Se configuró una monarquía constitucional inspirada en los principios del liberalismo político, se sentaron las bases de una economía capitalista y desapareció la vieja sociedad estamental, dando paso a una nueva sociedad de clases.
La minoría de edad de Isabel II transcurrirá bajo dos regencias, primero la de la reina María Cristina, su madre, (1833-1840) y después la del general Baldomero Espartero (1840-1843).
No regresó a España hasta 1849.
Las Cortes para evitar una nueva regencia, adelantaron la mayoría de edad de Isabel II, que de esta forma fue coronada reina a los trece años.
Cuando en 1868 estalló la Revolución Gloriosa, la reina que estaba en San Sebastián tuvo que cruzar a toda prisa la frontera e instalarse en París, ciudad en la que murió en 1904.
Derogó la Constitución de 1837 y redactó otra nueva:
Las Cortes siguieron siendo bicamerales (Congreso y Senado) y los diputados del Congreso seguían siendo elegidos por sufragio censitario que no llegaba al 1% de la población.
· En este periodo se firmó con la Santa Sede el Concordato de 1851, por el que quedaba zanjada la ruptura que se había producido como consecuencia de la desamortización eclesiástica, la Iglesia aceptó la desamortización y España reconocía la confesionalidad católica del Estado y reconocía su intervención en la enseñanza.
A ello responden:
· La creación de la provincia como nueva demarcación territorial.
· La ley de ayuntamientos de 1845, que reservaba a la Corona la designación de los alcaldes de ciudades con 2000 o más habitantes.
· La reforma del sistema tributario, de Alejandro Mon, que implantó un sistema de impuestos más equitativo.
· La creación del Banco de España.
· La creación de la Guardia Civil por el duque de Ahumada en 1844, con el que se pretendía resolver el problema de la seguridad de los caminos y de las vías férreas.
Aunque el movimiento no pretendía destronar a la reina sino forzarla a admitir las reformas democráticas interrumpidas en 1844.
En medio de la confusión general, la reina decidió llamar a Espartero, comenzando así el:
· Volvieron a adoptarse medidas radicales como en la época de la regencia de Espartero; Los jesuitas fueron expulsados bajo la acusación de conspirar con los antiliberales y se prohibieron las procesiones y las manifestaciones externas del culto católico.
· Se elaboró un texto constitucional en 1856 que, aunque aprobado por las Cortes no llegó a ser promulgado.
Esto, junto con las medidas anteriormente nombradas, suscitó la ruptura con la Iglesia, mientras que la medida de desamortizar los bienes municipales, encontró una fuerte oposición no sólo de los moderados, sino también de algunos diputados progresistas.
· Se establecieron también leyes relacionadas con la banca, la minería y la más destacable: la ley general de Ferrocarriles de 1855.
Pero las presiones de la Corona y la Iglesia provocaron la reacción de los liberales moderados que provocaron la caída de Espartero y la vuelta de los moderados al poder.
Comienza así la:
En este periodo se sucedieron los gobiernos de los generales Narváez y O´Donnell:
·
Bienio moderado de Narváez (1856-1858).
(1854-1863)
· Gobiernos moderados de Narváez y González Bravo (1863-1868)
Se paralizó la desamortización, se le reconocieron a la Iglesia muchas prerrogativas.
Se enviaron tropas a la Conchinchina (hoy parte de Vietnam), se hicieron expediciones militares al norte de África, lo que acabó en una guerra abierta contra el Sultán, se ocupó militarmente Santo Domingo, aunque después se perdió, etc.;
Se desarrollaba el partido demócrata y aparecía el republicanismo, al tiempo que se creaban las primeras organizaciones obreras y se producían agitaciones entre el campesinado jornalera, que en ocasiones fueron duramente reprimidas por la Guardia civil.
En 1864 volvió Narváez al gobierno, entregando el Ministerio de Gobernación a González Bravo.
Hubo nuevos pronunciamientos progresistas que llevaron a una dura represión y los fusilamientos del cuartel de San Gil.
