La Década Moderada (1844 – 1854)
En la llamada “década moderada” el régimen político dio un giro notable hacia posiciones conservadoras, que quedaron fijadas en la Constitución de 1845. Pese a ser presentada como una reforma de la Constitución de 1837 y de compartir con ella 60 artículos, en realidad supuso la expresión más evidente del llamado “liberalismo doctrinario” que anulaba los aspectos más progresistas de la anterior. Así, sustituyó la soberanía nacional por la soberanía conjunta del Rey y las Cortes (soberanía compartida), además la Corona aumentaba los poderes de la Corona que podía nombrar ministros, designar miembros del Senado y disolver las Cortes. Las Cortes siguieron siendo bicamerales y el sufragio se restringió aún más, ya que se aumentó la cantidad mínima de contribución para tener derecho a voto -400 reales-, con lo que no llegaba siquiera al 1% el porcentaje de votantes…El conservadurismo de esta época queda de manifiesto también con la firma de un Concordato con la Santa Sede en 1851. En virtud de ese acuerdo la Iglesia vuelve a tener un papel preponderante en la sociedad española: la desamortización queda paralizada y España reconoce la confesionalidad católica del Estado…Esta década se caracteriza por la mejora económica y por la realización de reformas político-administrativas encaminadas a una mayor eficacia y centralización del país. Destacan las siguientes:
· La formación de un sistema jurídico unitario, para lo que se publicó un código de derecho penal y se sustituyó el juicio con jurado por un tribunal compuesto por magistrados profesionales.
· Alejandro Món reformó el sistema tributario, anulándose las particularidades regionales.
· Se creó el Banco de España, tras la fusión del Banco Español de San Fernando y del Banco de Isabel II.
· En 1844 se crea la Guardia Civil que fue desplegada por toda la nación para asegurar el nuevo orden jurídico y administrativo.
· En 1845 se aprueba la Ley de Ayuntamientos, por ella la Corona nombra alcaldes en ciudades de más de 2000 habitantes.
El carácter conservador de esta década viene marcado por la figura de Ramón María Narváez, líder del partido moderado, que ocupó la Presidencia de Gobierno durante gran parte del periodo. En 1852, el nuevo presidente Juan Bravo Murillo intentó una reforma de la Constitución que suponía un nuevo retroceso en el parlamentarismo. Su proyecto tendente a una “dictadura civil” de técnicos, y la sucesión de denuncias por escándalos financieros contra los gobiernos moderados y la corona, originará un movimiento opositor entre los “espadones” que contará con un notable apoyo popular. Esta situación culminará con la Vicalvarada de 1854, dirigida por el general O’Donnell,
El Bienio Progresista (1854 – 56)
En junio de 1854 en la localidad de Vicálvaro se produjo un pronunciamiento militar dirigido por el general O’Donnell; unos días después Cánovas del Castillo presenta el llamado “Manifiesto de Manzanares” que presenta los principios fundamentales para una regeneración liberal. Este manifiesto provoca una gran movilización popular. Ante esta situación Isabel II se vio obligada a llamar al poder a Espartero…El Bienio fue un régimen breve e inestable, regido por Espartero – al que siguen los “progresistas puros” – y O’Donnell, que aglutina a la Unión Liberal, formada por moderados y progresistas transigentes. Durante estos dos años el avance del liberalismo fue evidente:
· Se aprobó la Ley de Desamortización General (1855), elaborada por Pascual Madoz, que completaba la realizada por Mendizábal. Afectaba especialmente a los ayuntamientos y a bienes del clero secular. Se proponía financiar la construcción del ferrocarril en España.
· Se elaboró una nueva Constitución en 1856 (“non nata”), que nunca llegó a ser promulgado. En ella se limitaba el poder de la Corona y se ampliaba la Declaración de Derechos.
· Se aprobó la Ley General de Ferrocarriles (1855) que fijaba el trazado esencial de la red actual.
En 1856, la Corona, la Iglesia y los moderados alentaron movimientos de protestas contra Espartero, a ellos se une el propio general O’Donnell, aprovechando la escisión de unionistas y progresistas.
Alternancia del Partido Moderado y la Unión Liberal (1856 – 1868)
Se sucedieron los gobiernos de los generales Narváez y O’Donnell. Gobernó Narváez; desde 1858 y hasta 1863 se produjo el llamado “gobierno largo” de la Unión Liberal de O’Donnell; de 1863 y hasta 1868 gobernarían los moderados con Narváez y González Bravo….Todo este periodo comienza con un decreto que declara la vigencia de la Constitución de 1845. En 1857 se aprueba la “Ley Moyano”, ley para regular la enseñanza propuesta por Claudio Moyano, estaría vigente durante más de un siglo. En cualquier caso, el rasgo más sobresaliente fue la activa política exterior con que O’Donnell pretendió devolver a España el prestigio internacional que había perdido. Para ello, embarcó al país en una serie de intervenciones militares de escaso interés, pobres resultados y cuantiosas pérdidas humanas y económicas como la expedición a la Cochinchina, la guerra contra Marruecos o la intervención en México…El moderantismo del régimen, que limitaba notablemente la participación ciudadana, cerraba las opciones de participación política a los progresistas, derivando éstos hacia la vía conspirativa en contra no ya sólo del gobierno, sino también de la monarquía borbónica. En 1866, progresista y demócratas firmaron el Pacto de Ostende, por el que decidieron aunar esfuerzos para derrocar a Isabel II y establecer un nuevo sistema político. Un año después se sumó la Unión Liberal, presidida por Serrano tras el fallecimiento de O’Donnell. Finalmente el triunfo de la “Revolución Gloriosa” en 1868 pondría fin al reinado de Isabel II que se vio obligada a exiliarse en Francia.