísticos. Se puede a la vez hablar de la inmutabilidad y de la mutabilidad del signo. Las alteraciones implican un desplazamiento de la relación entre el significado y el significante que llevan a una configuración diferente del sistema (aquí es clara la interrelación entre sincronía y diacronía).
Ej.: el latín necāre “matar” ha pasado al francés noyer “ahogar” y al español anegar, han cambiado tanto la imagen acústica como el concepto.
En cambio, en cada momento concreto el signo es inmutable ya que ningún hablante puede modificarlo por su cuenta, aunque sí puede tomarse alguna libertad (por ejemplo en el lenguaje poético o en conversaciones amistosas) pero estas libertades solo afectarán a ese uso concreto y, normalmente, no tendrán mayor trascendencia.
Los ritos de una religión, las señales marítimas, etc. No ocupan sino a un cierto número de individuos a la vez y durante un tiempo limitado; por el contrario, todos participan en todo instante de la lengua, es por eso que la lengua sufre la influencia de todos. Este hecho capital es suficiente para demostrar la imposibilidad de una revolución. La lengua está unida a la vida de la masa social, y la masa social que es naturalmente inerte aparece ante todo como un factor de conservación. Saussure considera que como producto de las fuerzas sociales la lengua no es libre, es un producto heredado de una época precedente. El signo, por ser arbitrario se funda en la tradición, y por fundarse en la tradición puede ser arbitrario. Con esto Saussure quiere decir que la lengua no puede ser cambiada voluntariamente, no puede haber una revolución o un cambio general y súbito, y no que es inalterable, de hecho los hablantes transforman la lengua de una manera inconsciente.
F) Doble articulación
El signo lingüístico es articulado, lo cual quiere decir que puede descomponerse en partes más pequeñas.
El signo lingüístico es articulado: lo cual quiere decir que está compuestopor unidades más pequeñas y, por tanto, puede descomponerse en partes más pequeñas, es divisible.
Además, si tomamos la palabra como signo lingüístico básico, vemos que esta es doblemente articulada:
Primera articulación
Unidades significativas mínimas (monemas): pequeñ-it-a-s.
Segunda articulación:
unidades mínimas de sonido (fonemas) sin significado: /p-e-k-e-ñ-i-t-a-s/.