(Pactos de Ostende)
La revolución había triunfado. La revolución, el reinado de Amadeo I y la Primera República.
La revolución había triunfado. Elegidas por sufragio universal, (masculino) confirmaron en su cargo a Serrano y comenzaron a elaborar un nuevo texto constitucional. Con gran protagonismo de las Cortes que no sólo legislan sino que también controlan al gobierno. El rey se encontró con la abierta oposición de los republicanos, de los carlistas que se levantaron en armas en mayo de 1872, desencadenando la tercera guerra carlista y de los partidarios del príncipe Alfonso, el hijo de Isabel II. Ese mismo día, Congreso y Senado, en sesión conjunta proclamaban la República. Además el contexto en el que se desarrolló era muy problemático. Salmerón empleó a fondo la fuerza militar y fueron cayendo uno a uno los diferentes focos, a mediados de agosto la insurrección estaba prácticamente sofocada, sólo el cantón de Cartagena resistió hasta enero de 1874. Sin embargo, este fue un falso régimen parlamentario ya que los dos partidos turnantes, liberales y conservadores, solo representaban los intereses de la burguesía, quedando los demás grupos fuera del juego político, y porque las mayorías parlamentarias eran artificialmente creadas gracias a la práctica común del fraude electoral. El resto de los partidos (republicanos, socialistas o nacionalistas) formaban la oposición al sistema. Partidario de una monarquía parlamentaria que fuera controlada por una oligarquía financiera (sufragio restringido), con libertades limitadas (prensa, asociación, cátedra), apoyo a la iglesia y un proteccionismo económico. Smith). Una vez acordado el cambio de gobierno, se convocaban elecciones y se amañaban para que arrojaran resultados favorables al nuevo partido era la práctica del caciquismo. Y en las comarcas, pueblos y aldeas estaban los caciques locales, con poder económico e influencias.
El Congreso se formaba con diputados elegidos por sufragio, que en los primeros años es censitario pero que en 1890 se convierte en universal masculino gracias a la ley electoral de Sagasta.
Regionalismo y nacionalismo.
Tras la muerte de Alfonso XII (1885), María Cristina de Habsburgo, su viuda, asumió la regencia hasta la mayoría de edad del futuro Alfonso XIII, (1902) del que estaba embarazada a la muerte de su esposo.
Esta etapa comenzó con un gobierno del Partido liberal de Sagasta (1885-1890) que otorgó al sistema una orientación más progresista mediante la promulgación de una serie de leyes como la ley de Asociaciones (1887), la ley de Jurado (1888) o la ley del Sufragio Universal (1890).
Aunque la verdadera crisis se produjo a raíz de la pérdida de las últimas colonias españolas en 1898.
El régimen político de este periodo continúo siendo el ideado por Cánovas del Castillo tomando como modelo el sistema británico: consistía en una monarquía parlamentaria en la que dos partidos se turnaban pacíficamente en el poder.
El resto de los partidos (republicanos, socialistas o nacionalistas) formaban la oposición al sistema.
Partidario de una monarquía parlamentaria que fuera controlada por una oligarquía financiera (sufragio restringido), con libertades limitadas (prensa, asociación, cátedra), apoyo a la iglesia y un proteccionismo económico.
Smith).
Una vez acordado el cambio de gobierno, se convocaban elecciones y se amañaban para que arrojaran resultados favorables al nuevo partido era la práctica del caciquismo.
Y en las comarcas, pueblos y aldeas estaban los caciques locales, con poder económico e influencias.
Desde Madrid los oligarcas transmitían instrucciones a los gobernadores civiles de cada provincia, estos elaboraban la lista de los candidatos que habían de salir elegidos en cada localidad –los encasillados- y se lo comunicaban a los caciques locales que se encargaban de la manipulación directa de los resultados electorales utilizando distintos procedimientos: actitudes protectores hacía los electores, amenazas, extorsiones, el cambio de urnas o “pucherazo”…
Los demás partidos constituían la oposición al sistema.
Durante los primeros años de la Restauración tienen poco protagonismo, pero poco a poco, a medida que la corrupción era más evidente el descontento creció en la sociedad española y los partidos de oposición fueron ganando fuerza provocando la crisis del sistema canovista, especialmente a partir de 1898.
Posteriormente se dividieron, algunos optaron por la vía del catalanismo (Salmerón), otros por el regeneracionismo (Melquíades Álvarez) y otros por la vía de la acción revolucionaria (Ruiz Zorrilla y Lerroux).
Desde la ruptura de la AIT en 1872 el movimiento obrero estaba escindido en dos grandes corrientes ideológicas, los socialistas marxistas y los anarquistas de Bakunin.
Iglesias fundó el sindicato UGT, que centro su luchar en la mejora de las condiciones de trabajo (salario mínimo, jornada de 8 h., descanso dominical, prohibición del trabajo infantil).
La CNT fundada en 1911 fue el más importante sindicato anarquista.
En este sentido el nacionalismo podía ser, políticamente, tanto de signo conservador como revolucionario, según el modelo de estado que defendieran.
Durante los últimos años del XIX en España aparece el movimiento nacionalista en Cataluña y el País Vasco regiones donde existía una diferenciación lingüística sobre la que va a cimentarse el sentimiento nacionalista.
El movimiento político pronto va a escindirse en dos grandes corrientes una conservadora cuyo partido más representativo fue La Lliga, y otra republicana y revolucionaria, cuyo partido más representativo será Esquerra Republicana (fundada en 1931).
Era independentista y no se planteaba una forma de gobierno pues buscaba el mantenimiento de la raza y la nación vasca en cuanto a lengua, tradiciones, cultura…
Desde el desastre de 1998 el aparente equilibrio político, ideado por Cánovas, se vio ensombrecido por la emergencia política y social de las organizaciones obreras, el republicanismo y el ascenso del nacionalismo
En 1902 Alfonso XIII accedió al trono, cumplidos los 16 años, sustituyendo a su madre y comenzó la segunda etapa de la Restauración. En 1823 el presidente norteamericano Monroe había respaldado este movimiento de independencia en un famoso discurso donde, mediante la frase “América para los americanos” formuló la política de su país respecto al resto del los territorios del continente, que fueron considerados como territorios de interés para Estados Unidos. Algunos líderes del independentismo, como Maceo, rechazaron la Paz y siguieron trabajando por la independencia desde el exilio con el apoyo más o menos encubierto de Estados Unidos, pero la calma se mantuvo en Cuba hasta 1895. Cánovas aprovecha esta mejor posición para introducir algunas reformas, pero ya insuficientes (1897). Ante la negativa de España Estados Unidos declaró finalmente la guerra en 1898.
Aunque también en otros países europeos se da esta dualidad en los comienzos de la industrialización, lo más característico del caso de España fue la lentitud de los cambios.
La agricultura siguió siendo la actividad económica más importante; (unos dos tercios de la población activa estaba empleada en ella) Pero la desigual distribución de la tierra, la ausencia de innovaciones tecnológicas y los bajos rendimientos agrícolas hacían necesario adoptar medidas en el sector agrícola.
Una de estas medidas será la desamortización:
Como resultado de lo anterior la cantidad de tierra a la que se podía acceder era escasa y cara.
Por otro lado en 1836 se suprimieron los mayorazgos.
Aunque hubo algunos intentos de desamortización a fines del siglo XVIII, el verdadero proceso de desamortización se desarrolló a partir de 1837, en dos fases, a cada una de las cuales se las conoce por el nombre del ministro que la puso en marcha.
Consistía en la venta por subasta de las tierras expropiadas a la Iglesia, por lo que se la conoce también como “desamortización eclesiástica”.
La situación fiscal y política no era tan grave, por lo que se pretendía no sólo reducir la deuda pública, si no también crear infraestructuras para modernizar la economía, con los ingresos obtenidos.
Aunque hubo pequeños y medianos compradores locales, los principales compradores fueron las clases medias urbanas que se enriquecieron y diversificaron sus patrimonios.
En definitiva no favoreció al campesino y creó una oligarquía agraria que ejercería el poder político y económico durante largo tiempo
Por otro lado sólo a partir de los años 70 del siglo XIX se advierte un descendimiento de la agricultura tradicional, representada en el trigo y el surgimiento de una agricultura más moderna basada en el cultivo de frutales y productos de regadío en el litoral mediterráneo.
Pero la agricultura seguía siendo un sector atrasado lo que le impidió desempeñar un papel en la formación de capitales y por tanto en la industrialización.
Se inició a partir de 1840, en el reinado de Isabel II, coincidiendo con una fase de expansión de la economía mundial y con una relativa estabilidad política.
Además del escaso papel de la agricultura hay que señalar otros factores del retraso:
• La inexistencia de una burguesía financiera emprendedora .la burguesía prefería inversiones a corto plazo o en sectores industriales que generen dinero rápido, como el ferrocarril, antes que en sectores industriales básicos como la siderurgia.
El capital extranjero aprovechó la buena coyuntura para invertir en España, primero el inversor franco-belga y después el inglés.
• Escasez de carbón y materias primas.
• Falta de coherencia en las políticas económicas de los partidos políticos.
A pesar de estos factores se intentó transformar las viejas estructuras económicas en otras nuevas basadas en el desarrollo del comercio y la industria, pero los resultados no se correspondieron con los objetivos.
La protección arancelaria la puso a salvo de la competencia inglesa y le permitió, tras la pérdida del mercado colonial, orientar su producción al mercado nacional.
La inexistencia de buen carbón y de demanda suficiente explica el desarrollo dificultoso de la industria siderúrgica cuya localización fue cambiado a lo largo del siglo XIX:
Se basaba en la explotación del hierro.
Después entre los años 60 y 80 se dio la etapa asturiana, basada en la riqueza de carbón de la zona, aunque no era de gran calidad.
Bilbao exportaba hierro y compraba carbón galés, más caro, pero de mejor calidad y más rentable.
Es importante en este desarrollo la “ley de bases sobre minas de 1868”.
Hay que destacar también la reforma de la Hacienda pública de Mon-Santillán en 1845 y la implantación de la peseta como moneda oficial en 1868.
La revolución de los transportes llegó con el Ferrocarril.
Entre las compañías ferroviarias las más importantes eran la de Madrid-Zaragoza (M.Z.A) y la del Ferrocarril del Norte.
El ferrocarril actuó como una poderosa palanca de desarrollo económico. Génesis y desarrollo del movimiento obrero en España. La sociedad deja de dividirse en estamentos cerrados, con derechos y obligaciones diferentes, y se estructura en una sociedad de clases, donde el criterio de división de la población es fundamentalmente el nivel de renta.
Entre 1833 y 1857 la población aumentó en 3.200.000 habitantes, gracias a las mejoras realizadas en la alimentación (extensión de cultivos, incorporación de la patata a la dieta…), avances de la medicina preventiva (vacunación), y la introducción de medidas higiénicas. La educación y la prensa.
No se trataba sólo de una lucha de ideas políticas, sino de choque de mentalidades.
La sociedad seguía dominada por un grupo privilegiado que imponía su mentalidad en las costumbres y las creencias, que en muchos aspectos coincidían con los valores del Antiguo régimen: La propiedad de la tierra seguía siendo un signo de prestigio igual que los títulos nobiliarios, y se rechazaba el trabajo manual. Aunque los toros siguen siendo la gran pasión; la tauromaquia se ha reglamentado, surgen en esta época los grandes cosos taurinos y los diestros se convierten en ídolos de multitudes. Este cubría la segunda enseñanza, que contaba con unos 50 institutos en las grandes ciudades, ocupados por los hijos de familias ricas. Aunque fue una institución minoritaria de la que sólo se beneficiaron los hijos de una pequeña burgues